GP Gran Bretaña[Vídeo] GP Gran Bretaña 1986: Mansell gana en el adiós a Brands Hatch

El circuito de Brands Hatch, que se alternó con Silverstone en la organización del Gran Premio de Gran Bretaña desde 1963, acogió a la Fórmula 1 por última vez en 1986. Nigel Mansell ganó en un domingo que supuso además el final de la carrera de Jacques Laffite.

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Publicado: 11/07/2017 20:30

El circuito de Brands Hatch. Foto: brandshatch.co.uk

Ya no se hacen circuitos como Brands Hatch, no fruto del ordenador, sino de la adaptación al entorno. El circuito ubicado en el condado de Kent, al sureste de Londres, una auténtica montaña rusa de múltiples subidas y bajadas, albergó el Gran Premio de Gran Bretaña en doce ocasiones entre 1963 y 1986, alternándose con Silverstone. Además, fue sede del Gran Premio de Europa en 1983 y 1985.

En esa última ocasión, Nigel Mansell logró su primera victoria, al volante del Williams-Honda FW10, el primer coche del equipo de Sir Frank con chasis de fibra de carbono. Su sucesor, el FW11, era aún mejor, y antes de la cita británica Nigel ya había ganado en Bélgica, Canadá y Francia. Pese a ello, llegó a Brands Hatch un punto por detrás de Alain Prost.

Nelson Piquet se hizo con la pole, casi medio segundo por delante de Mansell. En la salida, Thierry Boutsen (Arrows-BMW) perdió el control de su coche y eliminó su compañero Christian Danner y a los Osella de Piercarlo Ghinzani y Allen Berg. Pero el peor parado fue Jacques Laffite. El veterano francés, de 42 años, chocó frontalmente contra el guardarraíl con su Ligier-Renault y se fracturó las dos piernas. Fue el punto final a una carrera que había comenzado en 1974 y en la que había conseguido seis victorias, todas ellas con el equipo francés. Además, el accidente le impidió superar el récord de Grandes Premios disputados, que hasta entonces compartía con Graham Hill, con 176.

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Tras la segunda salida, la carrera fue un asunto particular entre los pilotos de Williams que se resolvió a favor de Mansell. Prost, tercero, acabó doblado; Arnoux, con el segundo Ligier, a dos vueltas, y los Tyrrell-Renault de Martin Brundle y Philippe Streiff, a tres. Mansell le cogió el gusto a ganar en su tierra natal: repetiría en Silverstone en 1987 (en una nueva lucha intestina con Piquet), 1991 y 1992, el año en que por fin ganó el Mundial.

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