Virutas F1Te vendo mi equipo

El mercado de la automoción anda loco. La escasez de componentes, de materiales básicos, la llegada del coche eléctrico y las regulaciones medioambientales han puesto patas arriba todo. Y la pedrea les ha caído a los usados… como los equipos de la Formula 1.

Te vendo mi equipo
Garaje de la Scuderia AlphaTauri en el circuito de Jeddah.

9 min. lectura

Publicado: 08/04/2023 18:00

Aunque sus monoplazas se estrenen al inicio de cada temporada, las escuderías son de segunda mano. Estrenar una, nueva de trinca, se ha vuelto duro y rocoso ante existencia de componentes y materiales básicos pero un entorno directamente hostil. Si hoy quieres un equipo, lo más fácil, viable y llevadero, es comprarte uno que ya exista.

Esto no queda al alcance de un cualquiera, y en ese cualquiererío entran escuderías y estructuras procedentes del mercado de la velocidad un paso inferior. Para formaciones señeras como Prodrive, Jota Sports, o Rebellion —por poner tres ejemplos—, si acceder a una escudería usada es inviable, hacerlo a una nueva es directamente ciencia ficción. Los equipos establecidos pedían 200 millones a repartirse entre ellos a todo hijo de vecino que quisiera pastar en su sembrado.

El auditor de los austriacos dice que las cuentas no salen, y que algo habría que hacer

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La última es que se ha descolgado con que eso es poco, que «mejor setecientos, que es lo que vamos a dejar de ganar a unos años vista». Aparte de este peaje, échale no menos de cien para montar unas instalaciones dignas, o mejor doscientos, para que quede bien en las fotos. Echa un presupuesto anual de doscientos cincuenta de manera añadida por temporada y no quedar mal ante los medios y los accionistas. Ahora bien, si quieres ganar, échale unas pocas temporadas para coger carrerilla, y no menos de cuatrocientos al año.

Y esto es solo para poder estar cerca de los que pisan la madera los domingos, que se gastan algo más. Estas son las cuentas, cien millones arriba o abajo, según el caso, aunque si lo que quieres es un equipo de segunda mano, hay algo en el aire que ayuda a entender por qué, como y cuando se venden las escuderías, y a cuanto está el kilo de equipo.

El Misterioso Caso Faenza

El equipo Alpha Tauri, antes conocido como Toro Rosso, tiene su sede en un polígono industrial de Faenza, a unos cuarenta minutos de coche de la sede de Ferrari, y quinientos metros de una gasolinera de Repsol. En 2006, Dietrich Mateschitz, amo de la sopa energética, buscaba el poder político que carecía. Por eso y entre otras cosas, el desaparecido amo de Red Bull compró los trastos de Minardi, y reconvirtió la formación en algo más musculado y fibroso. El equipo es más que digno, por él pasaron tipos como Sebastian Vettel, Daniel Ricciardo, Max Verstappen o Carlos Sainz, y son muy apreciados en todo el paddock.

De lo que se habla menos es que ha sido un equipo que ha vivido demasiadas veces en la cuerda floja, y por diversos motivos. Ahora se habla de «que si se va a Inglaterra, que no es rentable, que los negocios de ropa con el mismo nombre no rinden», o la rumoreada compañía aérea llamada igual e impulsada en vida por un loco de los aviones como era Mateschitz, que nunca despegó. Ante las dudas, y para quedar bien ante accionistas, patrocinadores y el público general, sus representantes han salido a la palestra a decir que tranquilidad, que de eso nada. Pero hay más.

AlphaTauri no da beneficios y su futuro es incierto.

Se sabe que la formación ha estado en venta al menos en dos ocasiones. La primera fue en 2008, cuando la reglamentación sobre los coches-cliente cambió y se puso fin a esto de clonar un monoplaza y hacerlo correr en dos equipos distintos, aunque fueran del año anterior. En Salzburgo se plantearon largar el paquete o buscar a un pastaponedor para reducir la inyección anual de dinero. Entonces el rumor era que los austriacos pedían ochenta millones por el lote completo.

Uno de los que se dice que preguntaron fue la firma HWA. Estos hacían los motores de coches de carreras en diversas categorías, y estaba dirigida por (redoble de tambores) Toto Wolff. También se dice que el responsable deportivo bien pudo haber sido Joan Villadelprat, al que contactaron. De alguna manera en Milton-Keynes, sabedores de los beneficios de tener un equipo B, se las compusieron para seguir sin tener que vender.

La segunda ocasión en que todo pendió de un hilo fue en 2015. Mateschitz estuvo planteándose vender los dos equipos, Red Bull por 300 millones y Alpha Tauri (entonces Toro Rosso) por la mitad, 150. Fue entonces Audi la que estuvo tanteando la posibilidad de entrar en el negocio y quedarse con el equipo grande. Del mismo modo se difundió un rumor que apuntaba a que Red Bull podía hacerse con la totalidad de la categoría, algo que no ocurrió. Lo que si ocurrió es que compraron el circuito de Zeltweg, desde entonces denominado Red Bull Ring… y dos años más tarde la Formula 1 cambió de manos.

Lo de ahora

Dietrich Mateschitz paso a mejor vida y en su lugar hay otra cabeza pensante y decisoria. El auditor de los austriacos dice que las cuentas no salen, y que algo habría que hacer, que no pueden estar inyectando pasta anualmente como si fueran unos becarios. En Salzburgo dicen que ellos se hacen cargo del sueldo de los pilotos y lo relacionado con el marketing, pero que del resto se tienen que hacer cargo en Faenza.

Las cuentas no les salen, les han puesto cotas muy ambiciosas, y no llegan. De acuerdo con el plan, la marca de estilo de vida debía generar unos 250 millones de euros de facturación en 2021 y aspirar a 400 millones en 2023. La meta era alcanzar finalmente los 1.000 millones, y el modelo consistía en que el 10 % de esta cifra se destinara a financiar el equipo de F1. El problema es que estas cifras nunca se han alcanzado, y esto obliga a Red Bull a seguir regando con dinero a su equipo B.

De todo ello resulta razonable pensar en un reagrupamiento en Milton-Keynes, para rentabilizar costosos recursos como el simulador, el túnel de viento, o cuestiones tan mundanas como el comedor, el aparcamiento o la logística.

Aunque se ha negado desde el equipo que estén en venta, a Helmut Marko se le escapó, así como quien no quiere la cosa, una cifra: 660 millones de euros. Si Porsche, los Andretti con Cadillac, los de Panthera Racing, o el que sea quiere su equipo, que no prepare una cartera sino dos. Dos carteras. ¿No te has enterado de que desde la pandemia hay coches que cuestan hasta un 30 % más? Pues aquí pasa lo mismo, que hay escasez, y por eso el precio se ha disparado. Esa es la razón por la que ni tú ni yo, tiesos como la varilla de un cohete, nos vamos a comprar una escudería de Formula 1. Seguramente un utilitario tampoco.

Fotos: Red Bull Content Pool

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