[Vídeo] Lo mejor y lo peor del GP de Hungría de F1 2020

El tercer Gran Premio de la temporada realmente arrancó instantes antes de que los 20 monoplazas que conforman la parrilla de Fórmula 1 ocupasen su posición en la recta principal del Hungaroring: Max Verstappen perdía el control de su RB16 tras apenas unas curvas y lo dejaba hecho trizas contra las protecciones, con muy poco tiempo para que en Red Bull pudieran subsanar el error del piloto neerlandés. Para colmo de males, la suspensión delantera del monoplaza parecía estar afectada, complicándolo todo un poco más.

Por fortuna, los mecánicos del llamado a ser campeón del mundo en el futuro lo dieron todo y consiguieron, después de dejar una imagen para el recuerdo con todos encaramados en el morro del coche, que Verstappen tomase la salida con absoluta normalidad. «Estaba como nuevo», confesó el #33 nada más acabar la carrera y agradecerles su gran esfuerzo. Al frente, la hilera de cuatro Mercedes, dos de ellos del equipo oficial y otros dos con un toque rosado, duró poco después de que Sergio Pérez tras sus mareos del sábado y especialmente Valtteri Bottas patinasen de más en los primeros metros.

Mientras que Verstappen fue el único que pudo batallar con uno de los Mercedes, Hamilton no tuvo piedad alguna y sacó el martillo a pasear una vez más, llegando a doblar hasta el sexto clasificado, que en esta ocasión fue Sebastian Vettel, a punto incluso de alcanzar a Alexander Albon. Las condiciones de mojado iniciales demostraron no ser ningún impedimento para que el hexacampeón británico desplegase todo su potencial a bordo del W11 tanto con neumáticos intermedios como compuestos de seco una vez que se hizo carril en la pista.

El que va a tener pesadillas cada vez que pise la calle del pitlane va a ser Carlos Sainz: después de que sus mecánicos tardasen 8 segundos en devolverle a la carrera en el GP de Estiria por un fallo humano, el denso tráfico provocado por todos los pilotos que pretendían hacer su parada a la vez que el madrileño le obligó a mantenerse en su posición de parada a pesar de tener ya los cuatro neumáticos montados, con la consecuente caída en la tabla.

Finalmente, el #55 terminó 9º aunque cruzase 10º la línea de meta gracias a una sanción de última hora a los Haas, asegurando que habría quedado incluso por delante de Daniel Ricciardo de no haber sufrido dicho contratiempo. Ferrarisufrió algo menos esta vez, a pesar de errores como el de Sebastian Vettel que le hicieron perder la quinta posición frente a Albon, pero un SF1000 «inconducible», tal y como lo catalogó Charles Leclerc, seguirá siendo el mayor calvario de los de Maranello de ahora en adelante.