GP MónacoMax Verstappen ante la historia: los récords de poles de Senna y Prost que puede desterrar
El piloto neerlandés se enfrenta en las calles del Principado a la posibilidad de ser el piloto en solitario que más poles consecutivas haya encadenado de forma consecutiva, ya de forma absoluta o al inicio de una temporada. Aún comparte registro con dos leyendas.
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Publicado: 24/05/2024 15:30
Una característica común de los grandes coches históricos de la Fórmula 1 es que han habilitado a algunos de los mejores pilotos jamás observados a realizar marcas que se creían inalcanzables. Se podría decir, incluso, que esas mismas marcas contribuyeron en parte a la mística y legado de estos pilotos. Existen récords, estadísticas y rachas históricas para aburrir en la Fórmula 1 según el baremo que se utilice, pero dos de los más complicados, en posesión de los pilotos que protagonizaron la mayor rivalidad de la historia del deporte, corren el riesgo de ser borrados de lo más alto del pilón mañana.
La superioridad del Red Bull RB20 no ha sido tan incontestable en las dos últimas carreras como lo fue en las anteriores, pero su estatus como mejor coche de la parrilla aún permiten a Max Verstappen exhibir sus habilidades con las mayores garantías. El piloto neerlandés solo cuenta con la lejana amenaza de McLaren como único 'pero' a la consecución de un tercer título consecutivo que parece adjudicado ya desde pretemporada. Aunque en carrera no ha sido infalible, dejándose dos triunfos por el camino, los sábados han sido una historia de tiranía y monopolio total de los éxitos.
Con su cuarta pole en cuatro carreras, Verstappen replicó un hecho que ya había sucedido en otras diez ocasiones con ocho pilotos distintos. Con la quinta, entró en un terreno más selecto: no sucedía desde Mika Häkkinen en 1999, y solo se había dado en cinco ocasiones. La sexta abrió el tarro de las esencias más selectas con solo tres precedentes, y añadió otra fragancia: la de las siete poles consecutivas, añadiendo la obtenida en la última carrera de 2023. De esto solo existían otros cinco precedentes. Muchos de estas cifras llevan la firma indeleble de Ayrton Senna, en algunos casos con duplicado.
Llegó la carrera de Emilia-Romaña, tres semanas después del 30 aniversario de la muerte de Senna en el trazado de Imola. Difícil guionizar un lugar más simbólico para dar caza a su histórica marca de ocho poles consecutivas, que tenía en solitario. Nadie lo había conseguido en las 39 anteriores temporadas de Fórmula 1, y nadie lo había logrado en las posteriores 34... hasta la llegada de un neerlandés ataviado con un toro rojo. A su vez, Verstappen mantuvo también su pleno de poles en la séptima carrera del año, algo que sí se quedó fuera del alcance de Senna... pero no de su rival por excelencia, Alain Prost.
Mónaco fue escenario de múltiples logros para Senna y Prost durante una década, y sus respectivas rachas incluyeron esta pole
La magnitud de lo conseguido por Verstappen este año le habilita a intentar relevar a dos veneradas leyendas de la Fórmula 1 con una pole, solo una pole más. La historia, el destino o la simple coincidencia han querido, veleidosos ellos como son, que la cita en la que Verstappen realice este hecho sea el Gran Premio de Mónaco. La prueba legendaria por excelencia, el boss final a una vuelta, en las mismas calles en las que Senna y Prost cimentaron parte de su imborrable recuerdo copando la victoria en las 10 carreras disputadas entre 1984 y 1993. Ninguno volvería a pilotar allí por circunstancias muy distintas, y el Principado perdió un poco de sí mismo con ellos.
Con el simple propósito y obejtivo de poner en valor la hazaña en vigor que ostenta Verstappen, y actualizar la de sus 'predecesores' de récord para limpiarles el óxido inevitable del paso del tiempo, Motor.es realiza en este pieza un análisis de las tres rachas en cuestión... y las condiciones en las que terminaron las dos primeras. Porque, incluso aunque el más diestro de los caballeros cabalgue a lomos del más grácil y veloz de los corceles entre tantos jumentos hayan alguna vez existido, todo termina. Perdura el recuerdo; que lo aquí escrito sea un testamento de ese hecho.
La racha de Ayrton Senna - 8 poles consecutivas (1988-89)
El duelo encarnizado por el campeonato entre los dos compañeros de McLaren tenía al menos un dominador claro los sábados. Senna ya empezó la temporada con seis poles seguidas, antes de que Prost se la llevase ante su público en Francia, y el brasileño acumulaba 10 de las 12 poles decididas cuando Prost añadió su segunda muesca del año en Portugal gracias al chasis que Senna empleó al inicio de la temporada, camino de una victoria que le puso cinco puntos por delante en la general. A partir de ahí, Senna no soltó la presa.
Su ristra no comenzó con una actuación dominante, ya que su pole en Jerez le separaba de un confiado Prost por solo 67 milésimas, mientras Williams lucía como nadie el poderío de los turbo en el revirado trazado para poner a Nigel Mansell a dos décimas. La decisiva clasificación de Suzuka, no obstante, fue una historia más parecida a la del resto del año, sin ningún otro coche a menos de segundo y medio de los McLaren. Prost empezó siendo el más rápido en libres, pero en la clasificación no tuvo manera de parar a Senna, al que el tiempo del viernes ya le habría valido para la pole, pero le rascó tres décimas igualmente. Lo que ocurrió aquel domingo fue otra historia, historia en sí mismo.
Ya sin nada en juego, Prost y Senna se intercambiaron varias veces la primera posición en una apasionante clasificación en Australia, donde el astro brasileño prevaleció en su último intento por una sola milésima. El año 1989 empezaría de forma totalmente distinta, ya que Senna no dejó lugar a dudas ante su afición en Jacarepagua para conseguir otra pole por ocho décimas de ventaja sobre Riccardo Patrese, y con otros dos coches más entre medias antes de llegar a Prost.
La superioridad de su nuevo McLaren a una vuelta quedó mucho patente en Imola, donde la ventaja con el siguiente equipo era de 1.6 segundos. Esta vez, Senna y Prost se sobrepusieron a sendos trompos con pista húmeda, pero de nuevo se impuso Ayrton por dos décimas. El margen se multiplicó considerablemente en Mónaco, en una vuelta descrita como "aún más extraordinaria de lo normal" con la que Senna despegó a más de un segundo de distancia. A su vez, le valió para igualar el récord existente de seis poles consecutivas que ostentaba Niki Lauda desde 1974, y que dejaría atrás de forma decidida.
Prost amenazó en México con romper la racha de Senna en la mañana del sábado, pero aquello encontró una dura respuesta en forma de una vuelta nueve décimas más veloz. La pole final de esta racha llegaría en Phoenix, donde la comidilla del paddock era el creciente sentimiento 'anti-Senna' que llevó a Bernie Ecclestone a sugerir públicamente un sistema de hándicaps, o incluso lastrar solamente a Senna. Por si acaso, el campeón dejó los deberes hechos el viernes, y un accidente de Prost el sábado remató la faena. Sacó segundo y medio, pero lo del segundo día le habría bastado para salir primero por ocho décimas.
Quizás de forma decisiva o no, la meteorología jugó un papel clave en el fin de esta racha, que llegó en Canadá. Senna aspiraba a igualar el 6 de 6 con el que empezó 1988 en clasificación, pero ya en la sesión del viernes fue superado por Prost por una décima. No tuvo opción el sábado de volver por sus fueros, ya que una serie de fuertes rachas de viento hizo que muy pocos pilotos pudieran mejorar sus tiempos. Aquella fue solo una de las tres poles que Senna no logró aquel año, terminando la temporada con otras seis consecutivas. En total, sus 32 primeras carreras con McLaren se saldaron con la friolera de 26 poles, y su efectividad en las siguientes 32 pruebas se "redujo" a 18 poles. Una minucia.
La racha de Alain Prost - 7 poles para empezar (1993)
Tras pasar por su año sabático al salir de Ferrari, el veterano tricampeón francés cumplía su ambición de pilotar para Williams, el equipo que había ido comiendo paulatinamente el terreno a McLaren hasta aplastar a la competencia en un 1992 donde obtuvieron 15 poles de 16. "Solo" diez victorias debido a problemas ocasionales de fiabilidad, eso sí, pero nada que temer. Con la marcha de Nigel Mansell hacia IndyCar, y con una McLaren en decadencia sin los poderosos motores Honda, Prost tenía todo a su favor para deshacer el empate con su histórico oponente.
El equipo de Ron Dennis aún tenía esperanzas de poder competir de tú a tú al inicio de la temporada en Sudáfrica, donde Prost apenas logró batir por 84 milésimas a Senna en su intento final, para después derrotarle con claridad en carrera. La historia fue totalmente inversa en Brasil, donde la lluvia les dio la alegría final con su héroe, pero no en una clasificación donde Pros aventajó en ¡1.8 segundos! a Senna. Muchísimo más cerca estaba su inexperto compañero Damon Hill, a solo 63 milésimas.
El margen parecía totalmente insalvable en las siguientes sesiones clasificatorias: segundo y medio en el improvisado GP de Europa en Donington Park, 1.8 segundos en San Marino, 1.9 segundos en España... Hill logró clasificar a menos de una décima en Imola, pero se quedó a tres y cinco décimas en Donington y Montmeló, respectivamente, aunque en tierras españolas forzó a Prost a hacer una gran vuelta tras liderar buena parte del día.
Las diferencias decrecieron a apenas seis décimas en Mónaco, y esta vez sería el Benetton de Michael Schumacher quien más se acercó tras un accidente de Senna en los libres. Hill había hecho la pole provisional, pero sufrió de lo lindo con las gomas en la sesión final a la par que Prost hacía lo suyo. Con esta pole, igualaba lo ejecutado por Mansell a principios del año anterior y, quizá de forma más simbólica, Senna en 1988. Pero aún faltaría una más.
La pole de récord llegó en Canadá, con un guión muy similar a varias de las anteriores: medio segundo de ventaja con Prost y casi dos segundos con la competencia. El trasfondo, eso sí, fue bien distinto: Prost buscó el gran crono desde el primer día, algo poco habitual en él, mientras Senna languidecía en octavo lugar con graves problemas de setup y manejo. La reversión de otras tantas situaciones pasadas, antaño frustrantes para el maestro galo.
Quién le diría a Prost que su imparable camino hacia la perfección clasificatoria iba a concluir en Francia, y que el freno se lo iba a poner... la ayuda de frenado, el ABS. Una salida de pista en la mañana del viernes por un bloqueo de la electrónica le llevó a tomar la decisión de desactivar el sistema, cosa que Hill no hizo. Aquello resultó clave, ya que desde entonces estuvo claramente por delante de su compañero, y las mejoras finales de Prost el sábado solo sirvieron para acercarse a dos décimas.
Racha finiquitada, aunque no la de un equipo que igualaba a los exitosos McLaren de los 80 en este aspecto y celebraría aún las siguientes siete poles, con Prost como protagonista en las primeras cinco. Las otras imperfecciones adicionales fueron en Portugal, con un brillante Hill y dos errores de Prost, y la qualy final en Australia, donde Senna acabó con las 24 poles consecutivas de Williams gracias a una vuelta sideral, un FW15 muy nervioso en Adelaida y un fallo en la suspensión activa de Prost. Nunca más volverían a batirse en duelo.
La racha actual de Verstappen
Nos pilla a todos más reciente, y por ello requiere menos misterio explicarlo, pero no por ello es menos útil. Doce poles de 22 en la temporada 2023 (y una 13ª que se esfumó por sanción) no reflejaban la magnitud del yugo al que Verstappen sometió a la parrilla, que se ha recrudecido con una intensidad variable, y una tendencia ligeramente opuesta a la de 2023: mejor a una vuelta que en carrera. Su última 'derrota' en este aspecto fue en Las Vegas, penúltimo evento de un 2023 que concluyó vengándose de su 'verdugo' Charles Leclerc por una décima en Abu Dhabi.
Australia abrió el tarro de las esencias en 2024, con una perfecta actuación de Oscar por parte del Red Bull RB20 en las dos primeras sesiones antes de dar el golpe final por tres décimas ante Leclerc. Ya con las caretas quitadas, Verstappen lideró todas las fases de la clasificación en Arabia Saudí y acabó con un similar margen al frente. Las fortalezas de Ferrari y de Carlos Sainz en Australia plantearon un primer desafío interesante, que el tricampeón mandó a paseo en la Q3 con solo dos décimas, previo a su primera 'derrota' del año.
La programación volvió a su orden habitual en Suzuka con otras tres décimas sobre el resto, aunque esta vez consiguió la pole por una décima debido a que su compañero Sergio Pérez sí hizo acto de presencia en primera fila. Esta saludable costumbre se repitió en China, donde los márgenes fueron más acusados: tres décimas con Pérez y cinco con los demás. Eso sí, asterisco al canto; la clasificación de la carrera sprint no deparó una pole, acabando cuarto en el caos meteorológico. Nada más que un pequeño rayón en una inmaculada pintura.
Las diferencias con el resto de la parrilla se redujeron en todos los sentidos en Miami, donde la no-victoria vino acompañada de dos clasificaciones en las que solo aventajó a Leclerc por una décima. La iniciativa de la persecución, eso sí, parece pertenecerle ahora a McLaren, cuyos dos pilotos se quedaron a menos de una décima en Imola. No fue la pole, pero estuvo más cerca que nunca de serlo. Una vuelta de tuerca más, y la racha puede ser historia en cualquier momento. Aunque, realmente, ya es historia.
Fotos: Red Bull Content Pool / McLaren F1 / Williams F1 Media