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Encuentran el modo de aumentar un 70 % la autonomía de los coches eléctricos, y la fibra de carbono es la clave

La empresa sueca Sinonus ha desarrollado una batería estructural con electrodo de fibra de carbono que mejora la autonomía, al tiempo que reduce el peso y acelera el proceso de recarga. Sin embargo, no es más que uno de tantos proyectos aún en ciernes.

Encuentran el modo de aumentar un 70 % la autonomía de los coches eléctricos, y la fibra de carbono es la clave
La autonomía de un coche eléctrico no sólo depende de las baterías, sino también del peso del vehículo.

4 min. lectura

Publicado: 01/08/2024 17:00

En la incesante búsqueda de la mejora de rendimiento de los coches eléctricos, la clave reside en las baterías y su capacidad para influir en la autonomía, el consumo de energía y los tiempos de recarga.

Con el objetivo de revolucionar el mercado a través de una tecnología que suponga un cambio de status, Sinonus está utilizando una fibra de carbono especial que se puede emplear como componente estructural en máquinas y vehículos, actuando como el propio chasis y batería a la vez.

Esta innovación aborda el problema del peso en los coches eléctricos causado por las baterías. El uso de esta fibra de carbono reduce el peso total del vehículo, lo que resulta en una mayor autonomía, tiempos de carga más rápidos y una vida útil más prolongada.

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Aunque las baterías estructurales tienen menor densidad energética que las tradicionales, el ahorro de peso y la mayor seguridad compensan esta desventaja.

Prototipo de electrodo de fibra de carbono

Así es la batería de fibra de carbono de Sinonus

El desarrollo de esta tecnología se remonta a investigaciones de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Suecia en 2018, donde se descubrió el potencial de las baterías estructurales de fibra de carbono.

Estas podrían aumentar la autonomía de los coches eléctricos en un 70 % y son más seguras debido a la ausencia de sustancias volátiles, reduciendo el riesgo de incendios.

Los investigadores exploraron cómo la fibra de carbono podía desempeñar múltiples funciones, Por ejemplo, actuar como electrodos de baterías, almacenar energía y capturar energía cinética. Estimaron que el peso del vehículo podría reducirse en un 50 %.

La efectividad de la fibra de carbono como batería depende de su microestructura. Las fibras con cristales pequeños y mal orientados tienen buenas propiedades electroquímicas, pero son menos rígidas, mientras que las fibras con cristales grandes y bien orientados son muy rígidas, pero tienen bajas propiedades electroquímicas.

En los coches eléctricos, una ligera reducción de rigidez no compromete la estructura, permitiendo que la fibra de carbono con buenas propiedades electroquímicas, que es ligeramente más rígida que el acero, sea viable para su uso en baterías estructurales.

Esquema de batería de fibra de carbono desarrollada por Sinonus

Fase inicial de desarrollo

En el Leapmotor C01presentado hace dos años, se afirmó que la solución de baterías estructurales permitiría reducir un 20 % la cantidad de componentes y disminuir el peso del vehículo en 15 kg.

Este detalle es esencial para comprender cómo la compañía sueca planea utilizar la fibra de carbono como electrodos de la batería. Su CEO, Markus Zetterström, está convencido de que este desarrollo puede aplicarse a gran escala, abarcando no sólo coches eléctricos, sino también aviones y embarcaciones eléctricas.

Por ahora, las pruebas se están llevando a cabo reemplazando las baterías AAA de dispositivos electrónicos pequeños, por lo que aún queda mucho camino por recorrer antes de atisbar siquiera un futuro realista para esta tecnología.

Fuente: Forococheselectricos.com

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