Las baterías de sodio quieren desbancar a las de litio. Su rendimiento en condiciones extremas es un gran ventaja

El mundo de la tecnología de baterías ha sido testigo de un cambio significativo en el último año, con las baterías LFP ganando protagonismo. Sin embargo, un nuevo competidor ha emergido en la escena: las baterías de sodio.

Un sector que ha despertado particular interés en esta tecnología es el de los vehículos de dos ruedas, donde las celdas de 48 V, 60 V y 72 V se presentan como una excelente alternativa. Y lo cierto es que estas baterías de sodio están superando las expectativas en cuanto a su rendimiento, tanto en carga y descarga como en vida útil.

La química estable del sodio reduce la probabilidad de fuga térmica, lo que añade una capa adicional de seguridad

Rendimiento con temperaturas extremas

Uno de los aspectos clave que impulsa el interés en las baterías de sodio es su excepcional rendimiento en condiciones de temperatura extrema.

A diferencia de otras químicas de baterías que se ven afectadas negativamente por el calor y las bajas temperaturas, el sodio mantiene su estabilidad y eficiencia en todo tipo de rangos térmicos.

Esta estabilidad inherente reduce significativamente los riesgos de fuga térmica, convirtiéndolas en una opción más segura para aplicaciones en regiones con climas cálidos.

Las pruebas realizadas por Biwatt revelan que el modelo Biwatt PC-60V20Ah, trabajando en un entorno con una temperatura de 55 ºC, alcanza una temperatura máxima de la batería de 63ºC. Además, la diferencia de voltaje máxima es de únicamente 46 mV, y la tasa de retención de capacidad es excepcionalmente alta, alcanzando el 97 %.

Otra característica destacada de las baterías de sodio es su sólido rendimiento en condiciones de bajas temperaturas. A diferencia de las baterías de iones de litio tradicionales, que suelen sufrir una disminución significativa de rendimiento en el frío, las baterías de sodio han demostrado excelentes capacidades de descarga y velocidad incluso cuando la temperatura desciende considerablemente.

Este aspecto es crucial no sólo para vehículos, sino también para aplicaciones como el respaldo de la red eléctrica o sistemas residenciales en países del centro y norte de Europa, donde el invierno puede causar una pérdida notable de capacidad en las baterías de litio.

Las pruebas realizadas por Biwatt muestran que la misma batería PC-60V20Ah puede mantener su potencia de salida en condiciones de temperatura ambiente ultrabaja de -30 ºC. La temperatura máxima de la batería en este escenario es de -5 ºC, la diferencia de voltaje máxima es de 232 mV y la tasa de retención de capacidad alcanza el 90,5 %.

Ventajas clave de las baterías de sodio

Las baterías de sodio ofrecen una serie de ventajas significativas, comenzando por un amplio rango operativo. Como ya hemos visto, estas baterías pueden operar eficientemente desde temperaturas bajo cero hasta calor extremo.

Esto proporciona un almacenamiento de energía estable y consistente, lo que las convierte en una solución fiable para vehículos eléctricos independientemente del clima.

La seguridad es otra de las ventajas. La química estable del sodio reduce la probabilidad de eventos de fuga térmica, lo que añade una capa adicional de seguridad, especialmente en condiciones de alta temperatura.

Además, la capacidad de mantener el rendimiento en ambos extremos del espectro de temperatura contribuye a la durabilidad y fiabilidad a largo plazo de estas baterías.

Finalmente, el uso del abundante recurso del sodio contribuye a reducir el impacto ambiental, lo que favorece la descarbonización del transporte y lo hace más respetuoso con el medio ambiente.

En definitiva, las baterías de sodio están demostrando ser una alternativa prometedora en el mundo de la energía y la movilidad, gracias a su impresionante rendimiento en temperaturas extremas y sus ventajas clave. Estas baterías podrían desempeñar un papel crucial en el impulso hacia un futuro más sostenible y eficiente en términos energéticos.

Fuente: Forococheselectricos.com