Así afecta la suciedad a los paneles solares y así debes limpiarlos
Invertir en paneles solares es, actualmente, una apuesta segura. Pero es importante sacarles el máximo rendimiento durante su vida útil y el mantenimiento de los mismos es una de las claves. Te contamos lo que tienes que hacer.
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Publicado: 15/03/2022 16:00
Una vez que la instalación fotovoltaica ha sido instalada en tu vivienda, el mantenimiento que esta necesitará para funcionar de manera óptima durante muchos años será escaso, pero importante.
Teniendo en cuenta que los paneles solares cuentan con una vida útil de más de 30 años y en la mayoría de ellos el rendimiento de los mismos es superior al 80%, el beneficio de mantener adecuadamente la instalación es notable.
Algunas tareas rutinarias que debemos hacer son una comprobación visual que incluya comprobar el estado del cristal de protección (especialmente tras ventiscas o granizadas), el del marco o incluso las células fotovoltaicas. También el buen anclaje de los soportes.
Una instalación fotovoltaica sucia puede llegar a perder más de un 20% de su rendimiento
Pero en realidad esto no son más que comprobaciones de que todo está bien. En lo que sí debemos actuar de manera activa es en la limpieza de los paneles solares.
No en vano, las placas fotovoltaicas están formadas por fotones que reaccionan a la radiación solar para generar electricidad. Pero si se acumula una capa de suciedad sobre la placa, esta reacción no podrá producirse o lo hará de un modo muy reducido. Obviamente, esto hará que nuestra instalación produzca mucha menos energía de la que podría en caso de estar limpia y libre de agentes externos.
Cada cuánto tiempo hay que limpiar los paneles solares
En condiciones normales, los paneles solares deben limpiarse una o dos veces al año, aunque de ello dependerán las condiciones ambientales, la climatología y la ubicación de la instalación.
Por ejemplo: vivir cerca de una carretera, una zona industrial, una zona de obras o muchas aves hará que las placas recojan más polución y suciedad (los excrementos de pájaros son especialmente dañinos). Y, ahora que la calima cubre España de polvo proveniente del continente africano, no cabe duda de que hay que acometer una limpieza en profundidad en cuanto esta pase.
Lo mismo cabe decir en caso de nevadas, granizadas o fenómenos meteorológicos violentos, que siempre dejarán acumulación de partículas sólidas en la superficie del panel solar.
No en vano, se estima que una instalación fotovoltaica sucia puede llegar a perder un 20% de su rendimiento, haciéndonos perder dinero e incluso acelerando su deterioro en caso de no acometer una limpieza adecuada. Esto último se debe a la creación de los llamados puntos calientes, que dañan el sistema.
Finalmente, debemos tener en cuenta que la suciedad tiene una influencia negativa mayor en las instalaciones fotovoltaicas con módulos en string o en serie que en aquellas que disponen de optimizadores de potencia. Esto se debe a que si uno de los paneles está sucio, este descenso de producción afectaría a todos los módulos de la instalación.
Cómo limpiar los paneles solares
Y es precisamente este último asunto el que también es importante, pues no debemos limpiar los paneles solares de cualquier manera o correremos el riesgo de dañarlos.
Lo más importante es evitar rayar el cristal o dañarlo con productos químicos y/o detergentes. Por tanto, lo mejor que podemos hacer es regar con abundante agua tibia (nunca con agua a presión) y, posteriormente, utilizar una esponja suave y jabón no abrasivo para terminar.
Finalmente, podemos aclarar con un trapo húmedo (mejor si es de microfibra) en caso de querer asegurarnos de retirar cualquier resto de suciedad restante que haya quedado en el agua.
Si vivimos en zonas costeras en las que el salitre y la arena son frecuentes en el ambiente, es aconsejable regar habitualmente para evitar que se acumule una capa gruesa que posteriormente sea más difícil de extraer.
Y recuerda, el mejor momento para limpiar los paneles es a primera o a última hora del día si es en verano o cuando el sol no sea fuerte, es decir, en días nublados o fríos. El agua tardará más en secarse y no correrás el riesgo de sufrir quemaduras.
En ocasiones esta operación la podemos hacer nosotros mismos, pero cuando los paneles están en un tejado y zona de difícil acceso o peligrosa por su inclinación, lo mejor es acudir a una de las muchas empresas que se dedican profesionalmente a la limpieza de instalaciones fotovoltaicas.
La suciedad en paneles solares en 4 claves
- Los paneles monocristalinos soportan mejor la suciedad
- La suciedad atmosférica afecta aproximadamente un 5% a la producción energética
- Los excrementos de pájaro son especialmente dañinos (puntos calientes) y reducen la producción hasta en un 40%.
- Las instalaciones en serie o string sufren especialmente, ya que la producción de energía la marca el panel con menor rendimiento.
El método de limpieza de paneles solares más innovador
Aunque en la actualidad el modo más sencillo y accesible de limpiar las placas solares es el agua, en muchas zonas no es precisamente abundante y científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) han ideado un método de limpieza en seco que no daña el cristal.
»Con una capacidad fotovoltaica global superior a 500 GW, estimamos que se consumen hasta 10 mil millones de galones de agua cada año en todo el mundo para fines de limpieza de paneles solares, que de otro modo pueden satisfacer las necesidades anuales de agua de hasta dos millones de personas en países en desarrollo y subdesarrollados», señala el estudio del MIT.
Según los investigadores, la electricidad estática puede mantener el polvo alejado de los paneles solares, y es una solución mucho más sostenible. Y eso es importante, porque como señalan los científicos, «una acumulación de polvo de 5 mg/cm2 corresponde a casi un 50% de pérdida en la potencia de salida».
La nueva técnica funciona pasando un conductor de electricidad, que podría ser una simple barra de metal, justo encima de la superficie del panel solar. El campo eléctrico producido por el electrodo hace que las partículas de polvo también se carguen eléctricamente.
La misma carga que contiene el polvo se aplica a la superficie del panel solar a través de una capa conductora de unos pocos nanómetros de espesor. Un rango de voltaje suficiente permite superar la atracción de la gravedad y las fuerzas de adhesión, por lo que las partículas de polvo son empujadas desde la superficie hasta que se caen.
En la escala y la práctica del mundo real, los autores sugieren que cada panel solar podría estar equipado con barandillas a cada lado, con un electrodo que se extiende a través del panel. Un pequeño motor eléctrico, tal vez incluso utilizando la salida de electricidad del propio panel, podría impulsar un sistema de correa para mover el electrodo hacia adelante y hacia atrás.
Según el estudio, este método funciona en ambientes donde la humedad ambiental es del 30% o más, y la mayoría de los desiertos pueden alcanzar dichos valores.