Los pilotos presionan a la FIA para que actúe sobre el porpoising: «Es cuestión de tiempo que ocurra algo grave»
El molesto efecto generado por la nueva reglamentación preocupa seriamente a los pilotos. Algunos de ellos comienzan a sufrir dolores en cuello y espalda y, en circuitos como Bakú, algunas curvas rápidas son peligrosas.
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Publicado: 12/06/2022 09:30
Lo estamos viendo este fin de semana en Bakú: el porpoising, rebote, marsopeo o balanceo provocado por el efecto suelo de los nuevos monoplazas de Fórmula 1 se ha convertido en un serio problema en determinados circuitos.
El trazado urbano azerbaiyano destaca por su alta velocidad en el tercer sector, en el que varias curvas se toman a fondo para crear un tramo de aceleración máxima de 2,2 kilómetros. Y, aunque el asfalto de Bakú no está especialmente bacheado, tampoco es tan liso como el de los circuitos modernos.
«Ni siquiera Bakú está tan bacheado, cuando vayamos a Montreal o Singapur va a doler»
Esto hace que los pilotos de los equipos que más rebote sufren tengan problemas para mantener el coche bajo control en las curvas rápidas, así como en la recta de meta. Y se prevé que sea aún peor en circuitos mucho más bacheados como el rapidísimo Gilles Villeneuve de Canadá o el urbano de Singapur.
La GPDA presiona a la FIA
Por eso, los pilotos están comenzando a presionar a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) a través de la Asociación de Pilotos de Gran Premio (GPDA). Quieren que actúe para reducir o eliminar el efecto en los coches.
Algo en lo que algunos equipos no están de acuerdo, pues no sufren este efecto o lo sufren mucho menos que Mercedes y Ferrari, los principales afectados. Red Bull, por ejemplo, lo sufre ligeramente y es consciente de que ello le da ventaja sobre sus dos principales rivales.
Esteban Ocon ha sido quien ha desvelado las conversaciones con la FIA, admitiendo haber escuchado que «podría haber conversaciones sobre cómo solucionar técnicamente el asunto con la FIA. Y lo están tomando en consideración. La FIA es la policía, por lo que tienen que tomar la decisión sobre a dónde van».
Alpine es uno de los equipos que sufre el efecto rebote y el francés señala que «es un desastre conducir estos coches en un circuito lleno de baches. Ni siquiera está tan bacheado, cuando vayamos a Montreal o Singapur va a doler».
«Deberíamos tratar de hacer que los coches sean un poco mejores de pilotar porque aquí nos vemos obligados a evitar los baches. Puedes ver que el coche se desvía hacia un lado en la recta, por lo que está en el límite», insiste Ocon.
George Russell es, junto con Carlos Sainz, quien más está insistiendo en el problema de seguridad que supone el porpoising.
«No sé qué nos deparará el futuro, pero no creo que podamos sostener esto durante tres años o durante el tiempo que esté vigente este reglamento. No creo que sea correcto competir así», afirma el director de la GPDA y piloto de Mercedes.
«Es sólo cuestión de tiempo antes de que veamos un incidente importante, muchos de nosotros apenas podemos mantener el coche en línea recta sobre estos baches», señala el británico. «Es innecesario, con la tecnología que tenemos en el entorno actual, que estemos pilotando un F1 a milímetros del suelo. Y es una receta para el desastre».
Russell insiste en que no es un asunto de rendimiento ni nada parecido, sino de salud y seguridad para los pilotos.
«Claramente, es sólo una limitación de seguridad. Los tres mejores equipos están todos en la misma posición, Ferrari y Red Bull, Ferrari probablemente más que Red Bull, puedes ver que realmente están sufriendo con eso».
«Nadie lo provoca para mejorar el rendimiento, es por razones de seguridad. Apenas puedo ver la zona de frenada», insiste Russell.
Molestias físicas en cuello y espalda
Y es que el porpoising no sólo puede provocar un accidente si el piloto pierde el control del coche o se rompe algo en el mismo. También está generando molestias permanentes en el cuerpo de los pilotos.
«Es muy doloroso en Bakú», reconoce Carlos Sainz. «Le pedimos amablemente a la FIA que lo investigue, que no escuche tanto a los equipos y que nos escuche a nosotros. Les estamos diciendo que está llegando a un punto en el que estamos teniendo problemas para manejar esto».
«No creo que necesitemos una comisión médica, sólo necesitamos algo más inteligente para la suspensión o la forma en que se manejan los coches. Que la FIA controle un poco mejor la posibilidad de que los equipos lleven los coches tan rígidos», explica el piloto madrileño de Ferrari.
«Estoy bastante seguro de que si le preguntas a dos o tres ingenieros del paddock, sabrán la respuesta y qué se puede hacer para limitar esto y regularlo. Pero necesitamos que la FIA actúe lo antes posible. Si no, comenzará a acumularse».
Lewis Hamilton es otro de los pilotos que está sufriendo físicamente e incluso tuvo que abortar una simulación de tanda larga el viernes a consecuencia de los dolores. «Tocamos tanto fondo al final de la recta el viernes que no pude terminar mi tanda larga. Mi espalda era un verdadero desastre.
«Gracias a Dios por Angela (Cullen, fisioterapeuta). Tengo a Angela dándome fisio y acupuntura todas las noches. Me desperté con bastante dolor el sábado. Ahora no lo tenemos tan mal al final de la recta, pero en esas curvas únicamente tratas de mantener el coche alejado del muro», admite el heptacampeón.
Fernando Alonso matiza que el efecto de rebote depende en gran medida del circuito en el que se compita. «Creo que es una consecuencia también de esta pista. Con los coches viejos también era muy bacheada en la recta, por lo que este año es exagerado. En Jeddah fue muy suave y en Australia nadie se quejó».
«Va a ser muy difícil ponerse de acuerdo para que todos los equipos hagan cambios. Pero sí, me gustaría que hicieran algo por los jóvenes. ¡Para mí está bien por unos años más!», concluye el asturiano.