Pus, sangre... los motivos médicos que han librado a Hamilton de una multa por su 'piercing'

Lewis Hamilton estuvo en el foco de la polémica a principios de año por un apartado específico del reglamento la FIA: el Apéndice L del Capítulo III del Código Deportivo Internacional, relativo, entre otras cosas, al material de joyería que puede llevar un piloto una vez subido a un monoplaza.

El piercing que lleva habitualmente el siete veces campeón del mundo en su rostro fue desde entonces el motivo de la trifulca, una controversia que no cesó a las primeras de cambio y que el piloto británico no dudó en prorrogar con una protesta particular.

«Tengo una carta del médico [...] es todo un poco tontería»

Sin ir más lejos, en el GP de Miami la FIA otorgó una dispensa de dos carreras al #44 por su piercing de la nariz, un elemento disruptivo con el que el órgano rector de la Fórmula 1 no estaba de acuerdo... ante lo que Hamilton mostró su desaprobación personándose en la rueda de prensa de Florida con toda la joyería (y más) de la que disponía, a modo de burla.

Para cuando este permiso tocó a su fin, Hamilton se presentó a la siguiente carrera respetando, ya sí, el protocolo que marca la FIA en este sentido. Sin embargo, en el retorno del Gran Premio de Singapur, el piloto de Mercedes ha vuelto a aparecer con su piercing... ¿Por qué?

Motivos de peso

«No se trata de una declaración de intenciones», aseguró el propio Hamilton tras la sesión de clasificación, negando así por completo que se tratase de otra estrategia por su parte para reivindicar su derecho a vestir como quiera.

«He llevado mis joyas y mi pendiente de la nariz durante años. Hubo todo ese revuelo a principios de año, y en ese momento estaba como soldado para que no se soltara. Me dieron una exención durante muchas carreras hasta que pudiera encontrar una solución. Fui a que me lo sacaran y traté de encontrar una solución para ponerlo y sacarlo regularmente», explicó Hamilton.

El problema reside en que, en la hoja de 'auto-escrutinio' que entregan todos y cada uno de los equipos a la FIA, no figuraba que Hamilton iba a volver a llevar su polémico piercing... y aunque esta vez el de Stevenage tiene una explicación razonable, eso le ha valido a Mercedes una multa de 25.000€.

«Se infectó por eso, luego me salió una ampolla de sangre y seguí con ella, me quedó una llaga en la nariz. Volví y tuve que curar la ampolla porque había pus, sangre y otras cosas. Me puse esto y en las últimas dos semanas ha empezado a curarse», prosiguió. «El personal médico me ha pedido que me lo deje puesto. Es una locura que tengamos que hablar de algo tan pequeño. Me quito todo lo demás, en este momento no me importa, para ser sincero. Esto no es un problema de seguridad».

Una vez claras sus intenciones, Hamilton volvió a cuestionar la prohibición de llevar un piercing subido a su W13. «Tengo una carta del médico, he hecho todo lo posible y, como le decía a Charles, una de las excusas que se dio hace mucho tiempo fue el calor y si estás en un incendio, porque el metal conduce el calor», continuó.

«Pero nuestros trajes están cubiertos de metal; nuestros cinturones de seguridad, la cremallera es metálica, la hebilla alrededor del casco es metálica, los cables que llevamos son metálicos... no sé, es todo un poco tontería. Esperemos que sean sensatos. Los comisarios deberían estar ahí para mantenernos seguros, lo más importante, pero esto no es un problema de seguridad», concluyó.