GP SingapurDaniel Ricciardo acaricia la victoria en las calles de Singapur

Foto: Red Bull

A punto ha estado Daniel Ricciardo de alzarse en Singapur con su primer triunfo de la temporada y compensar la decepción que le supuso perder la victoria en Mónaco por un fallo estratégico. El piloto australiano, que había partido desde la segunda posición de la parrilla, solo por detrás de Nico Rosberg, ha estado a un tris de sorprender a Mercedes con un último relevo extraordinario, que le llevó a cruzar la meta a menos de medio segundo del alemán, ganador y nuevo líder del Mundial.

Ricciardo mantuvo su posición en la salida y nunca se vio excesivamente acosado por Lewis Hamilton y Kimi Räikkönen. En el tramo final, Red Bull decidió hacerle pasar por boxes por tercera vez para montarle un juego nuevo de superblandos. El objetivo era doble: protegerse de las terceras detenciones de Hamilton y Räikkönen e intentar disputarle el triunfo a Rosberg. Casi 25 segundos le separaban del alemán, pero las gomas frescas permitieron a Daniel imprimir un ritmo infernal.

En tan solo siete vueltas, la desventaja se había reducido a cinco segundos y la sorpresa parecía servida. Pero una combinación de tráfico en pista, neumáticos que iban perdiendo eficacia y la luz verde de Mercedes a Rosberg para que exprimiera más sus frenos acabaron con el sueño. “Al menos, ha sido divertido. ¡Conseguiremos una victoria este año, llegará!”, exclamó Ricciardo por radio tras cruzar la meta.

Es la tercera segunda posición de Ricciardo en las últimas cuatro carreras. Pero haberse quedado tan cerca de ganar no le ha supuesto una decepción, según comentó en la rueda de prensa.

Ya hemos estado muy cerca en numerosas ocasiones este año, pero no me siento decepcionado. Estoy muy contento porque he hecho todo lo que he podido, una carrera perfecta. Si algo podría haber salido mejor, fue la salida pero Nico lo hizo muy bien y ni siquiera con una puesta en marcha perfecta le habría podido superar. Al final, intentamos conseguir algo con la estrategia. El equipo me pasó a tres paradas y era cuestión de apretar. Sabía que estaríamos cerca, aunque adelantar habría sido difícil. No faltó mucho, pero al final estoy de nuevo en el podio y es estupendo.

Foto: Red Bull

La cruz de la jornada para Red Bull la protagonizó Max Verstappen. Una mala salida -que provocó el contacto entre Carlos Sainz y Nico Hülkenberg- le hizo perder muchas posiciones y su remontada solo le permitió recuperar hasta la sexta plaza, que arrebató a Fernando Alonso en la recta final del Gran Premio. Antes, el holandés había protagonizado una enconada lucha con su antecesor en Red Bull, Daniil Kvyat.

“Venga, hombre”, pudo oírse a Max por radio, seguramente frustrado por la numantina resistencia del ruso. Sin embargo, el holandés lo achacó a la sensación de impotencia por su mala salida. Preguntado por si creía que debería haberse pedido a Kvyat que le dejara vía libre, Verstappen afirmó que no era necesario aplicar órdenes de equipo.

Lo que hizo estuvo bien, porque estaba defendiendo su posición. Yo debía adelantarle por mis propios medios. En algún momento la lucha fue bastante intensa, incluso saliéndonos de la pista. Estábamos perdiendo mucho tiempo y está claro que después de una salida tan mala te sientes un poco decepcionado.

Fotos: Red Bull