GP MalasiaVettel rompe la hegemonía de Mercedes y Ferrari vuelve a ganar

Sebastian Vettel ha conseguido lo impensable: devolver a Ferrari a una victoria y acabar con la hegemonía de Mercedes. El alemán, en su segunda carrera con el Cavallino Rampante, se ha impuesto a Lewis Hamilton y Nico Rosberg, que no podrán cumplir ese sueño de hacer pleno para las flechas plateadas. Fernando Alonso ha abandonado en la vuelta 22 para prevenir una avería grave en el motor, Carlos Sainz ha finalizado octavo y Roberto Merhi, último.

Ferrari amarra la victoria en boxes

La salida se produjo según el guión previsto: Hamilton escapándose, Vettel intentando aguantar y Rosberg llevándose lo que quedaba por detrás. Un toque de Nasr provocó un pinchazo de Räikkönen, y uno de Bottas otro sobre Maldonado, pero nada grave en la parte de arriba.

Sin embargo, un inesperado acontecimiento provocó un huracán que a la postre sería definitivo para el resultado final de la carrera. Marcus Ericsson se salió de pista a final de recta y se quedó atrapado en la gravilla. El sueco no pudo sacar el coche, y la grúa hizo su aparición, por lo que el safety car hizo su aparición. Todos los pilotos decidieron aprovecharlo para entrar en boxes y cambiar a neumáticos duros, más resistentes que los medios y estirar así un segundo stint lo máximo.

¿Todos? No: Sebastian Vettel se quedó en pista. Ferrari decidió esperar ante una posible lluvia que no apareció finalmente, y mientras los Mercedes se vieron obligados a remontar, el alemán se escapaba al frente de la general.

20 vueltas y adiós de Alonso

Por detrás, al fondo de la parrilla, los McLaren intentaban sobrevivir. La disputa de las carreras para el equipo de Woking se reduce a eso. Fernando Alonso, en su primer Gran Premio de la temporada, empezó a remontar poco a poco hasta que, en la vuelta 20, recibió un aviso por radio: tenía que entrar en boxes para abandonar, porque había un problema en su MP4/30. El asturiano obedeció, porque visto lo visto era preferible conservar el motor que arriesgarse a otra rotura.

Alonso cerró su primera participación en 2015 en la vuelta 22, y aunque las sensaciones son razonablemente positivas, aún está muy lejos de lo deseado. También Jenson Button, este mucho más tarde, entró en boxes para prevenir una rotura de motor.

Brillante lucha de Sainz y Verstappen

Carlos Sainz fue uno de los pilotos más activos de la carrera. El madrileño remontó desde la 15ª posición hasta la octava, aunque hubo momentos en los que rodó cuarto. Con cabeza, frío y sin ponerse nervioso en su segundo GP de la temporada, supo leer muy bien en qué momentos tenía que atacar y en cuáles esperar.

Uno de estos fue justo al final, cuando Max Verstappen fue su rival a batir. En las vueltas finales, con neumáticos duros frente a los medios del holandés, abrió la puerta sin problemas para evitar cualquier incidente con su compañero. Los Toro Rosso han cuajado una actuación brillante, en la que además han superado a los dos Red Bull, ya que Kvyat fue noveno y Ricciardo, décimo.

Hamilton se queda corto

En las vueltas finales, la desesperación de Hamilton se hacía patente. El británico, con Rosberg llegando por detrás también, se quejó por radio de que no le dieran instrucciones: su obsesión era alcanzar a Vettel. El alemán, con más de 13 segundos de ventaja, vio reducida la distancia con su perseguidor en sólo 8 segundos.

Al final, acabó rindiéndose a la evidencia: Ferrari volvía a ganar después de dos años, ya que la última del Cavallino fue en España 2013, cuando Alonso subió a lo más alto en Montmeló. Vettel sumó su cuadragésima (40ª) victoria, primera con Ferrari y en Maranello vuelven a sonreír: han vuelto.

Fotos: Ferrari