GP Hungría - CarreraVerstappen se lleva una carrera que Ferrari regaló con otra pésima estrategia

Mucho tendrán que reflexionar en Ferrari después de entregar una carrera, otra más, en la que partían como grandes favoritos. Max Verstappen, que salía 10º, se llevó la victoria del GP de Hungría por delante de Lewis Hamilton y George Russell, con lo que es más líder aún.

Con Carlos Sainz 4º y perjudicado por las pifias de su equipo, Fernando Alonso sumó una carrera más en los puntos (y van ocho seguidas) tras acabar 8º.

Salida: Russell resiste a Sainz

Russell hizo valer los blandos con los que salió para defenderse de Sainz, que intentó atacar al líder en la primera curva gracias a su mejor ritmo pese a llevar neumáticos medios. La resistencia del británico fue suficiente como para que el madrileño cambiara de idea inicial, por lo que las miradas fueron detrás.

Ahí fue donde Fernando Alonso dejó una nueva radio que será muy comentada, quejándose de la agresiva defensa de Esteban Ocon, mientras ambos eran sobrepasados por Lewis Hamilton.

Tras un corto coche de seguridad virtual por los trozos de un toque entre el Williams de Albon y el Aston Martin de Vettel, se confirmó que no iba a llover al menos en estos primeros compases y que todo iba a depender de la degradación de los neumáticos.

Aquí fue donde Ferrari empezó a actuar... y salió perjudicado Sainz.

La primera pifia de Ferrari

Cuando llegó el momento de las paradas, llegó el primer fallo de Ferrari. Como suele ser habitual, el perjudicado fue Carlos Sainz. Una parada lenta le privó de hacer el 'undercut' sobre George Russell y, además, también fue adelantado por Charles Leclerc.

Mientras, por detrás, Esteban Ocon volvía a quedar retratado por una defensa errónea que permitió a Daniel Ricciardo ganarle a él y a Fernando Alonso la posición, lo que a la postre le hizo verse obligado a dejarse pasar por su compañero para compensar.

La segunda pifia de Ferrari

Russell acabó claudicando con Leclerc tras varias vueltas sosteniendo al de Ferrari. El monegasco le tiró el coche en la curva 1 con un enorme optimismo que le permitió ponerse primero momentáneamente. Por detrás, Alpine avisaba al resto de equipos: los neumáticos duros que montaron fueron un desastre hasta que encontraron la temperatura.

Red Bull cambió el guión. Visto que con la estrategia inicial no iban a poder ganar posición, ordenaron entrar a Verstappen para forzar a adelantar sus paradas arriba. Leclerc y Russell cambiaron, pero el monegasco lo hizo a duros (no vieron los tiempos de los Alpine) y Russell a medios.

La suerte se alió con Leclerc. Verstappen trompeó lo que hizo que Leclerc de nuevo se pusiera primero, pero dado que sus neumáticos eran netamente mejores, pudo salvar este problema pasándole unos cuantos giros después. Ferrari acababa de entregar la victoria a su máximo rival.

Tercera pifia de Ferrari

Aún noqueados por ver cómo Leclerc se veía obligado a parar pocas vueltas después para montar unos blandos, con Sainz no cometieron ese error... porque cometieron otro. Segunda parada en boxes para el español, segunda parada mala. Nuevamente tardaron demasiado en montarle los neumáticos que, además, hicieron muy pronto.

Hamilton solo necesitó esperar un poco más para que, a la postre, le ganase la tercera posición al madrileño y al final le sacara del podio. Sainz acabó 4º y Leclerc 6º, pero sin opción a más.

La lluvia no hizo su aparición hasta la última vuelta, y aunque hubo algún susto (Bottas se quedó tirado por una avería a falta de tres giros para el final e hizo desplegar el coche de seguridad virtual), no se movió más que cuando Hamilton pasó a Russell para confirmar el orden del podio. Ferrari, de ser favorito, a acabar fuera de un podio que dominó un Verstappen que tiene prácticamente el Mundial en el bolsillo.

Fotos: Red Bull Racing