Más caras que una moto y rivalizando con algunos coches, ¿por qué las bicicletas cuestan tanto dinero?

El sector de la bicicleta vivió un periodo de pandemia de facturación récord, pero en 2022 el mercado comenzó a reajustarse a consecuencia de una menor demanda.

Comparados con los datos del año anterior, proporcionados por la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), en 2022 se vendieron en España más de 1,35 millones de bicicletas (un 13,59 % menos que en 2021) y la facturación del sector descendió en un 6 % hasta los 2.714 millones de euros.

«Especialmente el carbono, pero también el acero y el aluminio, han subido mucho de precio»

Pero, ¿qué hay de los precios? En 2022 se registró un aumento del precio medio de venta al público del 13,93 %, algo en lo que ha tenido mucha influencia el mayor peso de la venta de bicicletas eléctricas (con mayor precio medio) dentro del mix de venta de productos.

Así, el año pasado el precio medio de la bicicleta vendida en España superó los 1.000 euros por primera vez (1.121 euros) destacando el precio medio de la bicicleta eléctrica (2.940 euros) que subió un 2,8 % y el aumento del precio medio de las bicicletas de gravel (+42,4 %), que se sitúa en los 1.589 euros. En la otra cara de la moneda, el precio medio de la bicicleta urbana (305 euros) se redujo un 0,4 %.

Lo cierto es que esta tendencia al alza en los precios de las bicicletas no es puntual y ya cuenta con unos años de vigencia. ¿Cuáles son los factores que influyen directa o indirectamente en el hecho de que, actualmente, muchas bicicletas equiparen sus precios a los de las motos o incluso algunos coches?

Por qué las bicicletas son tan caras

La respuesta a esta pregunta la tenemos en diversos factores que, combinados, han dado como resultado un precio desorbitado o inaccesible para muchos aficionados al ciclismo.

Y no cabe duda de que la mejor respuesta la pueden dar los miembros de las marcas presentes en el sector, a quien el canal de YouTube CGN en español preguntó sobre el tema.

Por ejemplo Roberto López, que señala directamente a la gran inversión en tecnología y desarrollo que actualmente vive el sector.

«Vemos la bicicleta como un producto muy sencillo, pero detrás hay mucho desarrollo», afirma el responsable de producto de BH. «La tecnología es muy alta, estamos desarrollando, no te voy a decir un Fórmula 1, pero las tecnologías son similares. Detrás de cada pieza hay un estudio muy grande y todo tiene que estar testado y optimizado al 100 %».

Además, López apunta que «este año la subida que ha habido ha sido porque todos los intermediarios han subido el precio, los transportes se han disparado, la materia prima ha subido. Al final, nosotros tenemos el mismo margen (de beneficio) de los últimos cinco años».

Por su parte, Jokin Díez, jefe de prensa de Orbea, recuerda que se produjo «un aumento de costes después de la pandemia, pero a todos los niveles. Esto es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad».

Tecnología de competición y reducción de peso

Manuel Crespo, de BMC, también destaca la creciente inversión en desarrollo realizada por las marcas en los últimos año, así como un menor volumen de fabricación respecto a otros sectores y, también, en los segmentos de gama alta.

«Hay muchos factores, uno de ellos es la tecnología aplicada al mismo y también el volumen de fabricación. Realmente estamos poniendo al alcance del gran público un producto que tiene un elevadísimo nivel de tecnología», afirma.

«El hecho de que sea un producto fácil de conseguir lo desvirtúa un poco, pero no somos conscientes del nivel tecnológico de la gran mayoría de las piezas que tenemos a nuestro alcance», insiste Crespo. «Cuadro, grupos, suspensiones… elementos que sólo están al alcance de la alta competición en otros sectores, pero que en el mundo de la bicicleta son algo más accesibles».

No le falta razón a Crespo, ya que en el mundo de la bicicleta el material de competición suele estar al alcance de cualquier cliente que esté dispuesto a pagarlo.

Y relacionado con ese mismo argumento, uno de los ingenieros de producto de Decathlon incide en la constante búsqueda por la reducción de peso en un sector en el que este se ha convertido en un argumento más de venta.

«Tenéis que pensar que una motocicleta pesa 200 kg, mientras que una bicicleta puede pesar 6 o 7 kg. Ganar peso cuesta mucho dinero, materiales más exóticos, mucho proceso de fabricación para ganar ese peso», relata, antes de predecir una nueva guerra de precios a corto plazo.

«El mercado se está volviendo muy agresivo, ha subido mucho por el COVID y todo el mundo buscaba bicicletas, se vendía todo lo que había. Ahora no, la guerra de precios empieza otra vez», zanja.

Las 5 claves de Alberto Contador

Estos profesionales no han sido los únicos en reflexionar sobre el progresivo aumento de precio de las bicicletas en los últimos años. También un mito del deporte como Alberto Contador, que ahora ya retirado ha fundado la marca Aurum junto a Ivan Basso.

En un vídeo publicado en su propio canal de YouTube, el ganador de siete grandes vueltas habla de cinco causas principales: el I+D, los combustibles, la materia prima, la calidad de fabricación y la mano de obra.

«Además del incremento de la inversión en I+D y el encarecimiento de los combustibles, las materias primas. Especialmente el carbono, pero también el acero y el aluminio, han subido mucho de precio», comienza diciendo Contador.

«Pero el carbono está marcando especialmente las subidas de precio de las bicicletas, porque hay otros sectores del mercado, como pueden ser la automoción, que están tirando mucho de fibra de carbono. Los coches eléctricos necesitan ser aligerados, el peso de las baterías es altísimo», recuerda, antes de señalar que «esto hace que la demanda haya subido muchísimo y haga que los costes sean más caros, ya sea por escasez o por la alta demanda».

La tercera causa, en opinión del dos veces ganador del Tour de Francia es que «cada vez se escatima menos en la calidad de fabricación. Cuando antes en el interior de un molde sólo se utilizaba plástico para fusionar el carbono con el molde de acero, ahora se usan espumas recubiertas de látex para poder dar mayor presión al cuadro y esto encarece».

Sin embargo, para Alberto Contador la principal causa es el encarecimiento de la mano de obra. y explica cuáles han sido las razones.

«Lo que realmente ha marcado la subida es la mano de obra. Antes se fabricaban prácticamente todos los cuadros en Taiwán y ahora estamos viendo que se está pasando a países como China, Vietnam, Camboya», comienza apuntando.

«En Taiwán empezó a subir mucho el salario mínimo, aunque no necesariamente es el salario mínimo el que trabaja en las factorías, y por eso las propias fábricas montaron filiales en estos otros países».

«El precio de la mano de obra en China, Camboya, Vietnam, se ha cuadruplicado en los últimos 10 o 12 años. Esto repercute claramente en el precio de la bicicleta», concluye finalmente.

¿Por qué las bicicletas han subido más que la automoción o las motos?

Gracias a la opinión de estos profesionales, tenemos más claras las causas que han ido incrementando los precios de las bicicletas en los últimos años. Pero, ¿por qué estas subidas se han notado más en el ciclismo?

Alberto Contador también responde a esta pregunta, comparando las bicicletas con los coches (un sector que en realidad también ha subido enormemente de precio).

«¿Por qué el sector de la automoción no se ha disparado? Porque ha podido industrializarse. En cambio, la bicicleta de carbono necesita de un operario que vaya colocando fibra a fibra en una posición exacta y no se puede robotizar», señala el también ganador de dos Giro de Italia y tres Vuelta a España.

«Ya se están empezando a construir las primeras factorías en Polonia, Portugal, Hungría, en países del este, porque ante la subida del coste de los cuadros es bastante viable que se puedan hacer en Europa. Puede ser más beneficioso en cuanto a transporte, tiempo y aranceles», finaliza Contador.

Sea como fuere, lo que es innegable es que las gamas medias y altas del mundo del ciclismo han incrementado sus precios de forma alarmante. De hecho, actualmente comprar una bicicleta eléctrica de calidad media está al alcance de pocas personas y requiere inversiones de al menos 2.500 euros.

Y si hablamos de gama alta, encontramos modelos mecánicos como la Orbea Occam con precios de entre 2.799 y 9.999 euros, o eléctricos como la Cannondale Moterra Neo LAB71 por unos estratosféricos 12.999 euros.

Habrá que ver hacia dónde evoluciona el sector de la bicicleta que, en cualquier caso, siempre tendrá modelos de gama baja a los que recurrir para disfrutar del ciclismo. Aunque cada vez sea más complicado.