Informe F1Resumen F1 2017: dos grandes y un gigante
Los tres mejores equipos de la parrilla han dominado por completo la temporada, dejando sin opción alguna de conseguir victorias y poles al resto de formaciones. La recuperación de Red Bull llegó demasiado tarde y Ferrari no tuvo suficiente energía para aguantar la solidez de Mercedes, que terminó ganando ambos títulos por cuarta vez consecutiva.
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Publicado: 08/12/2017 08:30
La temporada 2017 suponía una oportunidad perfecta para terminar con el dominio aplastante de Mercedes que, desde que se iniciara la era híbrida en 2014, había campado a sus anchas por la Fórmula 1. La marca alemana debía hacer frente a la historia, ya que nunca antes un equipo había repetido título de manera consecutiva tras un gran cambio de reglamento, pero también a dos equipos hambrientos que llevan demasiado tiempo sin disfrutar de la posibilidad de obtener un título mundial.
Ferrari tuvo su última opción seria de campeonato en 2012 con Fernando Alonso y Red Bull no repetía idéntica situación desde un año más tarde. Una vez cumplido aquel 2013, las flechas de plata arrasaron a su paso cediendo únicamente ocho victorias a sus contrincantes: un ridículo 13,5% del total de Grandes Premios disputados.
Pero finalizada la temporada 2017, encontramos que el ganador de ambos títulos mundiales tiene como nexo común una estrella de tres puntas que, aunque ha tenido que trabajarse el campeonato como nunca antes, ha seguido demostrando una vez más que su dominio no es una simple cuestión de motor, sino de un conjunto más sólido que ningún otro de la parrilla.
A la preocupación generada por el cambio de reglamento se le unió hace 12 meses la sorprendente retirada del entonces vigente campeón: Nico Rosberg. Pero, tras el shock inicial, Toto Wolff y compañía se pusieron a trabajar en buscar un recambio adecuado para acompañar a Lewis Hamilton. Huyeron de la tentación de contratar a otro número 1 como Fernando Alonso, que habría sido un pelotazo mediático considerable, para elegir a un piloto que no amenazara con resquebrajar la solidez del equipo.
Valtteri Bottas no ha igualado el rendimiento mostrado por su predecesor en sus últimos días, pero ha reforzado a Mercedes en otros aspectos, haciendo incluso un mejor trabajo que el alemán ya retirado. Bottas se ha convertido en el complemento perfecto para Lewis Hamilton, que ahora sí es el indiscutible número 1 del equipo. ¿Supone eso un problema para Mercedes? Todo lo contrario, la vida en el box es más plácida y armoniosa que nunca antes.
Mercedes | Ferrari | Red Bull | |
---|---|---|---|
Motor | Mercedes M08 EQ Power+ | Ferrari 062 | Renault RE17 (TAG Heuer) |
Grandes Premios | 20 | 20 | 20 |
Victorias | 12 | 5 | 3 |
Pole positions | 15 | 3 | 0 |
Vueltas rápidas | 9 | 7 | 2 |
Podios | 26 | 20 | 13 |
Puntos | 668 | 522 | 368 |
Media de puntos por carrera | 33,4 | 26,1 | 18,4 |
Kilómetros recorridos | 11.997 | 10.611 | 8.757 |
Kilómetros liderados | 3.835 | 1.456 | 775 |
Posición media en carrera | 2,82 | 3,51 | 3,83 |
Abandonos | 1 | 5 | 13 |
Hamilton vs Vettel
Podría llegar a discutirse si la temporada 2012 de Lewis Hamilton fue la mejor de su carrera deportiva en la Fórmula 1. Aquel año, los números no dejaron al británico en buen lugar, pero la intrahistoria cuenta que fue capaz de pilotar de manera casi infalible en una temporada en la que McLaren naufragó en todos los aspectos, especialmente en cuanto a fiabilidad y estrategia se refiere.
En cualquier caso, el Hamilton de 2017 se ha mostrado muy cercano a la perfección, especialmente en la segunda mitad de temporada. Sebastian Vettel, por el contrario, nos volvió a recordar al piloto brillante de Red Bull, pero por desgracia lo acompañó con errores de bulto que terminaron siendo determinantes para sus opciones de campeonato. La esquizofrenia de Azerbaiyán, junto con el riesgo innecesario de Singapur, propiciaron que el alemán terminará perdiendo un título para el que fue el principal favorito durante la primera mitad de la temporada. Vettel lideró el campeonato durante las 12 primeras carreras, pero paradójicamente el Gran Premio de Italia marcó el inicio del fin para el piloto de Ferrari.
Los segundos espadas
Mucho antes de que Sebastian Vettel se desinflara, Valtteri Bottas ya se había puesto a tono para colocar a Mercedes en la mejor posición posible de cara a revalidar el campeonato de constructores. Ahí radica el valor de un piloto que, si bien no ha demostrado ser capaz de mantener el pulso con Hamilton durante ocho meses, sí ha proporcionado una consistencia suficiente como para servir de utilidad al equipo.
Muchos dirán que Kimi Räikkönen también, pues ha mostrado que sabe acatar las órdenes de equipo en beneficio de Vettel cuando se le ha pedido. Y es cierto. El problema es que no ha sabido acompañarlo con la suficiente velocidad como para prestar ayuda más que en dos ocasiones, aparte de no acompañar dicha generosidad con destellos equivalentes a los de Bottas, que ha terminado la temporada con tres victorias, cuatro poles y opciones de subcampeonato hasta la última carrera.
La decepción
En lo que respecta a Red Bull, las cosas no han ido como se esperaba. La formación anglo-austriaca fue señalada como la principal baza para acabar con el reinado de Mercedes, habiendo mostrado en anteriores ocasiones su capacidad para sacar partido de los nuevos reglamentos. Además el que había sido su punto débil en los últimos años, el motor Renault/TAG Heuer, había sufrido un importante rediseño durante el invierno con el ánimo de dar un paso adelante.
Finalmente no vimos ninguna de esas dos cosas. Red Bull falló estrepitosamente con el concepto de diseño, excesivamente simple y lastrado además por un error de calibración del túnel de viento que obligó al equipo a estar más pendiente del retrovisor que de lo que tenía delante en las primeras carreras.
A partir del Gran Premio de España las cosas comenzaron a enderezarse, dando como resultado el que posiblemente haya terminado siendo el mejor chasis del año. Pero el verdadero lastre ha sido el segundo problema. Renault no ha sido capaz de exprimir al 100% su motor como consecuencia de problemas crónicos de fiabilidad, que han terminado con sus equipos desinflando el motor en las últimas carreras para no aumentar más una cifra de sanciones que acabó superando las 300 posiciones en parrilla.
Especialmente perjudicado ha sido Max Verstappen, que ha rivalizado con Fernando Alonso por el dudoso honor de mayor número de abandonos, siendo además el piloto que menos kilómetros ha completado en carrera, superado incluso por el español que estuvo ausente en Mónaco. En cualquier caso, el neerlandés ha seguido demostrando su talento, logrando aniquilar a Daniel Ricciardo en clasificación, aunque el australiano se anotara cinco podios más gracias a su mayor índice de fiabilidad.
Así pues, los indicios de mitad de temporada no se han cumplido y Mercedes ha finalizado el año alzando los dos títulos con varias carreras de antelación, dejando a Ferrari con una sensación de frustración que les hace temer haber perdido la mejor oportunidad de derrotar a los alemanes. ¿Red Bull? Al menos tiene la certeza de haber encontrado el camino con el chasis y la aerodinámica mientras espera que Renault encuentre de manera definitiva el rumbo correcto.