POW, así transforman la fuerza de las olas del mar en electricidad estos paneles piezoeléctricos
La fuerza del mar todavía no ha sido explotada como tal para poder generar electricidad en muchos países, como España. Más allá del uso de turbinas, una investigadora británica ha ideado un sistema que utiliza unos ingeniosos paneles oceánicos. Así funcionan.
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Publicado: 06/11/2023 08:00
El uso de energías renovables no solo avanza a un gran ritmo de evolución y desarrollo, sino que todavía tiene muchísimo campo de mejora. Cuando hablamos de soluciones eficientes para obtener energía y reducir la dependencia de los combustibles fósiles, solemos hablar de la energía solar o la eólica.
Existe otro campo tecnológico en este sentido que todavía no está muy explotado. Hablamos del mar y, concretamente, de la energía undimotriz: se trata de la captura de energía del movimiento de las olas que produce el viento.
Las olas golpean con fuerza en muchas costas del mundo y, en la actualidad, la principal tecnología que se aprovecha de la energía que generan está basada en turbinas. Esta, no obstante, presenta algunos defectos que intenta corregir esta solución creada por una graduada de la Universidad Brunel de Londres.
España cuenta con más de 8.000 kilómetros de costa y no cuenta con una planta de gran capacidad para aprovechar el potencial que brindan las olas del mar.
Así son los paneles llamados POW
Phoebe Bamford ha presentado su proyecto en cuestión para el concurso James Dyson Award: un prestigioso certamen de diseño internacional «que anima, impulsa e inspira a diseñadores con nuevas ideas para resolver problemas».
La solución creada por esta joven británica se basa en unos paneles oceánicos piezoeléctricos llamados POW. Una tecnología que podría convertirse en un gran avance para la generación de energía renovable, gracias a la transformación de la fuerza de las olas en energía verde.
Los paneles POW, como los que ves en las imágenes, se montarían en los contrafuertes de los acantilados, por ejemplo, para aprovechar los golpes del mar contra la costa. Estos paneles tienen una forma biomórfica que simulan la superficie de las formaciones de arena en las playas para «absorber y dispersar la energía de las olas en desplazamientos menores».
Esta energía comprime 3 capas de cristales piezoeléctricos, entre 4 láminas de cobre, que son los encargados de generar la electricidad y conducirla a tierra. El prototipo tiene una forma hexagonal encapsulada y sellada herméticamente en una estructura cilíndrica capaz de resistir a las fuerzas constantes del mar y a la erosión.
Una de sus ventajas es que esta cápsula está siempre conectada directamente a la costa a través de cables a la red nacional eléctrica, lo que a su vez facilita su mantenimiento.
La investigación destaca que, en el Reino Unido, solo el 3 por ciento de la demanda energética es proporcionada por la energía marina. «Una oportunidad desperdiciada para una isla con una relación costa/área de 51,4.
Otras aplicaciones a los paneles POW
Tras probar 19 variantes distintas, variando factores como su tamaño, su forma, su composición…, al final eligió un diseño capaz de convertir energía cinética en electricidad sin pasos intermedios y sin turbinas.
Según explica Phoebe Bamford, las turbinas utilizadas para generar esta energía undimotriz son, a menudo, «ineficientes debido a que la dirección del agua es perpendicular a la función de las turbinas, por lo que se pierde energía en la transferencia, generando un producto de baja eficiencia».
Su solución, la piezoelectricidad, permite una mayor eficiencia y mayores producciones eléctricas. «La energía POW se centra en el suministro de energía de carga básica, que falta significativamente en el sector de las energías renovables debido a la intermitencia de la mayoría de los otros tipos de métodos de generación».
Phoebe Bamford presentó este proyecto en su universidad, donde ha ganado un premio, y allí se le sugirió que sus ideas podrían aplicarse también a la base de parques eólicos marinos, «utilizando sus instalaciones de almacenamiento de energía y aumentando la producción general de la construcción».
Fuente: Jamesdysonaward.org