Patinete eléctrico: de simple juguete a solución real de movilidad
Mi experiencia de movilidad tras integrar un patinete eléctrico en mis rutinas de desplazamiento ha cambiado considerablemente en recorridos urbanos. Donde un producto como este saca a relucir todos sus atributos permitiéndonos ganar tiempo, un bien escaso que cada vez tiene más valor para nosotros.
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Publicado: 29/12/2019 09:00
Desde hace unos meses estoy usando el patinete eléctrico de acceso a la marca Cecotec, que tiene sede en Valencia. En su mástil señala Outsider E-volution 8,5 Phoenix pero tras un tiempo en el mercado ha sido rebautizado como "Bongo A". Cuando se planteó la posibilidad de probar un patinete eléctrico como este nos pareció una gran idea, era algo novedoso para nosotros, ya que estamos acostumbrado a probar vehículos.
Por lo que nos pareció una oportunidad interesante para conocer otra parte de la movilidad entrecomillas "alternativa" o "sostenible" que habitualmente mencionamos para referirnos al colectivo de coches híbridos o 100% eléctricos. Pero hay vida más allá de los coches electrificados, por supuesto también hay motos y también patinetes eléctricos.
Como sabéis, el empleo de este tipo de vehículos para transporte más que moda pasajera es toda una realidad consolidada, tendencia en alza debido al reconocimiento de la contaminación y a la legislación que cada vez es un poquito más exigente y dura con los coches de combustión en la mayoría de ciudades españolas y europeas.
Integrando un patinete eléctrico en tus rutinas
Plegado en una caja de cartón, su montaje es inexistente, y todas sus partes son bien conocidas e intuitivas: manillar con mando para acelerar y timbre, tabla con capa antideslizante para nuestros pies y llantas de aleación con disco de freno.
Por último luces LED delante y detrás (obligatorio cuando no hay luz natural) así como una batería extraíble escondida en el manillar que alimenta un motor en la rueda delantera, que está completamente carenada para protegerlo.
Hay que planificar las salidas y conocer la autonomía del patinete.
Si algunas vez has montado en bici ya tienes un trecho ganado, para conducirlo con confianza requiere de un pequeño proceso de adaptación. Reconozco que al principio estuve en el garaje de mi casa, cogiéndolo poco a poco, probando los distintos modos de conducción hasta sentirme razonablemente seguro.
Luego busqué una carretera apartada, asfaltada pero sin abrir al tráfico y empecé a conducirlo, haciéndome a las distancia y sensaciones sobre el asfalto. Fue entonces cuando decidí que era momento de usarlo en la calle con otros patinetes, peatones, coches y ciclistas donde la convivencia es fundamental.
Honestamente, en cuanto tengas un patinete en tu poder puedes hacer vida normal con él y salir a carretera a la primera de cambio, pero no vas a tener tanta seguridad si lo tanteas primero en un entorno controlado, es fundamental estar seguro de lo que estás haciendo.
Al principio de mi experiencia con él, me pareció que el patinete eléctrico era un juguete o un accesorio de entretenimiento más que otra cosa, pero la experiencia me ha enseñado que es una solución real y seria de movilidad para entornos urbanos y para lo que se denomina “recorridos de última milla”.
Por ejemplo, cuando vamos a trabajar y nos movemos en coche o transporte público (incluso en el centro de ciudades tenemos que coger más de un transporte) podemos combinar cualquiera de estos con el patinete para resolver nuestras necesidades de movilidad, sobre todo ganando tiempo en los traslados y agilizando nuestros desplazamientos.
Una vez lo tienes en mente para planificar tus salidas, puede que organices diferente hasta tus viajes. A día de hoy cuando voy a salir, no solo tengo en cuenta si es ventajoso usarlo en algún momento del traslado, si no que me pregunto si puedo hacer el traslado completamente con el patinete.
En mi caso la evolución ha sido clara. He pasado de emplearlo parcialmente en mis desplazamientos a tratar de sacarle el máximo provecho, usando otros transportes solo si la autonomía del patinete me impide llegar al lugar que tienes en mente. En la escala de prioridades el patinete ha ganado protagonismo de manera natural.
Es importante saber si en destino vamos a poder cargar la batería. Ello duplicaría nuestra autonomía.
La gran mayoría de patinetes puede plegarse y ahorrar espacio de cara a su almacenaje en casa o al introducirlo en transporte público como metro o autobús. El peso es clave si tenemos que transportarlo en zonas donde no podamos rodar con él, 13 kilos pueden parecer poco si tenemos que moverlo 500 metros, pero cuando la distancia se duplica, ya no es tan cómodo, hay que ser previsor.
Legislación y convivencia al circular
Tengo que recordar que no todo está permitido cuando conduces un patinete, cada vez son más las ciudades que crean una normativa de movilidad específica para patinetes fruto de la proliferación de su uso en zonas urbanas.
Por lo tanto es importante que busques si en tu ciudad está vigente alguna normativa que te afecte para que la cumplas. Normalmente estas normas regulan las vías donde puedes usarlo, así como los límites de velocidades o edad mínima.
La DGT, que clasifica a estos vehículos unipersonales 100% eléctricos como VMP, "Vehículos de Movilidad Personal" ha publicado una instrucción transitoria que disipa ciertas dudas. Los usuarios de VMP tienen la obligación se someterse a los controles de alcohol y drogas, no puede usarse el teléfono móvil ni auriculares y tiene prohibido su circulación por aceras y zonas peatonales. Más información.
Los conductores inconscientes crean mala fama al colectivo, pero también hay usuarios muy respetuosos.
De todos modos te recomiendo que seas respetuoso al circular, con otros usuarios de la vía como peatones, y al aparcar, cada vez está más restringido estacionamiento libre - regulado actualmente por las ordenanzas municipales- algo lógico teniendo en cuenta que el aparcamiento indiscriminado puede bloquear vías de peatones.
Si en tu ciudad no es obligatorio, es recomendable el uso de casco (regulado a día de hoy por las ordenanzas municipales), tu seguridad es lo primero. Aunque un seguro no es obligatorio es recomendable informarse y valorar contratar uno según el uso que hagamos del patinete, ya que en caso de accidente, toda la responsabilidad será nuestra.
Qué es y qué no es un patinete eléctrico
Podemos pensar que un patinete eléctrico es un "vehículo" que limita nuestra rutinas en cierta manera, ya que no podemos transportar ningún pasajero y es complicado trasportar algún tipo de paquete más allá de maleta o bolsa. Esto no quiere decir que sea poco versátil, si no que hay que ser consciente de cual es su cometido y que tipo de situaciones nos soluciona.
Del mismo modo que no vamos a poder transportar un armario en un coche urbano, no vamos a poder desplazar a nuestra familia en un biplaza, o no vamos a poder recorrer 1.000 km en un coche eléctrico con una sola carga, debemos recordar para qué se ha concebido cada tipo de vehículo y más concretamente un patinete eléctrico como con el que he convivido.
Nos permiten desplazarnos en entorno urbanos, ahorrando tiempo y eso es un bien muy preciado para todos. Pero hay que estar dispuestos a jugar con las reglas del juego, cumpliendo las ordenanzas municipales, conviviendo y respetando a los otros usuarios de la vía, especialmente los peatones.