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China atisba un colapso energético tras cometer un error fatal en su política de incentivación renovable

La mayor potencia mundial en materia de energía renovable y movilidad eléctrica ha cometido un error que está convirtiendo un éxito espectacular en un grave problema. Y es que los 1.200 GW de producción de energía eólica y solar no están siendo aprovechados.

China atisba un colapso energético tras cometer un error fatal en su política de incentivación renovable
China es líder indiscutible en producción de energía renovable, pero eso se ha convertido en un problema. - DALL-E (generada por IA)

6 min. lectura

Publicado: 05/09/2024 12:00

Llevamos tiempo contándote que China se ha convertido en el incuestionable líder de sectores clave del panorama energético y automovilístico mundial.

El gigante asiático domina mercados como el del coche eléctrico, las energías renovables, el tratamiento y suministro de materiales estratégicos como las tierras raras y, obviamente, las baterías, que monopolizan no sólo los productos de movilidad y energía, sino también los electrónicos.

En los últimos años, China ha reducido en un 80 % los permisos para la construcción de nuevas plantas eléctricas de carbón

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Uno de los aspectos clave a la hora de colocar a China en esta situación de privilegio es la aplicación de una política de incentivos y privilegios que, durante varios años, le han otorgado una ventaja notable sobre sus rivales, principalmente Europa y Estados Unidos.

Sin embargo, en lo relativo a las energías renovables, esa misma política que ha hecho posible que China alcance el hito de los 1.200 GW de producción, se ha convertido en un problema a consecuencia de un error a priori sin importancia.

Una descomunal producción renovable desperdiciada

China lidera en capacidad instalada de energías renovables a nivel mundial, con un enfoque importante en la energía fotovoltaica.

Para gestionar la variabilidad de la producción solar, especialmente en momentos en los que las plantas no generan energía, el país ha impulsado la fabricación de sistemas de almacenamiento en baterías, en su mayoría de iones de litio.

Sin embargo, la producción de estas baterías es tan masiva que muchas no se utilizan plenamente, lo que plantea un problema para la red eléctrica china.

Aunque el país alcanzó una capacidad de almacenamiento de 44 GW a mediados de 2023, superando sus objetivos para 2025, el uso de estas baterías sigue siendo limitado.

China necesita muchas más baterías, y también encontrar el modo de incentivar su uso.

China ha experimentado un enorme crecimiento en energía solar y eólica, llegando a unos impresionantes 1.200 GW de producción este verano, mucho antes de lo previsto. A pesar de este avance, una gran parte de la energía generada podría desperdiciarse si no se optimiza su almacenamiento.

En este sentido, China tiene dos problemas. El primero es el enorme desequilibrio entre producción y capacidad de almacenamiento, siendo esta última de un exiguo 14 %.

Pero el segundo problema es el principal. Este radica en los incentivos del gobierno chino, que promueven la instalación de sistemas de almacenamiento en parques renovables, pero no incentivan su uso efectivo.

Las baterías, pensadas para cubrir picos de demanda o suplir la falta de generación renovable, a menudo no son empleadas debido a que las centrales térmicas, especialmente las de carbón, cubren esos picos gracias a sus precios bajos y fijos.

El carbón al rescate

China sigue siendo el mayor productor e importador de carbón del mundo, con más capacidad de producción de carbón en construcción que cualquier otro país.

Aunque la infraestructura de almacenamiento de energía es enorme, su uso es mínimo: en el primer semestre de 2023, las baterías solo estuvieron activas un 9 % del tiempo, operando en promedio una vez cada dos días. Esto refleja un desequilibrio entre la capacidad instalada de almacenamiento y su aplicación real en la red eléctrica china.

Los analistas consideran que una solución al problema que afronta China sería aplicar un sistema de precios variables durante el día a la electricidad. Esto, que ya existe en otros países crearía un arbitraje de comercio de energía que los sistemas de almacenamiento de energía aprovecharían en detrimento de las centrales térmicas.

Las energías renovables superarán pronto al carbón en China, pero esta no puede prescindir de él todavía. Imagen: Unsplash

Por otro lado, en los últimos años China ha reducido en un 80 % los permisos para la construcción de nuevas plantas eléctricas de carbón, que todavía representan el 65 % de sus fuentes de energía.

Esto deja claro que el futuro de las plantas de carbón en China está en declive. La Administración Nacional de Energía (NEA) ha proyectado que para 2026 la capacidad instalada de energía fotovoltaica superará la del carbón.

China es ya una potencia en energías renovables, pero necesita desarrollar una infraestructura eficiente de almacenamiento de energía a gran escala. Esto sería un paso clave para que el mayor emisor de dióxido de carbono (CO₂) del mundo se transforme en una referencia real de sostenibilidad global.

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