Todt descarta volver a los motores V8 o V10: "No sería aceptado por la sociedad"

El presidente de la FIA cree que la lucha contra el cambio climático imposibilita volver a los motores atmosféricos por una cuestión de "imagen": "Tenemos la responsabilidad de participar". Además, esgrime que "al menos tres de los cuatro motoristas se marcharían" de la Fórmula 1.

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Publicado: 08/03/2017 20:20

La sensibilidad con la tecnología de calle y la relación de la Fórmula 1 con ella ha sido una de las principales líneas de actuación de Jean Todt desde que se hiciese con la presidencia de la FIA hace casi una década. Además de imponer medidas para controlar los costes de los equipos, el dirigente francés fue una figura clave para la adopción de los motores V6 turbo de tecnología híbrida en 2014, que este año cumplirán su cuarto año de funcionamiento.

No obstante, el sonido de las unidades de potencia actuales, pese a ser mucho más atronador que las de hace tres años, sigue sin ser lo suficientemente convincente para una parte importante de la afición que echa de menos el sonido de los motores atmosféricos del pasado reciente, en especial de los V10 y los V12 que dominaron las parrillas de Fórmula 1 en la década de los 90 y la primera mitad de los 2000. Todo ello, sumado a la complejidad y elevado coste en desarrollo de los actuales V6, han propiciado conversaciones sobre la necesidad de introducir un nuevo concepto de motor en el futuro.

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Los próximos años serán claves para los motores que la Fórmula 1 haga correr a partir de 2021, pero Todt ha querido dejar claro que la posibilidad de una vuelta atrás no está en la mesa. Pese a que Adrian Newey, ingeniero jefe de Red Bull, calificase los motores híbridos como "una operación de marketing", y que el ex-mandamás Bernie Ecclestone solicitase desecharlos, el máximo responsable de la FIA ha negado que la Fórmula 1 vaya a desviarse de la linea iniciada en 2014.

En declaraciones a Auto, la revista mensual de la FIA, ha esgrimido la necesidad de que la categoría siga estando en consonancia con la tecnología de calle para mantener el atractivo de los fabricantes, y evitar reacciones negativas en plena lucha contra el cambio climático, además de mantener el rol de la FIA como un instigador clave para la reducción de las emisiones contaminantes:

"No sería aceptado por la sociedad. Tenemos la responsabilidad de dirigir una organización observada por la sociedad a nivel global, y no lo aceptaría. De hecho, estoy seguro de que si se dijese 'vamos a volver a los motores de hace 10 años', muchos motoristas no apoyarían tal decisión. Estoy convencido de que al menos tres de los cuatro se marcharían. Cuando se ve todo el énfasis que se pone en el cambio climático y en la contaminación, sentimos que tenemos la responsabilidad de participar. Es cierto que una carrera de Fórmula contamina menos que un avión de París a Nueva York, pero debemos ser un ejemplo. Y para serlo, no podemos permitirnos crear contaminación innecesaria, es una imagen equivocada".

Además de los motivos medioambientales, Todt habla del aspecto financiero, y defiende continuar con la actual línea de trabajo para no disparar los gastos de los equipos: "Sabemos que la estabilidad es esencial: primero, para tener la máxima competición posible, y después, para proteger la inversión. No se puede invertir en tecnología nueva cada año, no es sostenible económicamente, y ya nos quejamos sobre el coste de competir en Fórmula 1, un coste que para mí es absurdo".

En clave de futuro, Todt ha hablado sobre los motores de hidrógeno. El desarrollo de ésta tecnología, que utiliza el hidrógeno para generar electricidad en las pilas de combustible sin prácticamente emisiones contaminantes de ningún tipo, ha avanzado a pasos agigantados en el último lustro, y muchas predicciones apuntan que podría dejar obsoleta la tecnología híbrida en un futuro cercano. Junto a los coches autónomos, Todt los pone como ejemplo de la evolución del automovilismo a la par que la de la sociedad, y de la necesidad de la FIA de pensar en el futuro del motor a largo plazo:

"Estoy convencido de que el hidrógeno será una tecnología que se usará en el futuro. Puede que, en cinco años, el 'coche cero' en los rallies sea autónomo. El automovilismo está cambiando y seguirá haciéndolo, pero debemos asegurarnos de que conservamos los mejores ingredientes. Esa es una de nuestras responsabilidades: no decidir qué haremos el año que viene, si no lo que la Fórmula 1 debería ser en 2021 o en 2030, lo que deberían ser los rallies o lo que deberían ser las carreras de resistencia. El alma del deporte seguirá estando ahí, pero hay que considerar la evolución de la sociedad".

Fuente: MotorsportFotos: Ferrari

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