Mercedes V 300dMY2020
Si tenemos que hablar de modularidad, practicidad y lujo, posiblemente se nos vengan a la cabeza no tantos vehículos, pero seguro que esa corta lista se encontraba el Mercedes Clase V. Un monovolumen que puede presumir de ser el más en todos los campos.
El Mercedes Clase V ha firmado con sello propio la que es la joya de la corona de todos los vehículos monovolúmenes de su segmento. Un aspecto atractivo y distinguido, junto a una modularidad prácticamente infinita. Un coche que prácticamente puedes configurar a tu gusto y preferencia desde todos los niveles. Lo hemos podido probar con su motorización más potente. El Mercedes V 300d es la tercera de las tres motorizaciones existentes, la que nos deja con una potencia mayor: 237 CV para ser exactos. Las otras alternativas poseen 163 y 190 CV, pudiendo optar incluso por la variante eléctrica EQV.
En el exterior este coche no presume de grandes aditamentos, sino que se resume y se identifica con la practicidad más pura. Nuestra unidad equipaba el pack exterior AMG, que nos deja con unos parachoques específicos, así como unas llantas de 19 pulgadas. Los faros LED Adaptativos son un extra por el que hay que desembolsar más de 2.200 euros, pero que para los acabados más altos se incluyen de serie. También equipa puertas laterales de apertura y cierre automático, así como también lo es el portón del maletero. Al espacio de carga podremos acceder también a través de una luneta practicable.
En el interior, esta reciente actualización ha traído consigo la incorporación del sistema MBUX, junto a la pantalla central de 10,25 pulgadas, así como un nuevo touchpad con el que interactuar. La configuración de los asientos que pudimos probar es un 2+2+3, con el tapizado de cuero negro. Opcionalmente podremos incorporar unos asientos de lujo con masaje y ajustes electrónicos. Además de esto nuestra unidad equipa un techo solar practicable y un climatizador independiente para las plazas traseras.
La modularidad interior es completa, pudiendo mover sus dos filas posteriores a conveniencia. Quitar los asientos para ganar espacio de carga, moverlos longitudinalmente o girarlos para crear un bonito salón rodante. Como digo, las posibilidades son casi infinitas y su comodidad extraordinaria.
