De Honda... a Guatemejor
A todas horas y desde que el rumor del posible cambio de McLaren a motores Renault se extendió como la pólvora la pregunta de muchos por WhatsApp, Facebook, Twitter y hasta por señales de humo es la misma: ¿va a ganar Alonso con esos motores? ¿De verdad van a querer ese propulsor que impide ganar carreras a Red Bull y somete a ser antepenúltimo al equipo que lo fabrica?
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Publicado: 05/09/2017 17:30
Todos niegan el acuerdo de facto pero de vez en cuando se les escapa entre dientes que andan ‘estudiando la posibilidad, que andan negociando, que si las condiciones’ McLaren y su gente dicen que haber no hay nada, pero ni uno solo pronuncia la palabra Honda en sus comparecencias públicas. Los de amarillo dicen que no tienen recursos para atender a cuatro equipos pero no niegan nada concreto, en su horizonte no parece ningún pedrusco insalvable y sueltan un ‘podría ser’.
Por su parte los Honda no quieren ni oír la palabra separación y están como el coronel de García Márquez, que no tienen quien les escriba su nombre sobre la línea de puntos. Cuando sus soldados se cruzan por el paddock con gente vestida de amarillo apuntan sus rasgados ojos hacia arriba, se revisan el nudo de los zapatos, y echan la visual a otro lado con el temor de cruzar sus miradas con los que pueden ser sus verdugos.
Estos no es culpa de los galos pero esto que a día de hoy no pasa de ser un mero rumor de cafetín, ante las evidencias de la contundente y triste realidad por la que pasa el equipo McLaren desde que se desposó con la geisha japonesa, nadie duda de que los papeles del divorcio están firmados y reposan en la oscuridad un maletín de piel de la buena a falta de ser presentados ante notario.
La siguiente pregunta es si este trile va a enmendar la plana de un equipo llamado a triunfar y en el que tienen menos que celebrar que un embargado bancario sin techo. Deportivamente los de Woking se encuentran en la miseria más absoluta. Su chasis es muy correcto, de ahí las exuberantes salidas que de vez en cuando nos regala el de Oviedo como en Spa, su aerodinámica es correcta en curva rápida aunque no del todo eficaz ante la falta de empuje de un motor cuya caballería es algo justa, pero amigo su motor aporta una potencia mejorada aunque exigua a lo que hay que añadir una fiabilidad lamentable.
Se han visto trazas de mejora, pero han sido puntuales y poco consistentes
Lo peor no es la paupérrima situación general sino que no se vislumbre un avance contundente que recorte tiempos con los de delante. Si cierto es que en determinados circuitos se han visto trazas de mejora, han sido puntuales, poco consistentes, y quizá más producto de unas condiciones favorables o el acierto de sus pilotos que de unas mejoras dignas de ser tomadas en serio. Avanzan, pero siguen estando lejos de ser las necesarias para plantar cara con dignidad ante los embates del resto.
De poco sirvió al asturiano salir como un cohete en Bélgica si vuelta tras vuelta le iban pasando los adelantados unos pocos giros antes gracias al mérito de sus manos. Ese lastimero mensaje por radio, que se ha convertido en un meme, con el consabido “nopagüer, nopagüer” es ya un clásico entre los chascarrillos digitales. Pocos se explican como domingo tras domingo el de Oviedo se queda tirado y consigue sonreír ante la cámara de Noemi de Miguel mientras el resto sigue en carrera. Si Fernando Alonso no dispusiera de esas toneladas de autocontrol que demuestra seguramente querría asesinar a alguien con la saña y profesionalidad de un sicario de Pablo Escobar.
La situación es más sangrante si se rasca un poco bajo la superficie. Cada vez que el bicampeón coincide por el paddock con Daniel Ricciardo se muerde el labio inferior. En Woking creen que su coche no es mucho peor que el RB13, pero el australiano aún no ha quedado por debajo del quinto puesto cuando ha acabado sus correspondientes trescientos kilómetros, se ha encaramado media docena de veces en el pódium y ha ganado en una ocasión con un motor Renault. ALO sueña con eso y sabe que si el eternamente risueño corredor de Perth puede hacerlo, con ese motor él también puede pero no tiene un motor Renault, o no al menos a día de hoy. No hay que desdeñar un par de datos: los del rombo se han marcado seis victorias y treinta y ocho cajones desde 2014. Nadie debería dudar de que hubieran sido unos cuantos más en caso de que durante ese mismo periodo McLaren hubiera portado sus mecánicas.
En la parrilla hay tres menús: el del Asador de Aranda, el del Foster´s Hollywood, y el del Burger King. Si entras en los tres sitios te puedes llenar el buche dignamente, sales sin hambre, y la comida alimenta. La diferencia clave, lo que separa de forma ineludible a unos de otros no estriba tanto en el volumen de la factura o la calidad de sus platos, sino en la servilleta que te ponen. Mercedes y Ferrari pertenecen a la élite de la gastronomía del Aranda. A este restaurante suelen ir los jugadores del Real Madrid a cenar cuando tienen que celebrar ligas y champions, y sus servilletas son de tela, de las buenas.
Curiosamente en el hospitality de Renault ponen unas servilletas oscuras muy parecidas a las que usas para limpiarte las manos en el Foster´s. Están dobladas cuidadosamente, te secan bien los dátiles, pero son de papel, no del malo, pero papel. Honda es la servilleta de papel que tienes que servirte tu mismo del dispensador del Burger King que hay en la salida de tu barrio, al lado de la gasolinera. El papel es reciclado, a veces están arrugadas y el camarero eres tú. Los de las coronas de cartón tienen su negocio, acude más gente que al Aranda y al Foster´s juntos, pero no es lo mismo, no lo es.
A Honda hay que quererles por mil razones, pero hoy día nadie les quiere. McLaren no les quiere, Sauber no les quiere y el Toro Rosso no te creas que estarían la mar de satisfechos al acogerles si se acabase por decidir la rumoreada maniobra. Los juniors de Red Bull dan la callada por respuesta y la casa matriz tiene varias razones por las que aceptar de buen grado, que no de buena gana, el trueque del que se habla. Son el menú menos favorable de la gastronomía de Liberty.
Conclusión
De acuerdo con el actual escalado de eficiencias los hipotéticos McLaren-Renault mejorarían con toda seguridad y podrían ponerse fácilmente a la altura de los hasta hoy cuartos invitados de la fiesta, los Force India, y con posibilidades de echarse encima de los Red Bull de forma puntual. ¿Podrían estar en la zona de puntos? Sin duda. ¿Podrían alcanzar el pódium? Sí, es muy posible. ¿Podrían ganar carreras? Con la eficiencia de hoy difícil aunque viable. ¿Títulos? Apuesta tu dinero, tu coche, tu casa, y todos los miembros de tu familia a que eso no lo pillan ni en sueños. No porque no puedan o sepan, sino porque tendrán que pasar por encima de los actuales dominadores, que tendrán que dormirse, McLaren acelerar y crecer como nunca, y luego cruzar los dedos para que Renault-equipo no crezca y se acabe convirtiendo en el enemigo a batir.
Esta empresa, en el mejor de los casos, les llevará a todos no menos de cuatro o cinco años. Para entonces la F1 será otra, Liberty habrá escrito nuevas reglas, habrá otros motores, otras ecuaciones, con toda seguridad otros referentes, llega Porsche, la electrificación El cambio a Renault lavará la cara, pero será pan para hoy, hambre para mañana. A lo mejor les empieza a salir a cuenta hablar con la sección de motores de sus coches de calle y hacerse el suyo propio, ¿no, Zak?