El fabricante japonés vive en constante lucha por posicionarse como fabricante premium, y el Mazda CX-3 ha evolucionado enfocándose a esto mismo. Ahora, además de un diseño elegante y con tintes deportivos, el pequeño SUV de la casa tiene también un excelente equipamiento y muy buenas calidades en su interior. Sin embargo, sus plazas traseras y el maletero ofrecen un espacio más bien reducido.
El Mazda CX-3 es un SUV enfocado al uso urbano, así que no se pueden pretender prestaciones demasiado holgadas de él. En cualquier caso, lo que sí ofrece es un mayor nivel de confort en la conducción que la mayoría de sus competidores directos, incluso para viajes de largo recorrido.