Esta batería de roca volcánica reduce el gasto en un 45 % y se amortiza en 6 años
Una startup británica, Caldera, ha creado un sistema de baterías de aluminio y roca volcánica que promete una considerable reducción del gasto en energía térmica y en emisiones de CO2. Te contamos cómo funciona este invento.
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Publicado: 08/02/2024 17:00
El coste del gas, así como la volatilidad de su precio, representan un desafío significativo para la industria en lo que respecta a las facturas de energía. Y, paralelamente a eso, la energía solar está experimentando una reducción de precios de manera constante.
La startup inglesa Caldera quiere aprovechar esa situación y ha creado una batería termosolar que permite un considerable ahorro de gas y electricidad. Pero no lo ha hecho a través de una tecnología convencional.
Cómo funciona la batería volcánica de Caldera
El objetivo principal es permitir a los dueños de las fábricas aprovechar la electricidad solar de bajo coste, la cual puede ser almacenada en células altamente aisladas para su uso según sea necesario.
En el caso concreto de Caldera, esas células de almacenamiento de energía son baterías de aluminio y roca volcánica capaces de reducir la factura energética en un 45 %, al tiempo que disminuye radicalmente las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Cada unidad de calor o batería contiene un núcleo compacto de una mezcla de aluminio y roca volcánica. Dicho núcleo está rodeado por un material aislante al vacío que es capaz de retener calor en un rango de temperaturas entre 200 y 500 °C.
Cada batería es modular, por lo que el sistema puede escalarse según las necesidades de cada emplazamiento. Además, tiene la capacidad de almacenar el calor de manera altamente eficiente durante varias horas.
Gracias a ello, las baterías pueden suministrar calor según la demanda, manteniendo temperaturas óptimas entre 80 y 200 °C, ideales para numerosos procesos industriales.
Esto también permite a los usuarios industriales aprovechar la energía solar a un coste considerablemente bajo, generada localmente o en áreas cercanas, y almacenándola para su uso en el momento requerido.
Resultados muy prometedores
Los cálculos de la empresa británica se fundamentan en datos reales de una planta de procesamiento de alimentos en el Reino Unido, que ha implementado su propio sistema solar de autoconsumo.
Según la evaluación realizada por Gemserv, se estima un ahorro anual de energía de algo más de un millón de euros y una reducción de más de 1.000 toneladas de emisiones de CO2 al año. Según el análisis, la inversión en la instalación del sistema podría recuperarse en menos de seis años.
Para respaldar este desarrollo, el Departamento de Energía, Seguridad y Cero Neto del Reino Unido ha otorgado a Caldera cinco millones de euros para la construcción de una planta piloto a escala completa en Southampton. Esta planta servirá como un lugar de exhibición y prueba de la tecnología desarrollada por Caldera.
«Nuestro sistema omite completamente la necesidad de conectarse a la red, lo cual puede llevar años, y significa que el propietario de la fábrica puede generar y usar toda su energía solar a coste», explica James McNaghten, confundador y CEO de Caldera.
«Esto transforma la economía de la energía solar y brinda al propietario del sitio certeza de precios durante décadas, permitiendo a los fabricantes centrarse en su negocio principal, y no en el precio del gas», amplía.
«El informe de Gemserv respalda nuestros propios hallazgos internos. Creemos que la adopción generalizada del sistema de almacenamiento de calor industrial de Caldera traería beneficios significativos para muchos fabricantes británicos y podría tener un impacto positivo importante en nuestras ambiciones de cero neto», concluye.
Fuente: Ecoinventos