Sí, existen depósitos naturales de hidrógeno puro. Y hallazgos como el de Mali pueden cambiarlo todo
Este volátil gas, el elemento más abundante del Universo, no puede encontrarse libre en la naturaleza. Sin embargo, diversos hallazgos han demostrado que bajo la superficie de la Tierra pueden darse las condiciones adecuadas para encontrarlo en su forma pura.
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Publicado: 10/04/2023 14:00
El hidrógeno ha sido señalado por muchos como la energía renovable del futuro y no son pocos los desarrollos e investigaciones que se están realizando para convertirlo en un combustible viable y sostenible.
Sin embargo, de momento son numerosos los retos que complican esta aspiración. Y que, incluso, hacen pensar a muchos expertos que es una quimera.
Por qué el hidrógeno es un vector y no una fuente de energía
El hidrógeno es un elemento químico muy reactivo y altamente volátil en su forma pura. Debido a ello, tiende a combinarse con otros elementos en la naturaleza, lo que dificulta su aislamiento en su forma pura.
En la atmósfera terrestre, el hidrógeno se encuentra principalmente en combinación con otros elementos, como el oxígeno para formar agua o con el carbono para formar hidrocarburos como el gas natural y el petróleo.
Esto hace que el hidrógeno sea considerado un vector y no una fuente de energía. Es decir, tiene la capacidad de almacenar energía y suministrarla posteriormente, pero no generarla de forma neta.
Una vez que el hidrógeno se ha producido y se ha almacenado como gas o líquido, se puede utilizar para producir energía. Por ejemplo, se puede utilizar en celdas de combustible para generar electricidad, o en procesos de combustión para producir calor.
Además, el hidrógeno se puede producir a partir de fuentes de energía renovable, como la energía solar o eólica, mediante la electrólisis del agua. Esto significa que el hidrógeno se puede utilizar como un medio para almacenar y transportar energía renovable, lo que lo convierte en un vector energético importante en la transición hacia una economía más limpia y sostenible.
Sin embargo, la electrólisis (el método necesario para producir hidrógeno verde) es cara y compleja, por lo que actualmente producir hidrógeno es inviable a nivel comercial.
Hidrógeno puro en la Tierra
Por tanto, existe la creencia de que no es posible encontrar hidrógeno puro de forma natural en la Tierra. Y es cierto, pero con matices.
Por las razones antes expuestas, el hidrógeno siempre se asociará con otros elementos. Pero, ¿y si se dan determinadas condiciones para que no exista dicha posibilidad?
En los últimos años, se han encontrado fugas de hidrógeno natural en algunos puntos del planeta que han dado origen a depósitos subterráneos de este gas con hasta un 98 % de pureza.
Así lo refrendan artículos como el publicado en la revista Science o el hallazgo realizado por Petroma en 2018. Esto ha llevado a que diferentes empresas se lancen a la búsqueda de depósitos de hidrógeno puro, como es el caso de Helios Aragón en los Pirineos españoles.
Pero, ¿cómo es posible? En esencia, en entornos aislados en los que no hay presencia de oxígeno ni de otros elementos capaces de asociarse con el hidrógeno.
Mali, los cratones y la llave de la revolución para el hidrógeno
Durante años, la creencia generalizada ha sido que los depósitos de hidrógeno puro son extremadamente raros y escasos. Sin embargo, recientes hallazgos han demostrado que los denominados cratones de la Tierra son grandes productores de este gas.
Los cratones son las partes más antiguas y estables de las placas tectónicas, y en cada continente existe uno o varios de ellos. En ellos, el gas hidrógeno se produce de manera constante a medida que el agua interactúa con minerales de hierro a alta presión y temperatura.
Uno de esos minerales es el olivino, que mediante una reacción química llamada serpentinización extrae una molécula de oxígeno del agua y se transforma en serpentinita y en gas hidrógeno.
Ahora, un estudio ha confirmado que el pozo de Bourakébougou, en Mali, cuenta con «un extenso campo de hidrógeno con al menos cinco intervalos de depósito apilados que contienen hidrógeno significativo que cubre un área estimada muy superior a los 8 km de diámetro».
De hecho, las previsiones hablan de que dicho pozo tiene el potencial para producir gas hidrógeno a 50 centavos por kilogramo, es decir, unos 0,46 euros/kg. Esto es una décima parte del coste medio actual generado por electrólisis y con la intervención de energías renovables.
Retos aún por superar
Aunque todos estos hallazgos permiten soñar con un futuro prometedor para el hidrógeno, aún quedan muchos aspectos por resolver antes de que dicho futuro se convierta en realidad.
Por ejemplo, la necesidad de establecer cuántas reservas de hidrógeno hay, si estas son explotables y qué calidad tiene el gas almacenado en las mismas.
Si bien la vasta experiencia del ser humano en la extracción de gas natural es un gran punto a favor, también es necesario determinar si los depósitos de gas hidrógeno son renovables o, como ocurre con los combustibles fósiles, son finitos.
«Si la cantidad de hierro (cuya oxidación forma el hidrógeno) disponible no se regenera, entonces este hidrógeno tendría un origen similar a los combustibles fósiles y se agotará con el tiempo», explica Alicia Bayón, doctora en Ingeniería Química y Ambiental.
«Aún hay que estudiar cómo de renovable es este proceso, cómo de inagotable es esta fuente de hidrógeno y si se produce a la misma velocidad que la demanda de energía que tenemos», amplía.
En cualquier caso, no cabe duda de que el hecho de que vayan proliferando los depósitos de hidrógeno natural es una gran noticia para el sector energético y abre la puerta a un nuevo escenario que puede cambiar por completo el panorama. ¿Se confirmará finalmente?
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