Informe F1Por qué la FIA falta a la verdad para justificar la sanción a Vettel en Paul Ricard

En el recientemente celebrado Gran Premio de Francia, Sebastian Vettel protagonizó un incidente en la primera curva que acabó con las aspiraciones de Valtteri Bottas, al llevárselo por delante en la frenada, provocándole un trompo y dañándole la aerodinámica de su Mercedes W09.

Resulta evidente que el piloto alemán fue el único culpable del error -algo que él mismo reconoció para, a continuación, pedir disculpas a su colega de profesión-, pero la sanción aplicada por los comisarios deportivos ha generado bastante polémica entre los integrantes del paddock, tanto pilotos como jefes de equipo, que consideraron los cinco segundos y dos puntos de la licencia como insuficientes, pues finalmente fue el piloto infractor el que menos perjudicado salió de la situación.

“Cuando alguien destruye tu carrera por un error y termina por delante de ti, no es justo”, afirmó Lewis Hamilton, a lo que Charlie Whiting, director de carrera y delegado técnico de la FIA, respondió argumentando que "los comisarios tenían cuatro opciones: una penalización de cinco segundos, otra de diez segundos, un drive through o un stop & go. Eligieron la penalización de cinco segundos, que es la típica con los incidentes de este tipo. Si uno observa las consecuencias de un incidente, entonces tal vez podría pensar de manera diferente, pero los comisarios intentan no hacer eso". Entonces, ¿cuáles han sido las sanciones aplicadas esta temporada en casos similares? Vamos analizarlo.

Gran Premio de Bahréin

La primera sanción por colisión entre dos pilotos fue aplicada en la segunda carrera de la temporada, en la que Brendon Hartley impactó sobre Sergio Pérez de un modo muy similar al protagonizado por Vettel y Bottas en Paul Ricard. En este caso, los comisarios aplicaron una penalización de 10 segundos y dos puntos de la licencia al piloto neozelandés de Toro Rosso.

Gran Premio de China

La tercera cita de la temporada nos ofreció dos situaciones similares, teniendo especial relevancia la provocada por Max Verstappen, que impactó con Sebastian Vettel en la frenada de la curva 14, propiciando que el alemán tuviera que conformarse con la octava plaza final, mientras que el neerlandés finalizó en la quinta.

Por otro lado, Pierre Gasly y Brendon Hartley sufrieron una situación parecida como consecuencia de un malentendido tras pedir el equipo que intercambiaran sus respectivas posiciones, debiendo abandonar el neozelandés y perdiendo cualquier aspiración de un buen resultado el francés. En ambos casos la sanción aplicada por los comisarios fue de 10 segundos y dos puntos de la licencia para Verstappen y Gasly respectivamente.

Gran Premio de Azerbaiyán

En la cuarta carrera del año se produjeron varias situaciones en las que dos pilotos se vieron envueltos en accidentes, aunque se trataron de diferentes modos por parte de los comisarios. La primera fue protagonizada por Marcus Ericsson, que fue sancionado con 10 segundos y dos puntos tras golpear a Kevin Magnussen en la primera vuelta y a pesar de que fue el piloto de Sauber quien peor parado salió de la maniobra.

En cuanto a la acción protagonizada por Sergey Sirotkin y Sergio Pérez -y debido a que el ruso tuvo que abandonar y, por tanto no podía cumplir sanción alguna en carrera-, los comisarios aplicaron tres posiciones de sanción en la parrilla del siguiente Gran Premio en España y dos puntos de la licencia.

Posteriormente, Kevin Magnussen cerró en plena recta de meta y a gran velocidad a Pierre Gasly, protagonizando una de las maniobras más escalofriantes de la temporada. Por ello, los comisarios aplicaron la que ya era la sanción más habitual en estos casos: 10 segundos y dos puntos de la licencia.

Finalmente, recordamos el accidente provocado por Daniel Ricciardo y Max Verstappen, que dejó a los integrantes de Red Bull estupefactos y a ambos pilotos fuera de carrera. Por ello, los comisarios aplicaron a ambos una reprimenda de un total de tres que los pilotos pueden acumular a lo largo de la temporada.

Gran Premio de Francia

Las siguientes citas en España, Mónaco y Canadá fueron más tranquilas en el aspecto que nos ocupa, no produciéndose sanción alguna por colisión entre pilotos. Pero, en Paul Ricard, se produjeron dos situaciones que volvieron a requerir la actuación de los comisarios, aunque en este caso con resultados distintos a los vistos en carreras anteriores.

El primer suceso lo protagonizó Romain Grosjean, que golpeó lateralmente a Esteban Ocon durante la arrancada del Gran Premio, echándole fuera de pista y resultando merecedor de una sanción de 5 segundos y dos puntos de la licencia. Metros después, en la frenada de la curva 1, llegó la acción en la que Sebastian Vettel impactó contra Valtteri Bottas.

Seguramente debido a que, dos curvas más tarde, Ocon abandonó al ser golpeado por Pierre Gasly -acción que se saldó con una reprimenda al considerar los comisarios que ambos eran culpables-, se estudió antes la maniobra de Vettel que la de Grosjean y, a diferencia de lo que afirmó Charlie Whiting posteriormente, ésta no se correspondió con el modo de actuar de los comisarios a lo largo de la temporada, pues fue únicamente de 5 segundos y dos puntos de la licencia. Posteriormente, se comunicó la sanción a Grosjean, siendo también menor de lo habitual a lo largo de las carreras anteriormente disputadas.

Consistencia

Con este análisis podemos comprobar, una vez más, que por mucho que la FIA se empeñe en transmitir un mensaje de uniformidad en las decisiones, tarde o temprano ésta brilla por su ausencia y maniobras similares terminan tratándose de un modo distinto. Sea culpa del sistema, que utiliza diferentes comisarios en cada carrera, o no, lo cierto es que un campeonato tan profesionalizado y en el que se mueve tanto dinero como la Fórmula 1, merece algo mejor. Seguiremos esperando.