Virutas F1Las notas se reparten a fin de año
Don Silverio era un profesor chapado muy a la antigua. Mostacho a lo Chase Carey, chaleco abotonado sobre camisa de franela, pantalones de pana, zapatos castellanos, reloj de bolsillo y dedos amarillentos del tabaco. Pero Don Silverio no era un mal maestro.
12 min. lectura
Publicado: 01/12/2017 12:30
Paternalista y condescendiente, repartía notas con generosidad a final de cada curso, notas que dejaban contentos a padres y alumnos a los que rara vez suspendía a los menos dotados de su clase. Si hubiera sido contemporáneo nuestro, ahora mismo estaría escribiendo a mano las notas de fin de curso, llamando uno a uno a sus alumnos y entregándoles en mano un boletín verde que llevar a sus padres en forma de díptico.
No hay recuperaciones de septiembre en la Fórmula 1, de ahí que en esta evaluación contínua que somete a la manada al escrutinio de cada fin de semana, se echan cuentas antes de las navidades.
Mercedes
Hay muchos boletines, pero sobresalen varios, ya sean por buenos o por malos. Brillan con luz propia Mercedes y Lewis Hamilton. El británico ha rendido como nunca y ha sido el más constante de todos hasta que se llevó su título. A partir de ahí relajación. Su equipo, campeón de constructores por cuarto año consecutivo, con un coche excelente, un motor prodigioso, el pilotaje extraordinario de su primer espada, y con una estructura que ha funcionado como un reloj suizo sin los fallos estratégicos de otros años.
A pesar de ello no lo ha tenido fácil, con un Valtteri Bottas que no ha rendido como Nico Rosberg y con unos Ferrari más cerca que nunca desde que llegó la era híbrida. Para Mercedes un 9, para Lewis un 10 y para el finlandés un 7 pelaito por tener el mejor coche de forma promediada y no haberle sabido sacar partido.
Ferrari
Ferrari ha dado este año un salto de gigante y como coche ha estado, por primera vez en años, por encima de Mercedes en varias ocasiones. Sus pilotos han estado fallones, aunque a veces se les ha notado en exceso la presión a la que les somete Sergio Marchionne y un discutido Maurizio Arribavene. El caso de Kimi Raikkonen es tan poco sorprendente como decepcionante: nunca, jamás, desde que volvió a Ferrari, ha estado por encima de sus compañeros de equipo. Cinco victorias y trece podios de Sebastian Vettel, por ningún triunfo y siete cajones del finlandés es una diferencia más que notable. Al menos la diferencia de puntos que le sacaba Alonso ha disminuido.
Un 8 para Ferrari por el enorme esfuerzo pero por no saber mantener la constancia necesaria, 7 para el germano con tarjeta amarilla por su feísimo detalle de arrojarle su coche a Lewis en Baku, y un 6 al Hombre de Hielo, a ver si se acaba de descongelar.
Red Bull
Red Bull ha firmado como equipo una campaña extraordinaria, la más sorprendente de los tres grandes. Lastrados por un motor menos dotado, cuando Renault abría el grifo de la potencia tendía a romperse, pero el rendimiento era muy superior. Gracias a ese truco, y el buen hacer del rebaño de Newey pasaron en un año de estar a casi 1,3 segundos en el cualifáin australiano a pelear por la pole en México. Un 9 para el equipo, lo mismo para Daniel Ricciardo, y un 7 para Max Verstappen, con mucho error al principio de la temporada.
Force India
El Campeón-de-todos-los-demás vuelve a ser Force India, excelsos en su cuarto puesto, los verdaderos jefes de los que no tienen acceso a los triunfos. Constantes, serios, eficientes más que eficaces. Nos dedicaron una lucha fratricida entre el correoso Checo Pérez y un sorprendente Esteban Ocon, que se ha subido a las barbas del mexicano. Su diferencia habitual era casi siempre inferior a una décima, con 100 puntos en la tabla final para Checo y 87 para el galo.
Hubiera sido interesante ver el resultado en caso de la inexistencia de órdenes de equipo en una de las guerras internas más duras y apretadas de los últimos años. Si Checo pudo someter con mano de hierro a todo un ganador de Le Mans, Hulk, a este debería haberle arrasado y esto no ha ocurrido. Un 9 para el equipo, otro para Ocon y un 7,5 para el mexicano, que con su experiencia debería haber opuesto mayor resistencia ante el ataque de un postnovato en su primera temporada completa.
Williams
Flojos sin más en Williams, inanimados. Massa de recogida y sin jugarse nada, y un Lance Stroll irregular y lejos de lo requerido. Sí, subió una vez al cajón, enhorabuena, pero Felipe Massa le atizaba con regularidad capuanas de seis, ocho décimas o más. No hay mejor escuela para pilotos de Fórmula 1 que la Fórmula 1 pero a esta escuela se viene aprendido.
Stroll paga su no-paso por alguna de las categorías intermedias en las que no estuvo, tipo World Series o Fórmula 2, y debería. Temporada floja de todo el conjunto. Sin puntuación, a mejorarse.
Renault
Renault hace lo que que hace siempre. Llegan en un plano poco favorable, crecen, y antes o después acaban ganando. En un año han pasado de novenos a sextos, no falla, ninguna sorpresa aquí. La sorpresa sí que fue el fichaje de Carlos Sainz antes de acabar la temporada. Desplazó al poco afortunado Jolyon Palmer, rebañó cinco puntos en su debut yankee, abandonó por avería en su segunda cita, quedó undécimo en la tercera y en Abu Dhabi un mecánico le apretó mal la rueda que le dejó tirado de forma instantánea cuando era previsible que acabase entre el sexto y el noveno.
Año de crecimiento exponencial para el equipo, así que un 9, eficiencia pero sin brillos para Nico Hülkenberg y Don Silverio le atiza un 7,5 y de proyección de Sainz al que el profesor otorga un 9 gracias a su cuarto puesto en Singapur bajo la lluvia. En Toro Rosso hubieran aguantado mejor con él a bordo, pero se han hundido en la tabla con sus dos novicios recién llegados.
Toro Rosso
Precisamente los junior de Red Bull hacen lo que pueden con una plantilla esplendorosa y muy bien dotada pero con un presupuesto ajustado. El año que viene, con Honda experimentando por si suena la flauta para ver si acaban motorizando a todo el grupo no lo van a tener fácil, a menos que los japos nos sorprendan a todos con más potencia y fiabilidad. La coctelera que ha organizado Marko en su autoescuela con constantes cambios de pilotos, corredores apeados en mitad de la temporada o la llegada de premiados de otras categorías son un castigo para Franz Tost, al que a cada mañana le cambian un guión con que cualquier día acaba mal de la cabeza. Con una gestión veleta, un resultado veleta.
Muy flojo Daniil Kyvat, Pierre Gasly y Brendon Hartley acaban de caerse dentro de los coches y sería injusto juzgarles por tan poco tiempo en pista, y la gran mayoría de puntos fue recaudada por el egresado Sainz. Un año complejo, mejor sin puntuación porque el suspenso sería para Herr Marko y no para los curritos.
Haas
En el contrapodio, el que empieza por abajo de manera ascendente, están los Haas, clasificados exactamente igual que el año pasado aunque paradójicamente con casi el doble de puntos. Ni frío ni calor, no emocionan.
McLaren
Tras ellos McLaren, con la desgracia de haberse casado con la maquinaria inadecuada y de la que se divorciaron de facto tras cruzar la línea de meta de Abu Dhabi. Duro estreno para Stoffel Vandoorne al que apenas se le han podido ver las capacidades que atesora, y oooootra temporada de padecimientos para un Fernando Alonso que sacó en ocasiones petróleo sin apenas premios de un chasis muy decente, una aerodinámica correcta y un motor al que parecía que le daba cuerda el vago del pueblo. Mucho respeto por Honda, muchas gracias por su aportación, pero el desatino ha marcado récords.
Ah, y quien diga que los motores Honda no mejoraron a lo largo del año, que eche un vistazo al adelantamiento de Alonso a Felipe Massa, con su Williams Mercedizado en una recta de Yas Marina. En todo caso, mejor no puntuar que nos calentamos. El año venidero será mejor.
Sauber
En el farolillo rojo y de manera alineada con las matemáticas, Sauber, el equipo más pobre de toda la clase. Con motores Ferrari del año pasado, sin pelas, con medios limitados y pilotos sin posibilidades, mejor sonreírles y desearles lo mejor en el futuro. Si finalmente llega Charles Leclerc y posiblemente Antonio Giovinazzi, algo que aún ha de confirmarse, el evidente apoyo de Ferrari a través de la estampación de pegatinas de Alfa Romeo igual, de golpe, les va mejor. Aliquindoi con ellos, pero este año, kaputt.
¿Que más para el año que viene? Bueno, Don Silverio ya anda revisando el plan de estudios y nos ha prometido una proyección de lo que pueden ofrecer los alumnos en lo venidero después del recreo. Vamos a bajarnos al patio que en la clase de las niñas ya han acabado y andan por ahí dando vueltas con sus uniformes. Quedamos a la espera de la clase del profe mientras desarrollamos nuestras dotes de relaciones públicas.