El tren de hidrógeno está siendo un fracaso y Alemania no oculta que se arrepiente de haber apostado por él
Alemania ha liderado la apuesta por el tren eléctrico de pila de hidrógeno, cubriendo las primeras rutas comerciales este mismo año. Sin embargo, el propio Ministerio de Transporte de Baden-Württemberg ha reconocido que los costes no justifican la continuidad del proyecto.
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Publicado: 02/11/2022 17:00
Si eres lector habitual de la sección Futuro de esta casa, los trenes de hidrógeno te resultarán familiares. No en vano, te hemos contado proyectos ambiciosos como el del Mireo Plus H, desarrollado por Siemens Mobility y Deutsche Bahn. También el estreno del Coradia iLint en la línea ferroviaria entre Cuxhaven y Buxtehude, en Alemania.
Y es que, efectivamente, Alemania ha sido hasta ahora el país que más fuerte ha apostado por los trenes eléctricos con tecnología de pila de combustible de hidrógeno, llegando a implantarlos en varias líneas ferroviarias del país. Sin embargo, todo indica que estos dejarán de utilizarse más pronto que tarde.
Los trenos de hidrógeno son más caros que los eléctricos convencionales
Si bien muchos de los beneficios de los trenes de hidrógeno siguen vigentes con respecto a sus homólogos de gasóleo, la cosa cambia y mucho cuando se trata de determinar su rentabilidad y eficiencia en relación a los trenes eléctricos o híbridos de batería.
Así lo determina el informe publicado por el Ministerio de Transporte de Waden-Württemberg, en el que se llega a la conclusión de que los trenes de hidrógeno «ya no se considerarán en un futuro cercano por varias razones operativas y económicas».
«En una comparación directa, esta tecnología no pudo imponerse en ninguna de las rutas examinadas en Baden-Württemberg, debido a la infraestructura y las características operativas», amplía el documento.
Dicho informe ahonda en la comparación entre las tres tecnologías mencionadas, llegando a la conclusión de que el tren de hidrógeno es beneficioso en aspectos como el menor impacto de la transición y operatividad al no necesitar cambios en la infraestructura ferroviaria.
Sin embargo, en otros aspectos relevantes como el coste de la infraestructura de repostaje, la eficiencia, el consumo de energía o el coste y la disponibilidad del hidrógeno, sale perdiendo con claridad.
El tren de hidrógeno es un 80 % más caro que el eléctrico
El informe ha realizado varios cálculos, incluida una estimación a 30 años del coste de la infraestructura en cada uno de los tres sistemas mencionados. La conclusión es que el coste total de propiedad de un sistema a hidrógeno sería de 849 millones de euros.
Cifra que contrasta mucho con los 506 millones de euros de un modelo eléctrico a batería (batería+pantógrafo conectado a catenaria) o los 588 millones de euros de los trenes eléctricos convencionales. Esto supone que el modelo a hidrógeno en la línea estudiada será entre un 31 y un 67% más costoso que un modelo eléctrico a batería o un eléctrico convencional.
Eso sí, las diferencias dependen mucho de la línea. Por ejemplo, en la de Nagoldtalbahn, el coste ascendería a 476 millones de euros en el caso del hidrógeno, por los 262 millones de euros del modelo eléctrico a batería. Es decir, un 81 % menos.
Con todos estos datos sobre la mesa, el grupo de expertos que han elaborado el estudio han recomendado a las autoridades que tres de las seis subredes ferroviarias reemplacen las locomotoras diésel por trenes eléctricos a baterías, mientras que las otras tres sean ocupadas por trenes eléctricos convencionales.
Ya en 2021, en Sajonia la conclusión fue similar y se recomendó la sustitución de trenes diésel por trenes eléctricos a batería, desechando la opción del tren de hidrógeno.
Fuente: Forococheselectricos.com