Esto es lo que se degradan realmente los paneles solares con el paso de los años

No existen muchos datos acerca de la duración real de los paneles solares, así como de los índices de degradación de las células fotovoltaicas que los forman.

La tecnología ha evolucionado mucho en los últimos años y las tasas de conversión de energía son cada vez mayores. Sin embargo, hablamos de un mercado de reciente expansión que aún no ha madurado lo suficiente como para apoyar con hechos los teóricos datos de vida útil que prometen los fabricantes.

El coste de los módulos fotovoltaicos ha caído un 85 % en los últimos 10 años

Actualmente, un panel solar monocristalino de tipo PERC promedio ofrece un mínimo de 20 años de garantía de vida útil. Esto, en la práctica, lo que promete al cliente es que dichos paneles mantendrán al menos un 80 % de su rendimiento pasado ese periodo de tiempo.

Con el objetivo de arrojar algo de luz a este periodo teórico de producción solar, un equipo de investigadores de los Laboratorios Nacionales Sandia estadounidenses ha elaborado un estudio en el que determina el índice de degradación de una buena parte de los módulos fotovoltaicos presentes en el mercado.

13 tecnologías y 7 fabricantes fotovoltaicos a estudio

El equipo de Sandia pone de manifiesto que, en los últimos 10 años, el coste de los módulos fotovoltaicos ha caído un 85 % gracias a las economías de escala, el uso de nuevos diseños de celdas de mayor eficiencia, la automatización de la producción líneas, cambios en los materiales, nuevos encapsulantes y láminas posteriores, etc.

Pero no existen datos que avalen la influencia de esa reducción de costes en la vida útil de los paneles solares, lo que puede afectar de manera crucial al coste nivelado de la electricidad. Es decir, a la balanza entre el ahorro de la energía eléctrica y el coste de la inversión.

Para arrojar luz sobre ello, el equipo de investigadores compró más de 834 módulos que representan 13 tecnologías diferentes de 7 fabricantes. Todos ellos fueron instalados en tres ubicaciones diferentes que representan una variedad de climas: Colorado, Florida y Nuevo México.

Una vez hecho esto, se procedió a medir el rendimiento en condiciones de prueba estándar al comienzo del estudio. Igualmente, se examinó la estabilización de energía inicial y se monitorizaron periódicamente los módulos hasta cumplir un periodo total de 5 años, con el que determinar las tasas de degradación a lo largo del tiempo.

Estos fueron los resultados

Según el estudio publicado por Sandia Laboratories, las tasas de degradación son altamente no lineales a lo largo del tiempo y se producen variaciones estacionales en algunos tipos de módulos.

También determina que una tasa de degradación media de -0,6% anual es consistente con las tasas medidas para módulos más antiguos.

De los 23 sistemas estudiados, el estudio encontró que 6 tenían índices de degradación que no alcanzarían los estándares mínimos de la garantía. En cambio, otros 13 demostraron potencial para lograr una vida útil superior a 30 años, suponiendo que el índice de degradación se mantuviera estabilizado.

«Este es un resultado alentador. Con el auge de las instalaciones fotovoltaicas, los consumidores y otras partes interesadas estarán interesados ​​en saber que la durabilidad de la energía fotovoltaica parece ser consistente frente a las rápidas mejoras tecnológicas y las reducciones de costes», afirma Marios Theristis, líder del equipo de investigación.

«Sin embargo, también es preocupante que el 26 % de los sistemas puedan superar los límites de la garantía», matiza. «Todavía existen oportunidades para reducir las tasas de degradación a niveles que permiten una vida útil de los módulos fotovoltaicos aún más larga».

«Por ejemplo, para una vida útil de 35 y 50 años, los módulos fotovoltaicos deberían operar a valores de tasa de degradación superiores a -0,55% por año y -0,4% por año, respectivamente», concluye Theresis.

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