La demanda de compactos deportivos se mantiene en unos niveles realmente aceptables a diferencia de otras categorías de automóviles de alto rendimiento cuyas ventas se han visto mermadas por el proceso de transición hacia la movilidad sostenible que vive la industria automotriz europea. Una de las claves de este incuestionable éxito de los compactos deportivos es que se sitúan como una opción de compra idónea para aquellos conductores que desean disfrutar de todo un abanico de sensaciones y/o emociones al volante, a la par que quieren contar con un alto nivel de practicidad para la vida diaria a bordo del vehículo.
Entre los mejores compactos deportivos encontramos tanto modelos con motor de gasolina como diésel, e incluso opciones electrificadas. La hibridación se abre camino y cada vez son más los deportivos que lidian en el segmento C que apuestan por la electrificación para rebajar sus consumos y emisiones, mientras que se mantienen unas prestaciones elevadas junto a un rendimiento solvente. También es posible encontrar compactos deportivos con cambio manual o automático, y en configuración de tracción delantera y total.