Lo que la inactividad provoca: ni físico, ni valentía para sustituir a Hamilton
Cuando en el pasado Gran Premio de Sakhir de 2020 Lewis Hamilton se vio obligado a ausentarse tras contagiarse de COVID-19, un excampeón del mundo de Fórmula 1 se planteó sustituirlo. Mala idea.
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Publicado: 20/01/2022 09:30
Nico Rosberg se retiró de la Fórmula 1 en 2016 tras proclamarse campeón del mundo frente a Lewis Hamilton y sorprender a todo el mundo con su anuncio. Pero seguramente hubiera sido tan sorprendente verle volver para una carrera como sustituto de Lewis Hamilton, algo que ha reconocido que llegó a plantearse.
Esto ocurrió en 2020, concretamente cuando Lewis Hamilton se vio obligado a ausentarse del Gran Premio de Sakhir tras contagiarse de COVID-19. El ya heptacampeón no sólo debía estar aislado, sino que desarrolló los síntomas de la enfermedad y pasó unos días complicados desde el punto de vista físico.
Pronto, Mercedes se puso a trabajar en un reemplazo para el británico y la opción lógica fue la seleccionada: George Russell, que dejó su lugar en Williams a Jack Aitken para defender los colores del que ha acabado siendo su equipo este 2022.
Imposible
Pero Nico Rosberg llegó a plantearse llamar a Toto Wolff para ofrecerse como sustituto de su excompañero, aunque admite que pronto esa idea desapareció de su cabeza.
«Lo pensé. Hamilton tuvo COVID y debía estar ausente en una carrera. Fue entonces cuando me dije: “Sería interesante meterme otra vez ahí”. Luego recapacité. Tendría cero posibilidades, no podría dar más de tres vueltas», reconoce el alemán.
«Mis brazos y antebrazos se hubieran resentido de inmediato. Y mi cuello caería entre las piernas en las frenadas. No podría sostenerlo, no me quedan músculos ahí», reitera, seguramente decepcionado. «Sería capaz de conducir una, dos o tres vueltas y luego se acabaría. Físicamente, no había posibilidad».
Pero el aspecto físico no fue el único problema que se le pasó por la cabeza a Nico Rosberg, que desde su retirada de la Fórmula 1 no ha vuelto a competir y, por tanto, ha perdido la costumbre de pilotar al límite en un monoplaza tan extremo como es un Fórmula 1.
«Si tuviera que pilotar en Mónaco ahora, tendría miedo. En Bahréin era posible, había desierto y hay muchas escapatorias, así que no tendría miedo», señala, aunque no muy convencido.
Sin duda fue una buena decisión por parte de Rosberg, pues el año pasado quedó claro con Fernando Alonso lo complicado que es volver a la competición más exigente tras un periodo de ausencia, por mucho que hayas seguido compitiendo en otras categorías igualmente competitivas.
Fuente: Antenne Bayern