Land Rover Defender

Land Rover es sinónimo de 4x4. El fabricante británico cuenta con una gran experiencia en la fabricación y comercialización de todoterrenos. Su modelo más icónico (y popular) es el Land Rover Defender. Un todoterreno que levanta pasiones por ser un referente en el mundo 4x4. Más de medio siglo de historia hacen del Defender uno de los todoterrenos más importantes concebidos en la industria europea del automóvil.

El Land Rover Defender ha sabido adaptarse perfectamente a los cambios de tendencia que se han producido en el sector del automóvil. Todo ello sin renunciar a la filosofía del modelo original. Y precisamente esta es una de las claves que están detrás del éxito comercial del Defender. Lógicamente, también debemos tener presente su valía lejos del asfalto de la gran ciudad. Es un vehículo creado para vivir grandes aventuras en la montaña, en el campo y en la playa. Puede con todo.

La denominación comercial Defender no llegó a los concesionarios hasta el año 1983. Sin embargo, la historia de este modelo se remonta mucho más atrás. El Defender original vio la luz en 1947. Durante todo este tiempo se han vendido millones de unidades a nivel global. Es mundialmente conocido. Durante su 67 aniversario se festejó la producción de la unidad número 2 millones.

Tras un importante tiempo sin recibir actualizaciones, creció la necesidad de lanzar al mercado un Defender totalmente nuevo. Una necesidad impulsada de manera paralela a la entrada en vigor de nuevas (y exigentes) normativas europeas de emisiones y/o seguridad que hacía realmente complicada la continuidad del modelo clásico en la gama Land Rover. Es por ello que el fabricante británico puso en marcha toda su maquinaria para afrontar el proceso de desarrollo de una nueva generación.

En el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2011 se presentó en sociedad el Land Rover DC100 Concept. Este modelo conceptual adelantaba las claves principales de lo que sería la nueva generación del Defender. Y a pesar de que recibió muchas críticas, influyó en buena medida en el modelo que acabaría siendo presentado más de una década después. Fue en el Salón de Frankfurt de 2019 cuando irrumpió en escena la nueva generación del Land Rover Defender. Un Defender renovado de arriba abajo.

Lo habitual en el mercado de todoterrenos cuando sale una nueva generación es que haya pocos cambios respecto al modelo anterior. Sin embargo, Land Rover optó por romper algunos moldes y prácticamente comenzar desde cero con su icónico 4x4. Aunque conserva su característica silueta, estamos ante un vehículo más digital, más conectado y más eficiente. Adopta la imagen propia de un SUV. Y aunque conserva los genes de un todoterreno, se ha buscado un punto de equilibrio entre la capacidad off-road de un todoterreno clásico con el confort de marcha de un todocamino.

El nuevo Defender está disponible en tres carrocerías denominadas 90, 110 y 130. El Defender 90 presenta una carrocería de tres puertas. El Defender 110 adopta una configuración de cinco puertas y, el Defender 130, va un paso más allá al combinar la carrocería de cinco puertas con una mayor distancia entre ejes para disponer de un total de siete plazas. Tres filas de asientos.

En la gama Defender el modelo 110 es el pilar central sobre el que se sustenta la oferta. Mide 4,76 metros de largo. Una longitud que le sitúa en el segmento D. En su interior hay cinco plazas. El habitáculo es muy espacioso gracias, en buena medida, a los 3,02 metros de distancia entre ejes. El maletero cubica un volumen de carga de 499 litros. Una cifra que se puede incrementar hasta los 1.669 litros si se opta por abatir los respaldos de los asientos posteriores.

Lidia en un segmento donde la competencia es voraz. Una categoría que se ha vuelto especialmente elitista con el paso de los años debido a la reducción de la oferta. A diario debe enfrentarse a adversarios de primer nivel. Entre los principales rivales del Land Rover Defender se encuentran modelos como el Jeep Wrangler, el Mercedes Clase G, el Ford Bronco y el Toyota Land Cruiser.

La gama de motores del Land Rover Defender ha sufrido importantísimos cambios con el paso de los años. La entrada en escena del nuevo modelo en 2019 supuso un antes y un después en este aspecto. Y es que el Defender que podemos encontrar en nuestros concesionarios apuesta sin complejos por la electrificación. Está disponible con motores de gasolina, diésel e híbrido enchufable (PHEV).

Independientemente de la motorización seleccionada nos encontraremos con una caja de cambios automática y, lógicamente, un sistema de tracción 4x4. La práctica totalidad de los motores de gasolina y diésel están electrificados con tecnología híbrida ligera (MHEV) de 48 voltios. El rango de potencias abarca desde los 249 CV hasta los 525 CV.

La versión híbrida enchufable desarrolla una potencia de 404 CV y, gracias a una batería de iones de litio, puede circular hasta 51 kilómetros en modo 100% eléctrico. Por lo tanto, luce el distintivo ambiental 0 Emisiones de la DGT (Dirección General de Tráfico). Las versiones MHEV traen consigo la etiqueta ECO de la DGT. En ambos casos ofrecen numerosas ventajas de movilidad.

El proceso de producción, a diferencia de lo que ocurrió con el modelo original, no tiene lugar en el Reino Unido. El nuevo Land Rover Defender se fabrica en Eslovaquia. En concreto, la producción se lleva a cabo en unas instalaciones localizadas en Nitra.