A finales del año 2021 se materializó la despedida del Mazda CX-3. Tras llevar a la venta poco más de media década, Mazda ponía punto final al periplo comercial de su todocamino más pequeño. Esta dramática despedida supuso la salida de la marca del importantísimo segmento B-SUV. Una categoría de volumen que, en Europa, concentra buena parte de las matriculaciones de coches nuevos.
Una vez el CX-3
desapareció de los concesionarios el Mazda CX-30 tomó el testigo al convertirse en el modelo de acceso a la creciente gama SUV de Mazda. Sin embargo, renunciar a competir en el mencionado segmento no es una decisión acertada a largo plazo.
En el año 2023 se descubrió que Mazda había iniciado los trámites pertinentes para registrar una denominación comercial con el objetivo de reservarse el derecho de uso del nombre en un futuro modelo. Mazda CX-20 fue el nombre registrado. Lamentablemente el tiempo pasó quedando en el olvido. Debemos tener presente que es habitual que las marcas de coches registren nombres simplemente para reservarse el mencionado derecho de uso en un futuro.
Hubo que esperar hasta el mes de febrero de 2025 para que el nombre CX-20 volviera a ser tendencia. Una filtración dejaba al descubierto unos importantes bocetos. Unos bocetos que se sitúan como la vista previa, lejana, de un futuro SUV pequeño. El nuevo Mazda CX-20. Un sustituto, o más bien un sucesor, para el desaparecido CX-3.
Mazda ha decidido regresar por todo alto al segmento B-SUV. Especialmente ahora que otras marcas como Alfa Romeo o Lexus han decidido probar suerte en la categoría. Mazda volverá al mencionado segmento de la mano del nuevo CX-20. Un vehículo fruto de la estrecha colaboración que mantiene con el coloso Toyota. El CX-20 guarda una estrecha relación técnica con el Toyota Yaris Cross.
Desarrollado sobre la plataforma TNGA de Toyota, el nuevo CX-20 lo apuesta todo a la electrificación. Y más concretamente a la tecnología híbrida autorrecargable (HEV). Sin embargo, y a diferencia del Yaris Cross, el nuevo CX-20 no dispone de tracción total eléctrica. En su lugar Mazda juega la baza de ofrecer un vehículo más elegante y lujoso.
En la creciente familia SUV de Mazda el nuevo CX-20 ocupa el escalón de acceso y, por lo tanto, desempeña el papel de «hermano pequeño» del CX-30. Mide 4,2 metros de largo. Una longitud que, como hemos señalado previamente, le sitúa en el segmento B-SUV. En su interior hay cinco plazas. La distancia entre ejes alcanza los 2,56 m. El maletero cubica un volumen de carga de 397 litros. Una cifra ampliable hasta los 1.097 litros abatiendo los respaldos de los asientos posteriores.
Compite en una categoría de volumen y, por lo tanto, tiene numerosos adversarios. Entre los principales rivales del Mazda CX-20 se encuentran modelos como el Renault Captur, el Mitsubishi ASX, el Suzuki Vitara, el Toyota Yaris Cross, el Nissan Juke y el Honda Crosstar. Tampoco debemos perder de vista a otros modelos tan relevantes como el Alfa Romeo Junior, el Lexus LBX, el Peugeot 2008, el Opel Mokka, el FIAT 600, el Jeep Avenger, el Ford Puma y el SEAT Arona.
La gama de motores del Mazda CX-20 no destaca por ser amplia o variada. El nuevo SUV pequeño de Mazda lo apuesta todo, como hemos señalado previamente, a la electrificación. Y más concretamente a la tecnología híbrida autorrecargable. Combina un motor de gasolina de 1.5 litros con un pequeño motor eléctrico para superar los 100 CV. Se maneja a través de una caja de cambios automática tipo e-CVT y un sistema de tracción delantera.
Gracias a una batería de iones de litio puede circular en modo 100% eléctrico en determinadas situaciones y durante un periodo de tiempo específico. Al tratarse de un coche híbrido luce el distintivo ambiental ECO de la DGT
con las ventajas de movilidad que ello supone.
Es producido en territorio europeo. El Mazda CX-20 se fabrica en Francia. Y más concretamente en unas instalaciones localizadas en Onnaing.