Opinión​Sigan dudando de Hamilton, sigan

El doble Campeón del Mundo está sufriendo una temporada repleta de altibajos, alternando pole positions con averías, malas salidas con victorias y, como ocurriera en Bakú, desconexiones temporales que han terminado por sacar a la luz un aluvión de críticas.

7 min. lectura

Publicado: 25/06/2016 12:00

Lewis Hamilton nunca ha sido un piloto justamente valorado. O, mejor dicho, su progresión y madurez como piloto no han sido debidamente reconocidas. El británico llegó a la Fórmula 1 como un elefante en una cacharrería y, teniendo en cuenta que ya optó al título en la temporada de su debut, ese efecto se magnificó aún más. Su rivalidad con Fernando Alonso pronto propició que, en España, acabara siendo el enemigo público número 1, estatus que luego perdió en ¿favor? de Sebastian Vettel.

Lewis Hamilton se convirtió en otro piloto en 2012, temporada en la que Fernando Alonso rindió al mejor nivel de su carrera deportiva, llegando a tener opciones de título con un monoplaza realmente mediocre. Ese mismo año, Hamilton tuvo que armarse de paciencia con un McLaren que tenía potencial para ganar algunas carreras, pero que encadenaba problemas mecánicos con errores de estrategia y en las paradas en boxes. Seis abandonos y muchos puntos perdidos en una temporada que pocos recordarán como la de su evolución definitiva.

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Es cierto que, en 2013 -la primera en Mercedes-, perdió algo de mordiente mientras se adaptaba a Mercedes y, en especial, a los frenos y otras particularidades de su nuevo monoplaza. Pero, tanto en 2014 (con un inicio similar al de este año), como en 2015, Hamilton fue un rodillo implacable.

Este año, Hamilton ha conseguido el 50% de las poles en juego. De las otras cuatro, dos no las pudo disputar por avería en el motor, en Mónaco terminó tercero tras una bajada de la presión del combustible y, en Bakú, la responsabilidad, esta vez sí, fue exclusivamente suya.

"¿Fue Bakú tan desastroso? Si hablamos, de Hamilton, sí"

En cuanto a las carreras disputadas, Hamilton ha ganado dos de ellas, perdiendo la victoria en otras dos por una mala salida y sufriendo problemas mecánicos en dos más que le impidieron luchar por la victoria. ¿Realmente es tan mala la temporada de Lewis Hamilton? No, no lo es. ¿Fue el Gran Premio de Europa tan desastroso? Si hablamos de Hamilton, sí. Porque estamos hablando de uno de los tres mejores pilotos de los últimos (muchos) años.

Su imagen le perjudica

En el caso de un piloto con menos prestigio y, por tanto, exigencia, la carrera de Bakú habría sido calificada como un mal sábado seguido de un buen domingo en el que la remontada se vio perjudicada por una pérdida de potencia durante doce vueltas. Y ni siquiera se habría cuestionado la inteligencia del piloto al no haber sido capaz de encontrar la combinación correcta en su volante para reestablecer el mapa motor adecuado.

Pero, como ocurre con todas las estrellas cuya personalidad fuera de la pista traspasa los límites de la normalidad, proyectamos un estereotipo que termina afectando a nuestro análisis de lo que ocurre dentro del monoplaza.

"Proyectamos un estereotipo de Hamilton que termina afectando a nuestro análisis"

A pesar de haber demostrado en infinidad de ocasiones lo contrario, Lewis Hamilton es aún considerado un piloto que maltrata sus neumáticos (¿cómo en Mónaco y Canadá?). También es considerado un piloto poco reflexivo en pista y con tendencia a los errores. Analizando esta misma temporada, su año con más errores desde, posiblemente, 2013, encontramos que a su accidente del sábado en Bakú, es justo sumarle dos malas salidas. Otros pilotos con un prestigio creciente, como Max Verstappen, Sergio Pérez o el mismo Nico Rosberg, cuentan con un bagaje similar o superior de fallos no forzados.

Finalmente, empieza a cuestionarse su compromiso, profesionalidad e inteligencia porque ha criticado el simulador y, durante la carrera, tardó doce vueltas en encontrar la solución a un problema en un volante con miles de combinaciones posibles, mientras su compañero dio con la solución en sólo una. El mismo piloto que, en contra de la opinión de sus ingenieros, decidió quedarse permanecer en pista en el Gran Premio de Mónaco, a la espera de que el asfalto se secara para ahorrarse una parada y calzar los neumáticos de seco. Es algo parecido a cuestionar el compromiso de Fernando Alonso mientras éste lucha por competir con dos costillas dañadas y un neumotórax, ¿no creen?

Lo reconozco: soy un admirador de Lewis Hamilton y tiendo a pensar que, quienes le critican con tanta frecuencia, se dejan llevar por su extravagancia fuera de las pistas, que no les deja ver que, dentro del coche, hace años que se convirtió en uno de los pilotos más rápidos, fiables e inteligentes de las últimas décadas. Un piloto capaz de resistir la comparación con un tal Fernando Alonso. Ahora, si quieren, pueden proceder al linchamiento. Y mientras, sigan dudando de Lewis Hamilton, sigan. Estarán dudando de un piloto que este año va a conseguir su cuarto título mundial.

La temporada 2016 de Lewis Hamilton

Gran PremioClasificaciónCarreraPuntos respecto a Rosberg
Australia1º (lidera todas las sesiones)2º (baja a 7º tras mala salida)-7
Bahrein3º (Sale mal, se toca con Bottas y corre con el monoplaza dañado)-17
ChinaDNS (rotura en el motor)7º (alerón delantero roto en primera vuelta y cinco paradas)-36
Rusia10º (rotura en el motor en Q3)2º (perdida de presión de agua)-43
EspañaRetirado (accidente con Rosberg)-43
Mónaco3º (problemas de presión de combustible)-24
Canadá-9
Europa10º (accidente en Q3)5º (Pérdida de potencia durante 12 vueltas)-24

Fotos: Mercedes

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