¿Por qué cambia Sebastian Vettel a Red Bull por Ferrari?
Existe entre muchos aficionados la duda de qué ha llevado a Vettel a cambiar Red Bull, equipo tetracampeón en las últimas cinco temporadas, por Ferrari. El alemán deja a su equipo de siempre por una escudería a la que ni un bicampeón como Fernando Alonso ha sido capaz de devolver a lo más alto. Hay varias razones.
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Publicado: 27/11/2014 09:00
El binomio Red Bull - Vettel ha dominado la Fórmula 1 en los últimos años con cuatro mundiales de pilotos y cuatro de escuderías. Sin embargo, su época ha terminado de manera gris en este 2014, y la separación es ya oficial: el alemán marcha a Ferrari. Los del Cavallino llevan desde 2007 sin ganar un título individual y desde 2008 sin llevarse el de constructores, y ni siquiera un piloto de la talla de Fernando Alonso ha podido devolver al equipo italiano a la cima. Por su parte, Red Bull, pese a que casi ni rodó en pretemporada, terminó el año como subcampeón por detrás de Mercedes, siendo además el único equipo además de los de las flechas de plata que ganaron al menos una carrera. Entonces, ¿por qué Vettel deja el equipo de su vida por una escudería apagada? A Sebastian, como diría la canción, le sobran los motivos.
Etapa acabada
Vettel ha estado unido a Red Bull durante toda su carrera. Una excelente relación que este año se ha visto deteriorada con evidentes pérdidas de confianza por ambas partes. El piloto no ha estado a su nivel y el equipo ha tomado decisiones extrañas, sobre todo en cuanto a estrategias de carrera y en el increíble caso del alerón "no nuevo" de Monza. Red Bull es una fábrica de jóvenes productos, y Vettel ya no es tan joven ni tan novedoso. Ricciardo (también Kvyat) es ahora el principal activo. Un ciclo terminado.
Con Red Bull ya lo ha ganado todo y toca encarar nuevos retos, como el de ganar con dos escuderías diferentes, es el turno de buscar nuevas motivaciones. Además, Vettel tenía un contrato por el cual, si no terminaba el mes de septiembre entre los tres primeros del campeonato, podía abandonar el equipo. A eso se acogió para negociar con Ferrari cuando Alonso avisó a la Scuderia de que no continuaría.
Un sueño de rojo
Muchos son los pilotos que han soñado desde niños con conducir los coches rojos en Fórmula 1. También son muchos los que, al llegar a un equipo, dicen que siempre quisieron pilotar ahí. En el caso de Vettel es cierto: nunca escondió su deseo de llegar un día a Ferrari ni negó que, de pequeño, se fijaba en los monoplazas del Cavallino cuando veía la tele.
El que ha sido compañero de Vettel en 2014, Daniel Ricciardo, señaló esta como una de las principales causas del cambio de equipo: “Conozco su pasión por Ferrari, y no solo en la Fórmula 1, sino también con los coches de calle. Es un fan absoluto de la marca, y estaba claro que tarde o temprano acabaría allí”. Así ha sido.
La influencia de Schumacher
Otra de las confesiones del alemán ha sido siempre que su ídolo de la infancia fue Michael Schumacher. Una admiración que nació siendo niño, en los 90, cuando una nación entera apoyaba al primer piloto que le dio un título a su país (actualmente, gracias a la suma de Michael y Sebastian, Alemania es el segundo país con más mundiales). Schumacher llegó a Ferrari como bicampeón y consiguió, junto a un equipo de ensueño, poner en lo más alto a la Scuderia, que atravesaba una situación similar a la actual. Vettel intentará lo propio ahora que en Maranello llevan varios años sin celebrar un campeonato. Además, Schumacher, como reconoció Luca Di Montezemolo, recomendó a Ferrari hace unos años seguir a aquel joven rubio que en 2012 se convertiría en tricampeón en la última carrera en activo de su ídolo. Michael fue el primero en felicitarle tras el histórico Gran Premio de Brasil y seguro que, si lo sabe, será feliz con la noticia del fichaje.
Ferrari siempre es Ferrari
Es el equipo más laureado de la historia, el más mítico, longevo y con más aficionados en todo el mundo. Ferrari siempre será Ferrari, por muchos años en blanco que lleve y por mucho que parezca un paso atrás en su trayectoria. Por Ferrari habrán pasado, con la llegada de Vettel, los cuatro pilotos con más títulos: Michael Schumacher, Juan Manuel Fangio, Alain Prost y el propio Sebastian, además de otros históricos nombres como Niki Lauda, Alberto Ascari, Gilles Villeneuve o el reciente Fernando Alonso.
Lo explicó bien el asesor de Red Bull, Helmut Marko: con cuatro títulos, es hora de que Vettel vaya al mito. "Siguen siendo el nombre de la Fórmula 1. Cada piloto anhela ir allí, y es el momento", defendía Marko.
El resurgimiento de Ferrari
O, al menos, el intento. Los italianos están en reconstrucción. Han cambiado varias áreas durante 2014 y llegan cambios de cara a 2015. No solo han fichado a Vettel: también hay otros nombres propios como el de Kenny Handkammer, ex jefe de mecánicos de Redbull; Riccardo Adami, que fue su ingeniero de pista en Toro Rosso, Dave Green (de Marussia) y otros cincuenta trabajadores más. En el país transalpino sueñan con el regreso de Ross Brawn y anhelan, como siempre han hecho, a Adrian Newey. Además, en Ferrari están Massimo Rivola como director deportivo, con el que coincidió en Toro Rosso en 2007 y 2008, y como piloto su amigo Kimi Raikkonen. El finlandés ya le dio la bienvenida antes de firmar y reconoció que en Fórmula 1 su único amigo es el tetracampeón.
El cambio no será inmediato, pero en Ferrari quieren reinventarse. Además, el de 2015 será el primer coche supervisado en su totalidad por James Allison, y han cambiado hasta el software del simulador de Maranello.
Descomposición de Red Bull
Son los actuales subcampeones, y aunque probablemente se mantengan durante varias temporadas entre los favoritos, el equipo que rodeó a Vettel durante sus años dorados se va deshaciendo. Newey adquirió un nuevo rol dentro del equipo, más alejado de la Fórmula 1; su mano derecha, Peter Prodromou se marchó a McLaren y, como ya hemos comentado, el ex jefe de mecánicos, Kenny Handkammer, así como otros trabajadores de Red Bull, llegan a Ferrari. Incluso el que fue su ingeniero de pista, Guillaume Rocquelin 'Rocky', fue separado del alemán, con un cargo nuevo en el organigrama de Red Bull.
Muchos fans del alemán ven con desconfianza el cambio de su piloto. El alemán llega a donde siempre ha querido llegar y, aunque no consiguiera levantar un solo título de campeón en Ferrari, ya ha pasado doblemente a la historia: por pilotar un monoplaza con el Cavallino Rampante y por los cuatro mundiales que ya tiene en su bolsillo.