Red Bull-Ford, la nueva alianza que comienza a valorarse en los despachos de la Fórmula 1

Si algo ha traído de cabeza a Red Bull históricamente, ha sido el motor de sus monoplazas de Fórmula 1. El hecho de ser el único equipo con opciones de título que siempre se ha visto obligado a llevar un motor cliente le ha ocasionado problemas en el pasado, siendo los más sonados los que tuvo con Renault y que terminaron llevándole a brazos de Honda.

Con los japoneses, Red Bull alcanzó el punto medio ideal, ya que no tenía que hacer frente a la inversión y complejidad técnica de tener que diseñar, fabricar y desarrollar el motor técnicamente más avanzado del mundo, pero contaba con un fabricante a la carta que diseñaba su propulsor según sus necesidades.

Ford está interesada en aprovechar el auge de la Fórmula 1 en Estados Unidos

Sin embargo, a finales de 2021 Honda abandonó oficialmente la Fórmula 1, obligando a Red Bull a convertirse en motorista. La marca nipona no los dejó en la estacada, sin embargo, manteniendo una asociación técnica que ha terminado haciendo posible el primer campeonato de constructores para los de Milton Keynes desde 2013.

La alianza con Porsche, las dudas de Honda

Pero, mientras el inicio de la nueva era reglamentaria de 2026 se acerca, Red Bull sigue trabajando en asentar un futuro que por el momento va a tener que afrontar solo.

Por el camino se ha quedado la alianza con Porsche. El acuerdo entre la marca alemana y Red Bull se daba por hecho, pero en última instancia se malogró tras negarse los austriacos a perder la independencia en la toma de decisiones relativas al equipo de Fórmula 1.

Honda, por su parte, se ha inscrito como motorista para la Fórmula 1 de 2026, a pesar de que aún no ha tomado una decisión real sobre ello. Sólo por si acaso. Mientras, Red Bull sigue buscando un socio que garantice la financiación de su programa de motores, ya sea puramente en lo económico o también en lo técnico.

Ford entra en escena

El último candidato a representar ese papel es Ford, empresa que ya tuvo su propio equipo en la Fórmula 1 durante un breve espacio de tiempo y que es socio de Red Bull en el Mundial de rallies.

Según informa Motorsport.com, la marca del óvalo está interesada en aprovechar el auge de la Fórmula 1 en Estados Unidos, pero no quiere complicarse la vida con la construcción de un motor propio. Red Bull ya está desarrollando el suyo y, de asociarse con Ford, simplemente lo renombraría a cambio de inversión económica y asesoramiento técnico.

De momento, estas conversaciones son aún muy tempranas y nada está decidido. En cualquier caso, es algo que no preocupa a ninguna de las dos partes, pues el desarrollo del motor de 2026 seguirá su curso independientemente del nombre que lleve.

Si finalmente Red Bull se encarga de toda la parte técnica a través de Red Bull Powertrains, o si finalmente Honda vuelve y se involucra por completo, es algo que en este momento a los austriacos no les preocupa en exceso.

Fotos: Red Bull Content Pool