La semántica de Binotto para definir la «amarga y frustrante» situación de Ferrari
Ferrari parece haber tocado fondo en Spa-Francorchamps, pero Mattia Binotto insiste en que su equipo no está sumido en una crisis, prefiriendo llamarlo «tormenta». Además, el director de la casa italiana señala al motor como clave de la situación.
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Publicado: 01/09/2020 15:30
No cabe duda de que la situación de Ferrari es preocupante, pues tras más de 10 años sin conseguir un título, ya sea de pilotos o de constructores, la temporada 2020 está siendo incluso peor que las anteriores y ahora el equipo italiano tiene que pelearse con formaciones de mitad de parrilla para intentar puntuar en cada carrera.
No fue así en Spa-Francorchamps, pues ni Charles Leclerc ni Sebastian Vettel tuvieron ritmo suficiente para tener opciones siquiera de cazar algún punto, lo que para muchos certifica la evidencia: que Ferrari está en crisis.
«Sabíamos que esto pasaría, lo vimos en los test de invierno»
Algo que, sin embargo, no comparte su director, Mattia Binotto. «Creo que es incorrecto usar la palabra crisis para el momento que estamos atravesando. Ciertamente, este es un muy mal resultado dentro de una temporada difícil como la que estamos viviendo, pero sabíamos que vendría, lo vimos en los test de invierno. Y luego vino la congelación y la imposibilidad de desarrollar el coche».
Frustración, pero unidad
Como máximo responsable de Ferrari en la Fórmula 1, Mattia Binotto es señalado por todos como principal artífice de la situación, pero el ítalo-suizo prefiere mandar un mensaje de responsabilidad conjunta y unidad.
«Todos asumimos la responsabilidad de esta situación», afirma Binotto. «Lo digo como director del equipo y también a todos los que trabajan en Maranello. Todos estamos en el mismo barco. Pero aunque el equipo está en medio de la tormenta, estamos muy unidos. No hay crisis, no hay tensión».
«Hay amargura y frustración en cada uno de nosotros. Pero creo que esta frustración debe transformarse en reacción y determinación», apunta Binotto. «Lo que está pasando, de hecho, es que tenemos un coche que ha perdido potencia, igual que todos los fabricantes de motores la han perdido. Nosotros más que los demás».
Y es que, según Binotto, el motor tapaba muchas de las carencias del coche de 2019, pero al haber perdido rendimiento tras la investigación de la FIA y el posterior acuerdo privado entre ambas partes, las limitaciones del monoplaza son ahora más evidentes. «El año pasado, el motor cubrió en parte los límites de la máquina, pero este año ya no es el caso. Los límites de la máquina están emergiendo. En ese punto está claro que debemos mejorar», concluye.
Así pues, ¿está Ferrari en crisis o sólo sumido en medio de una tormenta? Cuestión de semántica, pues la realidad es que la situación es preocupante e impropia de un equipo con los recursos de la formación italiana.
Fotos: Scuderia Ferrari