Sergio Pérez, protagonista en el reestreno del Hermanos Rodríguez

23 años después, la F1 vuelve a México. Las obras de remodelación del Autódromo Hermanos Rodríguez están prácticamente terminadas y es el momento de dar el pistoletazo de salida a la cuenta atrás para el Gran Premio de México, que tendrá lugar el próximo 1 de noviembre. Por ello, el trazado situado en Ciudad de México abrió ayer sus puertas para celebrar el acto de reinauguración del circuito. Entre los presentes estuvieron personalidades como Emerson Fittipaldi, tricampeón de F1, el mexicano Héctor Rebaque, Jo Ramirez en calidad de padrino de la prueba y el actual piloto de F1 Sergio Pérez.

El piloto mexicano de Force India fue uno de los más aclamados durante el evento y fue protagonista del mismo. Sergio Pérez pudo dar una vuelta sobre el nuevo asfalto del Autódromo Hermanos Rodríguez y no lo hizo a los mandos de un vehículo cualquiera. El mexicano se puso a los mandos del BRM que pilotó el fallecido Pedro Rodríguez y pudo comprobar de primera mano los cambios realizados en el circuito, tanto en su famosa curva peraltada como en el resto del circuito. Unas obras de gran tamaño que permiten a la pista cruzar el estadio de béisbol y que han tenido un coste de 60 millones de dólares.

Tras completar el giro, Sergio Pérez se mostraba entusiasmado con la experiencia y con el hecho de tener un Gran Premio en casa: "Es un sueño para mí poder correr en mi país. Sin duda va a ser el día más importante de mi vida sin importar el resultado que obtengamos". De hecho, el piloto de Force India analizó sus posibilidades en el trazado de Ciudad de México: "Si bien la larga recta beneficiará al motor Mercedes, es una realidad que será complicado pelear por el podio".

Fotos: Autódromo Hermanos Rodríguez