Según Brawn, las simulaciones demuestran que el reglamento de 2019 funciona

Al modificarse el reglamento de 2017 para crear monoplazas mucho más rápidos, se potenció el efecto nocivo de las turbulencias aerodinámicas en los monoplazas, reduciéndose el número de adelantamientos en más de un 50% y planteando muchas dudas acerca de lo que es conveniente para el espectáculo en las carreras.

A medida que los monoplazas han ido evolucionando dicho efecto ha crecido y, por ello, Ross Brawn decidió actuar con algunos cambios reglamentarios para 2019. Modificando los alerones y elementos como los conductos de refrigeración de los frenos o los bargeboards, el director deportivo de la Fórmula 1 pretende que los coches sean menos sensibles a la estela turbulenta, pudiendo rodar más cerca unos de otros y, por tanto, abriendo el abanico de oportunidades de adelantamiento.

Y según Ross Brawn, las simulaciones realizadas por su grupo de trabajo y el de los equipos arroja ya resultados que indican un claro avance en el propósito perseguido. “Nuestro trabajo de simulación y el que hemos realizado conjuntamente con los equipos nos dice que los efectos son tangibles, aunque estamos al tanto de que su valía real se verá el próximo mes de marzo en el Gran Premio de Australia”, comentó.

La escasez de adelantamientos es un problema palpable en cada carrera, pues en la mayoría de los casos se hace necesaria una diferencia de rendimiento de más de dos segundos por vuelta. “De nuevo vimos en Brasil que, cuando el rendimiento de dos coches es similar, el adelantamiento es prácticamente imposible. Eso plantea la cuestión de cómo facilitar un movimiento sobre el coche de delante”, señaló Brawn.

Algunos equipos ya han probado los alerones delanteros con especificaciones de 2019 en la pista.

Tras sentar las bases, la Fórmula 1 ha trabajado en los detalles del nuevo reglamento y Brawn espera que el nuevo alerón delantero ofrezca resultados considerables. “Durante 2018, hemos hecho progresos significativos en cuanto a definir el reglamento técnico del año que viene, especialmente en lo que respecta al área clave, que es el alerón delantero. En las últimas semanas hemos trabajado en los detalles”, apuntó.

El ingeniero británico celebra los primeros cambios introducidos en el reglamento, pero apunta que forman parte de una etapa inicial de reconversión de los monoplazas. “Los cambios introducidos son un importante primer paso, pero no necesariamente uno exhaustivo en dirección a las nuevas normas técnicas y deportivas que darán forma al futuro a largo plazo de la Fórmula 1”, que llegarán en 2021.

Este año, la F1 ha tenido algunos momentos realmente emocionantes y todo indica que habrá más el año que viene

Los nuevos monoplazas buscarán una estética mucho más futurista y eso influye invariablemente en su concepto aerodinámico, probablemente más centrado en el efecto suelo y la potenciación del difusor que en utilizar los alerones como elementos principales de generación de carga aerodinámica.

Por ello, las novedades del año que viene son “un anticipo de lo que estamos definiendo para 2021 y estamos satisfechos con lo que ya hemos conseguido para 2019, pero claramente tenemos grandes esperanzas, incluso a corto plazo”.

Brawn quiere que el buen espectáculo ofrecido en algunas carreras de este año se traslade a más circuitos del calendario. “Este año, la Fórmula 1 ha producido algunos momentos de competiciones realmente emocionante. Pienso inmediatamente en Bakú, Shanghái, Silverstone y México. Y todas las señales indican que habrá más el año que viene”, concluyó.