¿Híbrido enchufable de hidrógeno? DLR presenta un prototipo con una autonomía brutal
Los eléctricos de batería no son la única alternativa en la búsqueda de la movilidad más sostenible. Fabricantes y proveedores trabajan también con el hidrógeno y la pila de combustible, más eficiente. El Centro Aeroespacial Alemán (DLR) ha desvelado un interesante proyecto que combina la tecnología FCEV y PHEV con la que es capaz de ofrecer una autonomía de 1000 kilómetros.
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Publicado: 21/03/2022 15:00
La movilidad más sostenible avanza en todas las marcas a paso de gigante, pero no en todas las tecnologías. La norma son los coches eléctricos a batería, en los que están centrados la gran mayoría de los fabricantes, muy pocas explorando nuevas soluciones y alternativas basadas en la tecnología de la pila de combustible y el hidrógeno como combustible. El sueño de las marcas es poder garantizar a sus clientes una autonomía máxima de un millar de kilómetros en los FCEV.
Una cifra que se antoja casi más que un disparate, pues el Toyota Mirai es el único modelo de producción en serie que ha sido capaz de alcanzar esta cifra en un récord, teniendo en cuenta que su autonomía máxima es de 650 kilómetros, por lo que las condiciones del récord fueron muy concretas y no habituales. En esta senda, el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) ha presentado uno de los proyectos más sofisticados de los últimos años en materia de eléctricos, una gama de modelos equipados con pila de combustible que conforman el exclusivo Proyecto NGC, de «Next Generation Car»
La primera aplicación de una pila de combustible híbrida enchufable del mundo
Los del DLR han desarrollado tres prototipos: el «Urban Modular Vehicle» propuesto como un automóvil urbano modular, el «Safe Light Regional Vehicle» para desplazamientos compartidos y el Vehículo Interurbano para largas distancias, a la derecha. Éste dispone de cinco metros de largo que ofrece espacio para que cinco pasajeros viajen muy cómodamente. La tecnología embarcada es de desarrollo propio, con una pila de combustible que ofrece una potencia máxima de 45 kW -61 CV- y hasta seis tubos cilíndricos que ocupan la distancia entre ejes del vehículo que actúan como un tanque de 7,5 kilos de hidrógeno inyectado a una presión de 700 bar, además de una batería con una capacidad de 48 kWh.
El sistema genera energía para alimentar dos motores eléctricos que desarrollan una potencia total de 136 kW, lo que equivale a 185 CV. Pero lo más interesante del proyecto no son sus prestaciones, ya que es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h, sino que se ha concebido como el primer vehículo híbrido enchufable de pila de combustible, lo que aumenta enormemente la autonomía máxima de los eléctricos convencionales. Una auténtica revolución que permite superar los 1000 kilómetros, pero que tiene una parte añadida que ya no es tan barata: la construcción con materiales superligeros es la verdadera clave de esta autonomía, pues su carrocería apenas pesa 250 kilogramos, un cuarto menos que en un modelo equivalente actual, gracias a diferentes fibras reforzadas con plástico.
Lógicamente, se trata de prototipos que no tienen visos de hacerse realidad en un futuro a corto. A largo plazo, es otro cantar, pero su avanzada propulsión también se ha trasladado al plano tecnológico, pues está equipado con tecnología de conducción autónoma de nivel 4 o un sofisticado sistema de climatización jamás visto. Y es que lo de menos es que cada pasajero se pueda regular su temperatura de forma independiente, ya que la verdadera novedad reside en su funcionamiento. En lugar de un compresor convencional para generar frío, se utiliza la diferencia de presión existente entre el depósito de hidrógeno y la pila de combustible, que puede alcanzar hasta cinco bar, para generar un extra de frío. Ahora, depende de las prestigiosas marcas alemanas, especialmente, que alguna decida lanzar un modelo con esta avanzada tecnología motriz.