GP AustraliaEl mundo al revés en Red Bull: Ricciardo lo ve todo negro

Daniel Ricciardo ha tenido un fin de semana para olvidar en la carrera de casa en la que pretendía iniciar su asalto al título de una vez por todas. Pero, al menos por el momento, el australiano tendrá que esperar, pues Red Bull ha demostrado estar demasiado lejos de Mercedes y Ferrari en cuanto a rendimiento.

Y seguramente en lo que a fiabilidad se refiere también, pues Ricciardo ha sufrido varios inconvenientes mecánicos. Todo comenzó con el accidente de la clasificación que dañó varias partes del monoplaza y obligó al equipo a sustituir la caja de cambios, con la consiguiente penalización de cinco plazas en parrilla.

Pero el australiano no pudo siquiera aprovechar la salida para recuperar plazas, pues en la vuelta de salida de boxes para llegar a la parrilla, el coche se quedó bloqueado en sexta marcha y eso obligó al equipo a trabajar contrarreloj para al menos salir desde el pit-lane. Así lo hizo Ricciardo, pero con dos vueltas de retraso y sin opciones a conseguir un buen resultado. “Tenemos que hacerlo mejor que este fin de semana, supongo que no podíamos hacerlo peor, nos ha pasado todo lo malo que nos podía pasar. Hemos visto que el ritmo de Max (Verstappen) era bueno en comparación con el ritmo de clasificación”, comentó ante la prensa un desanimado Ricciardo, que asumió que “desafortunadamente no estamos tan bien como nos gustaría, pero tenemos que seguir aprendiendo e intentar ser constructivos para volver a estar en cabeza”.

La falta de fiabilidad ha acompañado a la escasa velocidad, pero Ricciardo no relaciona los dos problemas, sino que los considera independientes el uno del otro. El primero, eléctrico, el segundo, fallo en la presión de combustible. “Creemos que fue algo relacionado con la presión de combustible. Básicamente se apagó. No había nada, fue instantáneo, no podía hacer nada para mantenerme en pista”.

Ricciardo cree que lo mejor es olvidar este fin de semana y pensar ya en la próxima carrera en China, pues nada positivo puede extraerse de la primera carrera. “Lo positivo es que me marcho de aquí, no me malinterpretes, ha sido divertido, sólo me siento mal por los aficionados. Creo que hay más gente aquí apoyándome a mí que al resto y estoy seguro de que les habría encantado que saliera a competir, pero no ha sido más que una bola de nieve desde ayer (por el sábado). La penalización de cinco plazas sonaba suficientemente mala, pero tuvimos otros problemas. Ha sido un día largo, contento por dejarlo atrás. Mañana me levantaré y estaré bien, preparado para China”, comentó.

"En cuanto te acercas a dos segundos sientes la dificultad para adelantar”

En cambio, Max Verstappen fue esta vez la cara optimista del equipo, mostrando su satisfacción por haber mostrado un ritmo muy superior al de clasificación y por no haber terminado excesivamente lejos de los Ferrari y Mercedes. “La salida fue realmente bien, pero fue una pena la salida de la curva 1, en la que encontré aire sucio y eso permitió a Kimi (Räikkönen) quedarse por fuera y adelantarme de nuevo. Desde eso, el ritmo no fue malo, podía seguirle bien -lo que fue una agradable sorpresa- y no tuve presión detrás de mí. Fue positivo ver que no estamos tan lejos de Ferrari y Mercedes en distancia de carrera, el coche se comportó mucho mejor que en clasificación”.

El piloto neerlandés destacó la ausencia de problemas físicos y, sobre todo, la dificultad que los nuevos coches plantean para seguir de cerca a un oponente. “Físicamente estoy bien, tienes que luchar con los coches, pero estoy aliviado por haber terminado una distancia de carrera. Fue complicado seguir a otros coches, creo que en cuanto te acercas a dos segundos lo sientes”, terminó diciendo Verstappen.

Fuente: Red Bull Racing | Movistar F1Fotos: Red Bull Content Pool