¿Quién puede disputar un Gran Premio? Los 538 pilotos con puntos de Superlicencia

Terminada otra temporada de carreras, salvo pequeñas excepciones en puntos concretos del globo terráqueo, y llegado ya el mes de diciembre, el mundo de las carreras inicia un breve periodo de hibernación del que se irá despertando muy paulatinamente al término de las Navidades. Los pilotos, no obstante, descansan lo justo durante este periodo. Muchos se pasan los días pegados al teléfono o pateando oficinas, en busca de esa confirmación de un equipo o de un patrocinador que les permita correr la próxima temporada. Y es algo que afecta en todos los ámbitos, ya sea un piloto profesional que ronda la cuarentena o un joven aspirante que apenas pasa de la quincena.

Para una amplia mayoría, el sueño actual es, o en algún momento fue, alcanzar la Fórmula 1, "la cumbre del automovilismo", para la cual se busca formarse a través de las categorías inferiores en sus diferentes vertientes, o bien encontrar un camino alternativo a través de otras competiciones profesionales que, de no llegar a la Fórmula 1, bien pueden suponer una forma de hacer carrera a la vez que se afrontan desafíos del máximo nivel. Con todo, siempre ha existido la polémica sobre aquellos pilotos que accedían al Gran Circo sin haber demostrado grandes aptitudes, en vez de aquellos que ganaban, solo por contar con más medios económicos. El sine qua non de un deporte tan costoso como el automovilismo.

En aras de potenciar el talento joven y su llegada a la Fórmula 1, la FIA decidió establecer hace dos años una exigente condición para obtener la preciada Superlicencia que permite disputar un Gran Premio, en lugar de los 300 kilómetros de test que bastaban con anterioridad: un sistema de puntos, que premiase a aquellos pilotos con buenos resultados en categorías inferiores u otras divisiones, y así frenar a posibles "compravolantes" sin logros demostrables. La medida no surgió sin sus detractores, que critican que sus modificaciones anuales lo han convertido en una herramienta para imponer las categorías de la FIA ante otros campeonatos, o que el máximo organismo ha decidido ignorarlo en casos concretos, como el de Pascal Wehrlein, que no alcanzaba el mínimo de puntos pese a ser campeón del DTM.

Lo cierto es que la redacción del artículo del Código Deportivo Internacional que regula su aplicación está bastante sujeta a interpretaciones en determinados aspectos, dentro de unas bases establecidas. Para acceder a una Superlicencia, un piloto debe haber acumulado al menos 40 puntos en las tres temporadas anteriores, aunque también tiene acceso a ella si se le concedió en alguna de las tres anteriores temporadas, por lo que seguiría siendo vigente, o incluso en un periodo anterior. En este último caso, se determina que la FIA debe "juzgar que el piloto ha demostrado recientemente una habilidad sobresaliente en monoplazas", además de que el equipo interesado debe poder validar que el piloto ha completado "300 kilómetros en un coche de Fórmula 1 a velocidades de competición" en un periodo máximo de dos días, y en los seis meses previos a la solicitud, una condición bajo la cual un piloto como Robert Kubica podría obtener la Superlicencia.

En la última revisión del sistema de puntos, del pasado mes de septiembre, la FIA añadió una amplia variedad de categorías al sistema de puntos, aclarando de paso algunos "puntos ciegos" de la distribución anterior, por lo que no existen grandes ausencias en lo que al automovilismo profesional se refiere. Eso si, para que una temporada de una categoría sea válida para otorgar puntos, debe cumplir tres requisitos principales: un calendario con, al menos, 5 fines de semana de competición en 3 circuitos diferentes, y que en cada fin de semana haya al menos 12 vehículos, dos más que los exigidos hasta ahora. Este último requisito, aplicado de forma retroactiva, impide que la última temporada de la ya difunta Formula V8 3.5 otorgue puntos de Superlicencia. Otras categorías han incumplido alguno de estos requisitos en los últimos años, como la Indy Lights, la Asian Le Mans Series y varias Fórmulas 4, entre otras.

Todo esto ya es de por sí bastante complicado, pero además hay que tener en cuenta otras consideraciones, como que un piloto puede obtener dos puntos extra si no ha sido penalizado en un campeonato que tenga un sistema de sanción por puntos (sin que exista ningún documento oficial que ratifique quién los obtiene y quien no); que un campeonato con menos de 16 competidores a lo largo de un año otorga solo el 75% de los puntos; que los puntos en las competiciones de karting contempladas, de las que no se puede sumar más de 12, duran cinco años (estando vigentes aún los de 2013 y 2014); que, en aquellas competiciones en las que se comparte coche, se reduce los puntos otorgados a pilotos con licencia plata (75%) o bronce (50%), en su mayoría pilotos semi-amateurs o gentlemans, o que, en su primera petición de Superlicencia, un piloto debe haber completado el 80% de un mínimo de dos temporadas en una de las competiciones de monoplazas contempladas.

Con todo este galimatías, no es de extrañar que la FIA no lleve la cuenta de los puntos que tiene cada piloto, y no haga más que echar las cuentas cuando uno solicita una Superlicencia. Por eso, nos hemos permitido la "licencia" (valga el chiste malo) de hacer su trabajo, y calcular cuantos pilotos podrían pedirla hoy mismo, haciendo valer solo sus resultados y sin necesitar otras compensaciones. Paradójicamente, el número total es de 40, dos más que el año pasado, aunque seis la tuvieron con anterioridad y otros seis la poseen actualmente; cuatro de ellos (Leclerc, Hartley, Gasly y Vandoorne) pilotarán en Fórmula 1 el año próximo. En la lista, encontramos a algunas de las grandes promesas del momento, pilotos consolidados en otras categorías e incluso un ilustre retirado.

Cabe destacar que, en el supuesto de que un piloto interesado en correr en Fórmula 1 no alcanzase los 40 puntos, la FIA podría otorgarle la superlicencia 'de motu propio' si considera que sus méritos son suficientes para acceder a ella. No obstante, la barrera parece ser lo suficientemente sólida para que pilotos con dinero de sobra para acceder a un asiento, pero sin el mínimo de talento necesario, como Sean Gelael o Alfonso Celis, Jr, no puedan aspirar a nada más que participar en entrenamientos libres mientras eternizan su presencia en las categorías inferiores. De hecho, ninguno de ellos posee un solo punto de Superlicencia.

Por el contrario, un total de 538 pilotos acumulan, al menos, una unidad en este sistema. Todos ellos perderán el próximo año los puntos obtenidos en 2015 (y en 2013, en el caso de los logrados en el karting) a cambio de los que consigan en 2018. El desglose completo, con los puntos que supuestamente repartió cada categoría (tengan en cuenta que la FIA podría no aplicar de forma estricta sus propias condiciones), figura en el enlace situado al final de este párrafo. Llama la atención, aunque no sorprende, la escasa presencia de pilotos nacionales, ya que solo nueve españoles figuran en ella, y dos de ellos, incluído el segundo con más puntos, no han salido del karting a día de hoy. Cierto es que los criterios de la FIA no contemplan los logros de algunos de nuestros pilotos más exitosos, como Andy Soucek o Pepe Oriola, pero la comparativa respecto a otros países es reveladora.

DESGLOSE COMPLETO DE PUNTOS DE SUPERLICENCIA

Pilotos españoles con puntos de Superlicencia

Fotos: Red Bull Content Pool / DTM / Williams F1 Team