GP SingapurVerstappen, muy frustrado con Red Bull tras el error de la gasolina: «Esto no debería pasar»

Las fortunas de Max Verstappen, quien ha pasado por una temporada relativamente placentera sin grandes contratiempos, se tornaron grises en la clasificación del Gran Premio de Singapur. El líder indiscutible del campeonato, que tiene este fin de semana la oportunidad de proclamarse bicampeón del mundo con cinco carreras de antelación, solo pudo ser ser octavo tras una serie de contratiempos que incluyó un doble error de juicio por parte de su equipo.

En una Q3 en la que los pilotos pusieron por primera vez el neumático blando en todo el sábado, la pista mejoraba a marchas forzadas. El primer tiempo de Verstappen, un 1:51.395, le había dejado en segunda posición a tres décimas de Lewis Hamilton, pero los siguientes intentos ya situaban las referencias en 1:49, ahora con Charles Leclerc como objetivo principal. El piloto de Red Bull venía mejorando sus cronos en su segunda vuelta, pero sus ingenieros le instruyeron a abandonar ese intento y a probar suerte de nuevo una vuelta más tarde.

«¿Por qué? Increíble, no lo entiendo. ¿De qué c... va esto?»

Este hecho terminó resultando fatídico. Verstappen iba camino en su vuelta de una gran pole position, aventajando ya en nueve décimas lo obtenido por Charles Leclerc en los dos primeros sectores. Sin embargo, a pocas curvas del final, Gianpiero Lambiase comunicó con urgencia a su piloto que tenía que entrar a pits y renunciar a la vuelta. Un incrédulo Verstappen respondió de forma desesperada: «¿Por qué? ¿Por qué c...? ¿Qué coj...?», exclamó, repitiendo la última interjección. «¿Qué coj... estáis diciendo? Increíble, no lo entiendo, ¿de qué c... va esto?»

Aunque su propio ingeniero le respondió que le aclararían las causas a posteriori, quedó claro casi de inmediato que el motivo de la premura para abortar el intento final estaba en una falta de gasolina en el Red Bull RB18. Verstappen había rodado desde el principio de la sesión como la mayoría de sus rivales, pero un cálculo erróneo en el seno de Red Bull hizo que existiese el riesgo de que el neerlandés no pudiese entregar la muestra mínima de un litro de gasolina, lo que habría resultado en su descalificación.

Casi tres segundos de mejora desperdiciados

Con ello, Verstappen saldrá en la misma posición en la que necesita que termine su rival para optar a ser campeón ya este domingo. «2.7 segundos», respondió cuando la prensa le preguntó cuanto estaba mejorando en ese giro. En otras palabras, el equivalente a un 1:48.6 que habría mejorado a Leclerc en ocho décimas. «Es increíblemente frustrante, y saber que fue por la gasolina... Básicamente, nos quedamos sin combustible, pero esas cosas se pueden controlar en una Q3».

En el seno de su alta autoexigencia, tanto para sí mismo como para su equipo, Verstappen criticó duramente esta cadena de errores dentro de su equipo, alabado en circunstancias anteriores de la temporada por ganar la partida estratégica y logística a Ferrari de forma contínua: «Deberían haberme dejado terminar la vuelta anterior, donde ya estaba para hacer la pole. Al final, puedo tener errores, y el equipo puede hacerlos, pero es importante que siempre seamos críticos entre nosotros cuando la gente comete un error, porque estas cosas no deberían pasar».

Habitualmente intachable, el muro de Red Bull no estuvo nada acertado con su piloto estrella.

Verstappen descarta una nueva entrega de sus remontadas

Entre las once victorias que Verstappen ha conseguido esta temporada en 16 carreras, se incluyen dos grandes remontadas desde posiciones inferiores a la obtenida este sábado. En el Gran Premio de Bélgica convirtió una 14ª posición en parrilla, causada por múltiples sanciones de motor, en una fácil y cómoda victoria. Pocas semanas antes, en un trazado menos conductivo para los adelantamientos como Hungaroring, el vigente campeón venció desde el décimo lugar, al que le había relegado un problema de motor y un error en su vuelta anterior.

Pese a estos precedentes recientes, Verstappen opina que repetir estos avances en un trazado como el urbano de Marina Bay será considerablemente más complicado, a lo que hay que añadir la mayor igualdad relativa en la zona delantera en este evento. «Aquí es casi como en Mónaco. Es muy difícil adelantar, así que anticipo una carrera muy frustrante, estando atascado detrás de otros». Aún con todo, los Safety Car y la naturaleza imprevisible de Singapur, habitualmente dañina para los grandes equipos, puede jugar de forma inesperada en su favor.

Fotos: Red Bull Content Pool