Se cumplen 11 años del primer título de Alonso

Hay momentos que entran en la historia de un país y el primer título mundial de Fernando Alonso es, sin duda, uno de ellos. España sólo contaba con los logros de Carlos Sainz como faro en un mar de participaciones esporádicas y sin demasiado éxito, pero la irrupción de Fernando Alonso en la Fórmula 1 cambió para siempre los libros de historia.

Primero se convirtió en el piloto más joven en obtener una pole position y un podio (Malasia 2003), posteriormente una vuelta rápida (Canadá 2003) y, como colofón a una temporada de ensueño, una victoria (Hungría 2003). El título tendría que esperar dos años más, pero aún así fue también conseguido por el entonces piloto más joven de la historia.

Pero todos esos datos son quizá lo menos relevante, pues el verdadero logro de Fernando Alonso ha sido introducir la Fórmula 1 en España. Pronto las carreras pasaron a rivalizar con el fútbol en las audiencias televisivas y, junto con la bonanza económica previa a la gran crisis, aparecieron nuevos circuitos, equipos y patrocinios a nivel internacional, con varios pilotos nacionales teniendo la oportunidad de probar suerte en el extranjero y, algunos de ellos, consiguiendo labrarse una carrera profesional muy respetable.

Fernando Alonso fue un pionero que no sólo impulsó la popularidad y el conocimiento de un deporte extremadamente complejo, sino que ha utilizado su relevancia para contribuir a que algo de eso perdure en el tiempo cuando se retire de la competición (su museo y circuito son una buena prueba de ello). Aquel 25 de septiembre, el joven de 24 años, un mes y 27 días que se subió con calma sobre su Renault R25 para, posteriormente gritarle "¡Toma, toma, tomaaa!" al mundo, hizo mucho más que ganar un título mundial de Fórmula 1: cambió para siempre la historia de las carreras en nuestro país.

En una apasionante temporada en la que Kimi Räikkönen se convirtió en su principal rival al quedar descartados los Ferrari. Como consecuencia de los problemas de Bridgestone para adaptarse a la nueva normativa que obligaba a completar un Gran Premio completo con el mismo juego de neumáticos, la Scuderia de Maranello sólo pudo conseguir una victoria aquel año: la correspondiente al bochornoso Gran Premio de Estados Unidos en el que no tomaron parte los equipos calzados con Michelin.

Fernando Alonso hizo de la consistencia y regularidad su principal arma, consiguiendo el mismo número de victorias que Kimi (7), pero con dos abandonos menos que su rival, que durante gran parte del año contó con un McLaren más rápido, pero mucho más frágil.

Con el magestuoso duelo entre Alonso y Schumacher en Imola, la frenética persecución sobre Räikkönen que terminó en accidente del finlandés en Nürburgring y el frenesí de Interlagos como pilares de una temporada excepcional, Fernando Alonso se proclamó Campeón del Mundo hace 11 años. Un día que merece la pena celebrar.