Temporada 2013 F1Alonso y Ferrari: de un año ilusionante a otra decepción

La Scuderia se despedirá de 2013, nuevamente, con la decepción de no haber podido luchar por ninguno de los dos títulos desde el inicio de año. El subcampeonato de pilotos sabe muy poco a Fernando Alonso, que empieza a sentirse hastiado de pelear contra el muro infranqueable de Vettel y Red Bull.

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Publicado: 25/11/2013 12:30

Ferrari ha cerrado en el Gran Premio de Brasil un lustro en 'blanco'. Hay que remontarse a 2008 para rememorar el último título de Constructores, y un año antes para el último de pilotos, con Kimi Räikkönen. Entre medias, han pasado el fugaz Brawn GP -hoy Mercedes- y el tetracampeonato de Red Bull.

Lo más sorprendente de lo que ha pasado en este 2013 es que, por primera vez desde 2010, el coche no nació tan mal como parecía. De hecho, las sensaciones en la pretemporada eran muy buenas. Los problemas con el túnel de viento se habían solventado... en el momento en el que cambiaron de túnel de viento y dejaron de usar el de Maranello, aún a día de hoy de obras, para emplear el de Colonia, ex de la escudería Toyota. En la primera carrera, el Gran Premio de Australia, un segundo puesto de Fernando Alonso por delante de Sebastian Vettel no era un mal comienzo en absoluto. En la siguiente prueba, Malasia, la del Multi21, abandono del asturiano, pero había tiempo... Las victorias en China y en España daban alas al español, y parecía que iba a poder presentar batalla hasta el final.

Sin embargo, aún quedaba mucho Mundial. Él mismo avisaba de que no habían logrado nada, pero lo cierto es que Red Bull no aplastaba entonces como aplasta ahora. Pirelli se había convertido a estas alturas ya en un protagonista total del campeonato, con test ilegales por parte de Mercedes incluidos. La guerra estaba abierta: la propia Mercedes y Red Bullpresionaron para que el fabricante italiano endureciese los neumáticos. El esperpéntico Gran Premio de Gran Bretaña acabó por obligar a Pirelli a tomar medidas pero entre los perjudicados por el cambio estuvo Ferrari. El equipo italiano quedó tocado: no sólo habían perdido una batalla técnica, sino también política. No supieron hacer valer su supuesta posición de preponderancia histórica frente a unos 'advenedizos'.

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Pero el problema no fue Pirelli. Sería un error analizar el fracaso de Ferrari en este 2013 únicamente en clave de los neumáticos. Han sido un factor muy importante, pero mientras otros equipos han sabido adaptarse a condiciones que les perjudicaban, como Lotus, otros se han estancado en el momento fundamental de la temporada. Y ese ha sido el error de Ferrari: no saber mejorar cuándo y cómo debían hacerlo.

Ferrari no sabe lo que hizo el último verano

El parón veraniego debería haber servido para rematar la recta final de temporada. Sebastian Vettel ya empezaba a apuntalar su ventaja, pero quedaba tiempo. El Gran Premio de Hungría que tan buenos recuerdos le traía a Fernando Alonso se convirtió en la pesadilla para cualquier ingeniero en la Fórmula 1: no funcionó ninguna pieza nueva de las que llevaron al Hungaroring. Las quejas que suscitó en el asturiano no fueron muy bien recibidas por el presidente Montezemolo, que no dudó en llamarle al orden, enarbolando esa vieja bandera del "corres para Ferrari, ganas para Ferrari".

Los agobios de pasadas temporadas se volvió hacia el box rojo. Pirelli había cambiado de estrategia, convirtiendo sus neumáticos en auténticas 'piedras' que, de rebote, beneficiaban a Red Bull. Mientras que otros equipos como Force India, Lotus o Mercedes seguían la estela de un Red Bull que se escapaba, en Ferrari se quedaron por el camino. Alonso pasaba de pelear de manera asidua por el podio, a tener que conformarse con un quinto puesto. Sebastian Vettel comenzaba su marcha triunfal hacia el tetracampeonato , mientras Alonso comenzaba a torcer el gesto cada vez más. El subcampeonato se quedaba como el único objetivo posible, pese a que, en palabras del español, era un objetivo "demasiado ambicioso" visto el rendimiento mostrado.

Sin embargo, Alonso no se rindió. Tras batir el récord de puntos en la historia de la Fórmula 1, una marca que debe ponerse entre comillas, comenzó su incesante persecución hacia el 'trisubcampeonato'. La oportuna lesión de Kimi Räikkönen eliminó, justo en el momento decisivo, a uno de sus únicos rivales por el puesto más doloroso de la Fórmula 1: el segundo puesto. Quedaba Lewis Hamilton por doblegar, y fue en el Gran Premio de Estados Unidos, donde el británico ganó por última vez para McLaren en 2012,cuando el piloto asturiano consiguió esa mínima ventaja necesaria. Alonso cerrará el 2013 en la Gala de la FIA, acompañando por tercera vez a Sebastian Vettel, pero por detrás y no por delante.

En el definitivo Gran Premio de Brasil, el de la despedida de Massa de Ferrari, la Scuderia no pudo arrebatarle el segundo puesto de la clasificación de constructores a Mercedes por sólo seis puntos y, finalmente, han cerrado la campaña 2013 en tercer lugar. El podio de Fernando Alonso y el séptimo puesto de Felipe Massa conseguidos en la última prueba del Mundial sirven de perfecto resumen a lo que ha sido la campaña 2013. ¿Suficiente? Vista la superioridad mostrada por Red Bull, sí.

2014: ¿el año del cambio?

La temporada 2014 se presenta como una oportunidad y un reto. Los cambios de normativa, la introducción de los motores turbo y la nueva pareja de pilotos en la escuadra de Maranello serán algunos de los cambios que deberán afrontar. Comenzar ese nuevo camino con buen pie será fundamental, si quieren que el ciclo de Red Bull se tiña de rojo a su favor.

Ahora bien, las dudas son muchas. ¿Cómo encajarán Fernando Alonso y Kimi Räikkönen? ¿Sabrá gestionarlo Stefano Domenicali o volverá a demostrar que este cargo le viene grande? ¿Funcionará bien el motor turbo V6? Y lo más importante, visto lo que ha ocurrido en el último lustro: ¿en qué posición de salida arrancará Sebastian Vettel? El alemán es, con su Red Bull, el rival a batir por todos, pero especialmente para Alonso.

Fotos: Ferrari

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