¿Hay suficiente dinero para descarbonizar el mundo? Ojo a este informe
El informe anual de inversiones de BloombergNEF registra un aumento del 27% en la inversión relativa a la transición energética, con casi la mitad de la inversión total realizada en Asia.
9 min. lectura
Publicado: 27/01/2022 19:30
La inversión global en la transición energética ascendió a 755.000 millones de dólares (unos 677.200 millones de euros) en 2021, cifra que constituye un nuevo récord. Esto ha sido posible gracias a la creciente ambición climática y la acción política de los países de todo el mundo, según Energy Transition Investment Trends 2022, un nuevo informe publicado por la firma de investigación BloombergNEF (BNEF).
La inversión aumentó en casi todos los sectores cubiertos en el informe, incluidas las energías renovables, el almacenamiento de energía, el transporte electrificado, el calor electrificado, la energía nuclear, el hidrógeno y los materiales sostenibles. Sólo la captura y almacenamiento de carbono (CAC) registró una caída en la inversión, aunque hubo muchos proyectos nuevos anunciados durante el año.
Los niveles de inversión deben triplicarse de modo que promedien 2,1 billones de dólares por año entre 2022 y 2025
Energy Transition Investment Trends es un indicador de cuánto se están comprometiendo las empresas, las instituciones financieras, los gobiernos y los usuarios finales con la transición energética baja en carbono. La energía renovable, que incluye la eólica, la solar y otras energías renovables, sigue siendo el sector más grande en términos de inversión, logrando un nuevo récord de 366.000 millones de dólares comprometidos en 2021, un 6.5% más que el año anterior.
El transporte electrificado, que incluye el gasto en vehículos eléctricos e infraestructura asociada, fue el segundo sector más grande con 273.000 millones invertidos. Con el aumento de las ventas de vehículos eléctricos, este sector creció a una tasa vertiginosa del 77% en 2021 y podría superar a la energía renovable en términos económicos en 2022.
Juntos, la energía limpia y la electrificación (que comprenden energías renovables, energía nuclear, almacenamiento de energía, transporte electrificado y calor electrificado) representaron la gran mayoría de la inversión con 731.000 millones. El hidrógeno, la captura y almacenamiento de carbono y los materiales sostenibles conformaron el resto, por un total muy inferior de 24.000 millones.
Albert Cheung, jefe de Análisis de BloombergNEF, dijo: «La crisis global de los productos básicos ha creado nuevos desafíos para el sector de la energía limpia, aumentando los costes de entrada para tecnologías clave como módulos solares, turbinas eólicas y paquetes de baterías. En este contexto, un aumento del 27% en la inversión en transición energética en 2021 es una señal alentadora de que los inversores, los gobiernos y las empresas están más comprometidos que nunca con la transición baja en carbono, y lo ven como parte de la solución para la agitación actual en los mercados energéticos».
Líderes regionales y nacionales
El informe señala que se invirtieron cantidades récord en las tres regiones cubiertas en el informe: Asia Pacífico (APAC), Europa, Medio Oriente y África (EMEA) y las Américas (AMER). APAC fue la región que mayor inversión recibió con 368.000 millones (casi la mitad del total mundial), siendo también la región de mayor crecimiento con un 38% en 2021.
La inversión en transición energética en EMEA creció un 16% en 2021, alcanzando los 236.000 millones de dólares, mientras que las Américas vieron crecer la inversión un 21% hasta los 150.000 millones de dólares.
China volvió a ser el primer país en inversión en transición energética, comprometiendo 266.000 millones en 2021. Estados Unidos ocupó el segundo lugar con 114.000 millones, aunque los estados miembros de la UE como bloque comprometieron 154.000 millones. Alemania, el Reino Unido y Francia completaron los cinco primeros países para la inversión en transición energética en 2021.
Los países de Asia y el Pacífico ahora ocupan cuatro de los 10 primeros lugares en términos de niveles de inversión en transición energética, con India y Corea del Sur uniéndose a China y Japón.
No es suficiente
La Perspectiva de Nueva Energía (NEO) 2021 de BNEF trazó tres escenarios alternativos (denominados Verde, Rojo y Gris) para alcanzar el cero neto global para 2050, en línea con 1,75 grados de calentamiento global.
Pero, a pesar de los avances realizados, el informe, en comparación con NEO, muestra que los niveles de inversión deben triplicarse de modo que promedien 2,1 billones de dólares por año entre 2022 y 2025, para encaminarse a cualquiera de esos tres escenarios.
Luego necesitarán duplicarse nuevamente, a un promedio de 4,2 billones entre 2026 y 2030. Con las tasas de crecimiento actuales, el sector del transporte electrificado tiene la mejor oportunidad de encaminarse hacia tales niveles de inversión; otros sectores parecen menos propensos a encaminarse.
Matthias Kimmel, jefe de Economía Energética de BNEF, dijo: «El mundo se está quedando rápidamente sin presupuesto para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. La transición energética está en marcha y avanza más rápido que nunca, pero los gobiernos deberán movilizar mucha más financiación en los próximos años si queremos encaminarnos hacia el cero neto para 2050».
Finanzas corporativas de tecnología climática
El informe también encuentra que las finanzas corporativas de tecnología climática totalizaron 166.000 millones de dólares en 2021. Esta categoría de inversión, no incluida en los 755.000 millones previamente mencionados, describe el nuevo financiamiento de capital recaudado por las empresas en el espacio de la tecnología climática, ya sea de los mercados públicos o de inversores privados.
Este capital se utilizará en los próximos años para ampliar las operaciones de estas empresas y desarrollar aún más sus tecnologías. Dos tercios de esta financiación provino de los mercados públicos, incluidas las fusiones inversas de SPAC, y la gran mayoría se destinó a empresas centradas en los sectores de la energía y el transporte.
Claire Curry, directora de Tecnología e Innovación de BNEF, dijo: «Nunca ha habido más capital disponible para las empresas que abordan los aspectos más difíciles del desafío climático. Es cierto que tenemos soluciones listas para implementar hoy en día, pero todavía existe la necesidad de una innovación continua. Todas las formas de finanzas corporativas desempeñarán un papel importante para ayudar a desarrollar y escalar la tecnología climática en la próxima década».
Fuente: BNEF