El sector eólico responde a las acusaciones de deforestación en el Amazonas

La sostenibilidad medioambiental debe convivir permanentemente con informaciones contradictorias que por un lado avalan su posición como práctica de futuro y, por otro, nos hacen dudar de su efectividad real.

La energía eólica no escapa a ello y ya ha sido acusada en varias ocasiones de perjudicar la biodiversidad de la zona en la que se instalan los parques de aerogeneradores.

Ahora, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha salido al paso de la acusación más reciente: que la fabricación de las palas de los aerogeneradores contribuyen de manera determinante a la deforestación del Amazonas, ya que para su manufactura se emplea madera de balsa.

«La utilización de plástico PET como sustituto de la madera de balsa está siendo adoptado en los últimos años en la fabricación de palas»

En un artículo de El País, se plantea esta cuestión bajo la pregunta inicial: «¿Qué tiene que ver la deforestación del balso en la selva amazónica ecuatoriana con la generación de energía eólica en Europa? Estas dos actividades, aparentemente tan alejadas, tienen un vínculo perverso: la fiebre por la renovable ha disparado la demanda mundial de la madera de este árbol amazónico».

A ello ha respondido la patronal eólica española, una de las punteras en el concierto internacional, afirmando en un informe al respecto que:

• Las fábricas españolas cuentan con procesos sostenibles y certificados, y en ningún momento contribuyen a deforestar bosques en los países exportadores de madera de balsa.
• Las fábricas españolas trabajan con empresas que cuentan con certificaciones de sostenibilidad de sus plantaciones, así como de la calidad, y trazabilidad del ciclo de explotación de la madera de balsa (Certificación Forestal FSC).
• La utilización de plástico PET como sustituto de la madera de balsa está progresivamente siendo adoptado en los últimos años en la fabricación de palas.
• Las palas de los modelos de aerogeneradores más antiguos contienen entre un 1 a un 3% de madera de balsa en su fabricación.

«La eólica lleva en su ADN el cuidado del medioambiente y es escrupulosa con su impacto medioambiental, persiguiendo siempre la neutralidad climática como objetivo principal», afirma la asociación en el documento.

Así se fabrica una pala de aerogenerador en Gamesa.

Igualmente, AEE afirma que la industria española tiene «especial cuidado en garantizar la procedencia de la madera de balsa que utiliza y exige trabajar con empresas reconocidas y en posesión de certificaciones de calidad, sostenibilidad y trazabilidad, como la Certificación Forestal FSC (FSC, 2021). El objetivo del sector es adquirir madera de balsa procedente de bosques y plantaciones gestionados según estrictos estándares internacionales de sostenibilidad», reitera.

Los mencionados estándares FSC controlan aspectos como los derechos laborales o el bienestar social y económico a largo plazo de las comunidades locales y los trabajadores, incluidas las comunidades indígenas de la zona. De igual modo, prohíben la tala ilegal y la utilización de bosques naturales.

«La madera de balsa utilizada en las palas proviene de plantaciones sostenibles con una política de reforestación sólida y certificada. El proveedor tiene sus propias plantaciones donde controlan todo el proceso, desde la plantación hasta su tala (ciclo de unos 4 años) para proceso y entrega a la fábrica, momento en el que replantan. Por tanto, es un proceso autosostenible, controlado y certificado, que en ningún momento contribuye a deforestar bosques», insiste la AEE.

Qué es la madera de balsa y cómo se usa en los aerogeneradores

La madera de balsa es una especie tropical conocida por su ligereza y flexibilidad. Se extrae de un árbol llamado balso (Ochroma pyramidale) que dispone de troncos de hasta 90 cm de diámetro y entre 20 y 25 metros de altura.

Su crecimiento es bastante acelerado y no es una especie en peligro de extinción. Hablamos de una madera poco nerviosa con una densidad de 140-160 kg/m3 y muy blanda (0,3 en el test de Monnin).

Se encuentra sobre todo en las selvas de Centroamérica y Suramérica, concretamente en Ecuador (principal productor), Indonesia y Papúa Nueva Guinea. Según AEE, el 77% de las exportaciones de balsa ecuatoriana en 2020 se dirigieron a Asia, el 12% a Europa y el 11% a otros países de América.

El balso se tala a los cuatro o cinco años de su germinación, por lo que es muy propicio para explotaciones sostenibles con ciclos de siembra y tala reducidos

Los usos habituales de la madera de balsa son:

• Palas de aerogeneradores
• Automóviles
• Maquetas y juguetes
• Aeromodelismo
• Boyas para pescar y señalización
• Balsas, tablas de surf y otras embarcaciones ligeras
• Instrumentos musicales
• Embalajes
• Paneles sándwich para cubiertas ligeras

En España existen seis fábricas de palas para aerogeneradores. Los materiales usados para la fabricación de las palas son sobre todo materiales de tipo compuesto (fundamentalmente la fibra de vidrio o carbono y resinas, difíciles de separar), con diferentes propiedades que hacen factible la optimización del diseño de los aerogeneradores mediante la fabricación de palas livianas y de gran longitud, consiguiendo además una forma aerodinámica perfeccionada.

Este tipo de materiales hace que sea posible aumentar progresivamente el tamaño de los aerogeneradores y extender su uso a los parques eólicos marinos, donde las dimensiones conseguidas para las máquinas son incluso mayores que en las terrestres.

Además de los materiales compuestos, una pala eólica también tiene, en menor proporción, otros materiales como el PVC, los gelcoats, madera de balsa, poliuretanos, revestimientos superficiales y pinturas, en función del fabricante.

Fuente: AEE