Mercedes Clase S AMG

El Mercedes Clase S es un verdadero buque insignia en términos de lujo, de conectividad, de exclusividad y de confort. Un automóvil en el que poder disfrutar como pasajero del trayecto del punto A al punto B. En definitiva, un vehículo para ser llevado y en el que olvidarnos de la conducción. Sin embargo, y al igual que ocurre con la inmensa mayoría de modelos que línea de turismos de Mercedes, las siglas AMG hacen acto de presencia. Y lo hacen para desempeñar un papel protagonista.

Los amantes de la conducción, de las altas prestaciones y de la deportividad, pueden combinar todos estos conceptos y/o características con el lujo y comodidades asociadas a la Clase S. Las siglas AMG están ligadas a la historia del Clase S desde hace más de un cuarto de siglo. Para descubrir los orígenes del Clase S firmado por la división deportiva de Mercedes debemos irnos hasta 1998. Fue en este año cuando se materializó la entrada en escena del «Mercedes Clase S del Siglo XXI».

La Clase S fue objeto de un rediseño por completo. Estrenó diseño, tecnología y mecánicas. Una renovación integral que marcó un punto de inflexión en la historia del modelo. Este cambio generacional, el cuarto que sufriría el Clase S tal y como lo conocemos en la actualidad, fue el momento elegido por la compañía para lanzar al mercado la primera versión AMG del Clase S de producción masiva. Irrumpía en escena el Mercedes Clase S AMG. Un modelo que ha sobrevivido hasta nuestros días.

Desde el lanzamiento de la cuarta generación, Mercedes ha coronado la gama del Clase S con las versiones AMG. Unas versiones que ofrecen una experiencia de conducción inolvidable. Son las versiones del Clase S más radicales, extremas y, por lo tanto, exclusivas, que podemos encontrar en los concesionarios. Unas versiones que, al igual que el resto de la oferta, se han visto en la obligación de adaptarse a los cambios de tendencia que se han producido a lo largo y ancho del territorio europeo durante estas últimas décadas.

Los motores de gran tamaño y cilindrada han sido, durante años, el «corazón» del Clase S AMG. Sin embargo, los tiempos cambian y en 2019 se materializó la despedida del Clase S con motor V12. Para despedir por todo lo alto a esta bestia sobre ruedas, fue comercializado el Mercedes-AMG S 65 Final Edition. Una edición especial.

El Clase S AMG es un vehículo grande. Un modelo que, en la actualidad, se basa en el Mercedes Clase S de batalla extendida. Mide 5,34 metros de largo. Una longitud que le encuadra en el elitista y competido segmento F. En su interior, que es muy espacioso, encontramos cinco plazas. La distancia entre ejes alcanza los 3,22 metros. El maletero cubica un volumen de carga de 330 litros.

Está encuadrado en una categoría donde la competencia es voraz. Un reducido número de modelos lucha a diario por el liderato. Entre los principales rivales del Mercedes Clase S AMG se encuentran modelos como el BMW Serie 7, el Audi A8, el Porsche Panamera y el Lexus LS. Siempre tomando como referencia las versiones más prestacionales de todos estos modelos.

Tecnología de la Fórmula 1 para el Mercedes Clase S AMG

El Clase S que podemos encontrar actualmente en los concesionarios apuesta sin complejos por la electrificación. La gama está compuesta por versiones electrificadas a un mayor o menor nivel. Una apuesta por la movilidad eléctrica que también afecta, como es lógico, a los modelos AMG. En lo más alto de la oferta se encuentra el Mercedes-AMG S 63 E Performance. Un coche nacido de la competición y creado para demostrar que el lujo también puede combinarse con las prestaciones.

Es el tercer coche más potente jamás producido por Mercedes. La tecnología E Performance, que da nombre a esta versión de Mercedes-AMG, está extraída directamente de la Fórmula 1. Es un automóvil híbrido enchufable (PHEV). Combina un motor de gasolina V8 biturbo de 4.0 litros con un motor eléctrico. La potencia total alcanza los 802 CV y 1.430 Nm de par máximo. Es manejado a través de una caja de cambios automática y un sistema de tracción integral.

Gracias a una batería de iones de litio de 13,1 kWh, puede circular en modo 100% eléctrico unos 30 kilómetros. Luce el distintivo ambiental ECO de la DGT (Dirección General de Tráfico) con todas las ventajas de movilidad que ello supone.

El Mercedes Clase S AMG se fabrica en Alemania. En concreto, el proceso de producción en serie se lleva a cabo en unas instalaciones del Grupo Mercedes-Benz localizadas en Sindelfingen.