Así son las baterías redox libres de metales para almacenar energía renovable
Flexibilizar los excedentes de electricidad renovable es uno de los retos más urgentes para hacer posible el éxito de la transición energética. La electricidad verde necesita soluciones sostenibles de almacenamiento y la batería de flujo redox sin metal de JenaBatteries puede ser una de ellas.
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Publicado: 01/02/2022 13:00
La empresa alemana ha desarrollado una solución de almacenamiento segura y escalable que representa una alternativa a las baterías de iones de litio convencionales y otras baterías que contienen metales.
Las baterías de flujo redox (reducción y oxidación o liberación de electrones) son depósitos de energía electroquímica. Lo innovador de la batería de JenaBatteries es su material de almacenamiento sin metal.
Así funciona la batería redox de JennaBatteries
La energía no se almacena en electrodos fijos sino en un sistema escalable de tanques y celdas electroquímicas. Los dos tanques contienen una solución salina, cada uno con diferentes materiales de almacenamiento orgánicos y libres de metales para el polo positivo y negativo.
La solución salina se bombea a través de una celda. Debido a esta estructura, el rendimiento y la capacidad de las baterías es escalable de forma independiente. La cantidad de electrolito define la capacidad de la batería de flujo, y el área y el número de celdas el rendimiento. Esto permite que, en función de las necesidades, se adopte una solución de almacenamiento de energía para numerosas aplicaciones.
Libres de metales
Las sales orgánicas utilizadas en la batería de flujo de JenaBatteries ya se utilizan en otras áreas, como la fabricación de automóviles o la agricultura.
A diferencia de las baterías de litio, las de flujo redox de plomo-ácido, híbridas o basadas en vanadio no contienen metales pesados ni metales raros. «De esta manera, conservan tanto el medio ambiente como los recursos», señala la empresa.
Las baterías que contienen materias primas metálicas como el cobalto, el litio o el níquel, suelen provenir de países de origen inseguros extraídos en condiciones inhumanas y perjudiciales para el medio ambiente», reitera JennaBatteries. «Sin embargo, con sus componentes orgánicos libres de metales, las baterías de flujo son además baratas de producir en Europa».
La batería de flujo libre de metales también tiene otras ventajas. No es inflamable, ni explosivo y requiere poco mantenimiento. Con una capacidad de almacenamiento escalable de 400 kWh a 10 MWh, una potencia de 100 kW a 2 MW y una vida útil de más de 10.000 ciclos de carga, se postula como la solución óptima para clientes industriales, como operadores de energía eólica o sistemas fotovoltaicos.
Fuente: Forococheselectricos.comFotos: JennaBatteries