GP Mónaco - CarreraRicciardo conquista una victoria numantina en Mónaco

Aunque no fue la carrera más divertida de ver para el público, para Daniel Ricciardo sí fue una de las más complicadas de su carrera deportiva. El australiano logró su séptima victoria en Fórmula 1 pese a tener problemas en el motor Renault de su Red Bull desde mitad de carrera, que le hizo perder unos 160 CV de potencia. Junto a él acabaron Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, que poco pudieron hacer.

Para los españoles, fue una carrera agridulce. Fernando Alonso abandonó por una avería en la caja de cambios de su McLaren, derivada de un problema similar al de Ricciardo en el motor Renault. Carlos Sainz, en cambio, aguantó bien en la zona de puntos, pese a un inicio dubitativo, y finalizó 10º.

Una salida limpia

El miedo a un incidente hizo que en las primeras vueltas hubiera más respeto que valentía. Con Daniel Ricciardo contemporizando por delante (a un ritmo lento, de 1:17-1:18), por detrás sólo ver los lentos pero progresivos adelantamientos de Max Verstappen en busca de la remontada puso algo de acción en pista. Sólo los Williams pusieron algo de acción en pista: primero Sergey Sirotkin tuvo que pasar por boxes para hacer un 'stop&go' de 10 segundos por poner neumáticos muy tarde en la parrilla de salida, y después su compañero Lance Stroll hizo lo propio por un pinchazo.

Así, tomaron las riendas los estrategas. Primero fue Lewis Hamilton el que decidió quitar los hiperblandos para montar ultrablandos y tratar de estirar este segundo stint. El piloto británico, además, se vio beneficiado por un Esteban Ocon que no le puso impedimentos a la hora de dejarle pasar.

A Sebastian Vettel el cambio le salió mejor que a Hamilton, y después de garantizar su segunda posición, todo quedó en manos de la diosa fortuna... que le sonrió al de Ferrari.

Y es que, a mitad de carrera, algo empezó a pasar en el Red Bull de Daniel Ricciardo. El piloto que había dominado con autoridad toda la carrera (todo el Gran Premio, incluidos libres y clasificación, de hecho) empezó a reportar una súbita pérdida de potencia. El australiano vio cómo la cómoda ventaja que tenía sobre Vettel se minimizó, pero para su fortuna, la idiosincrasia de Mónaco le benefició para mantener la primera posición de carrera, aunque fuera con unos 30 km/h menos que sus perseguidores.

El ritmo cayó hasta tiempos de 1:19, mientras por detrás hombres como Lance Stroll (que paró por segunda vez por un pinchazo) hacía vuelta rápida (1:15) con unos hiperblandos nuevos.

La presencia del compuesto rosa en algunos coches fue de lo poco que puso emoción a la carrera, especialmente cuando Nico Hülkenberg y Max Verstappen pusieron este compuesto para buscar la zona de puntos.

Alonso abandona por primera vez en 2018

Iba Fernando Alonso peleando por el séptimo puesto cuando, de repente, empezó a notar que algo no iba bien. Como le ocurriera unas cuantas vueltas antes a Daniel Ricciardo, el MGU-K de la unidad de potencia Renault empezó a fallar en el McLaren del español, y vio cómo no podía evitar que Pierre Gasly le pasaba.

El problema fue a más. Mientras que el Red Bull, que tampoco se arregló, aguantó hasta el final, el McLaren se quedó tirado. Derivado del problema eléctrico, empezó a fallar la caja de cambios, lo que a la postre hizo que Alonso se viera forzado a dejar su coche tirado en la entrada a Santa Devota. Ocho carreras después, el español no ha acabado la carrera.

El abandono de Alonso puso en alerta a todos. El primero, Max Verstappen, que vistos los problemas e incidentes en carreras anteriores, prefirió no forzar.

Leclerc, sin frenos, se lleva a Hartley

El final de carrera lo protagonizó, involuntariamente, el piloto local Charles Leclerc. El monegasco se quedó sin frenos a la salida del túnel y embistió a Brendon Hartley, que con su Toro Rosso iba haciendo una buena carrera. Un problema en el disco de freno hizo que no pudiera hacer más que echarse contra el muro, aunque eso no evitó el golpe.

Después del consecuente VSC, poco movimiento. Las dificultades para aguantar con los neumáticos en buenas condiciones hizo que todos, o casi todos, se dedicasen sólo a resistir, con lo que Ricciardo consumó el fin de semana perfecto.

Fotos: Motor.es