10 templos mundiales de la velocidad de obligada peregrinación
La velocidad es como una droga. Cuanta más rápido vas más quieres. Si te encuentras sumido en esa adicción, estos son los 10 templos mundiales de la velocidad que todo loco del motor debe visitar al menos una vez en la vida.
13 min. lectura
Publicado: 05/04/2016 11:00
El hombre siempre ha ansiado superar sus límites, ir un poco más allá. La velocidad ha sido uno de esos objetivos por conquistar. Desde los albores del automovilismo las ganas de batir récords de velocidad ha provocado la construcción de espacios ideales para ello. Hay muchos circuitos a lo largo y ancho de este mundo, pero pocos se han convertido en leyendas. Aquí os dejamos una recopilación con los 10 mayores templos mundiales de la velocidad. Lugares idolatrados de obligado peregrinaje para todos aquellos amantes del motor.
1) Isla de Man (Reino Unido)
Esta pequeña isla situada a medio camino entre Irlanda e Inglaterra, se ha convertido en un terreno tan especial como peligroso. Aunque la Corona Británica la representa ésta no dicta sus políticas. Es por ello que no existen límites de velocidad, y es gracias a esto por lo que se ha convertido en una especie de oasis para los amantes de la velocidad. Una vez al año las carreteras quedan cerradas al tráfico para que tenga lugar una prueba memorable, que lleva celebrándose desde 1907, el TT de la Isla de Man. Una carrera alrededor de la isla tan peligrosa como rápida. Innumerables son las vidas que el TT se ha llevado por delante, pero cada año sigue siendo una de las citas obligadas y cientos de corredores acuden a ella.
2) Nurburgring-Nordschleife (Alemania)
Poco más queda por escribir acerca del que posiblemente sea el circuito más famoso del mundo. El Infierno Verde se ha convertido por derecho propio en uno de los espacios idolatrados por los aficionados del mundo del motor. Su vieja sección, Nordschleife, con sus más de 20 kilómetros de largo, fue abierta a mediados de los años 20. En sus casi 100 de historia el trazado alemán ha sufrido innumerables remodelaciones, aunque en todas ellas han mantenido una misma característica, la peligrosidad. A día de hoy las marcas luchan entre sí por conquistar el título del modelo de producción más rápido en dar una vuelta a Nürburgring. La Fórmula 1 ha alimentado esa fama, y ha sido aquí donde se han disputado algunas de las carreras más memorables de la historia de la competición.
3) Centro Sperimentale Nardò (Italia)
Bien sabido por todos es el amor de los italianos por la velocidad. En 1975 Fiat abrió unas instalaciones que representaban mejor que nada esta relación tan especial, el Centro Sperimentale Nardò. Sus 12,5 kilómetros de largo forman una circunferencia perfecta. Desde 2012 el trazado es propiedad de Porsche, y es aquí donde se llevan a cabo gran parte de los desarrollos de los modelos alemanes. Lo peraltado de su trazado impide que sea un escenario ideal para batir récords de velocidad, pues al ir un lado del coche más apoyado que el otro la aerodinámica nunca llega a ser perfecta. Aun así es un sitio donde se puede correr, y mucho, pues de forma habitual la velocidad máxima está limitada a 240 Km/h, aunque si se alquila la pisa esta limitación desaparece. A diferencia de los casos anteriores Nardò se ha convertido en uno de los circuitos más seguros del mundo, con tal solo una víctima mortal.
4) Indianapolis Motor Speedway (Estados Unidos)
Saltemos al otro lado del Océano Atlántico, viajemos hasta Estados Unidos para visitar otro circuito mítico, el hogar de las 500 Millas de Indianápolis. Los americanos tienen su forma particular de vivir las carreras, y no hay mejor ejemplo que este. Con todas sus curvas a izquierdas, o derechas, en función del lado hacia que se gire, el Indianapolis Motor Speedway es uno de los circuitos más longevos del mundo, inaugurado en 1909. En aquel entonces eran ladrillos y no asfalto la superficie por la que se rodaba. A día de hoy una pequeña franja de éstos queda como recordatorio de los inicios de un circuito tan espectacular. Es de hecho el recinto deportivo más grande del mundo, con capacidad para 257.000 espectadores de forma permanente.
5) Autodromo Nazionale di Monza (Italia)
La Fórmula 1 no solo ha servido para encumbrar a grandes pilotos, sino también a impresionantes trazados. Monza es uno de ellos. Apodado como el templo de la velocidad, el trazado italiano fue inaugurado por primera vez en 1922. Un primer circuito peraltado de 10 kilómetros de largo que, a día de hoy está en desuso, fue el escenario del segundo Gran Premio de Italia. Con el paso de los años Monza ha sufrido importantes modificaciones. La actual permite que los monoplazas alcancen velocidades por encima de los 350 Km/h. Un escenario que hay que visitar al menos una vez en la vida, y si se puede hacerlo por el viejo trazado para así contemplar su espectacular inclinación de hasta 40º.
6) Mazda Raceway Laguna Seca (Estados Unidos)
Situado en el oeste de los Estados Unidos, en el estado de California, el actual Mazda Raceway Laguna Seca es más famoso por una de sus curvas que por el trazado en sí. El Corkscrew, el Sacacorchos, se ha convertido en una de las chicanes más famosas del mundo. Su exagerado desnivel la ha convertido a su vez en una de las curvas más terroríficas. Con una pendiente del 25% en tan solo 50 metros y una entrada ciega, solo los grandes pilotos se enfrentan a ella con la valentía que ésta merece. Seguro que muchos de vosotros la recordáis por el espectacular adelantamiento de Valentino Rossi a Casey Stoner en 2008, aunque apenas cinco años más tarde Marc Márquez le haría lo mismo al italiano. A día de hoy la cita ha desaparecido del calendario de Moto GP, algo de lo que seguro que más de un piloto se alegra.
7) Bonneville Salt Flats Internacional Speedway (Estados Unidos)
Todos los casos anteriores, y los que están por llegar, son espacios robados a la naturaleza, sin embargo esta vez es la propia naturaleza la que nos ha cedido este espacio impresionante. Un viejo lago seco que se ha convertido en el hogar perfecto para lograr los mayores récords de velocidad sobre la faz de la tierra. Cada año se celebra la Bonneville Speed Week, una reunión que acoge a miles de aficionados cuya única intención es superar su marca personal. Es aquí donde se registró la velocidad máxima alcanzada por un coche, 1.232,93 km/h. Tristemente en los últimos años las salinas están sufriendo las malas prácticas mineras. Ya el año pasado la semana fue anulada aunque no hay peligro de que esto sea así de forma permanente.
8) Circuito de La Sarthe (Francia)
Escenario de películas y grandes historias de motor. No hay otro lugar igual en el mundo. El circuito de La Sarthe se ha convertido a golpe de mitos y leyendas en un lugar de adoración por todos aquellos que vivimos y disfrutamos del automovilismo. Desde 1923 este circuito semiabierto ha sido el escenario de las 24 Horas de Le Mans. Sus 13.629 metros con sus 38 curvas, han coronado a figuras históricas del motor. A día de hoy sigue siendo una de las citas ineludibles del Campeonato Mundial de Resistencia. No hay piloto, ya sea amateur o profesional, que no sueñe con rodar por este trazado. Nosotros también nos incluimos.
9) Circuito de Suzuka (Japón)
No nos olvidamos del lejano oriente, y desde el otro lado del mundo os presentamos el Circuito de Suzuka. Aunque su nombre no se sitúe a la altura de homónimos europeos o americanos, el trazado japonés debe estar en la lista de los circuitos de peregrinaje obligados. 5.807 metros de pura complejidad técnica, con una mezcla de curvas enlazadas y grandes rectas. Sin embargo es la rápida curva 130R la que más expectación levanta, un giro a izquierdas donde se alcanzan los 300 Km/h. Legendarios son también los duelos finales entre Alain Prost y Ayrton Senna, escenario decisivo de los mundiales de 1989 y 1990. La noria de la entrada a meta es otra de sus señas de identidad.
10) Circuit de Spa Francorchamps (Bélgica)
Por último, y no menos importante, el circuito belga de Spa Francorchamps. No solo es el circuito más importante del país, sino uno de los más importantes de Europa y uno de los favoritos de los pilotos de todo el mundo. Su trazado está plagado de subidas y bajadas, con zonas realmente complejas y terroríficas, como la impresionante doble curva de Eau Rouge/Raidillon. Es también uno de los circuitos más viejos, inaugurado en 1920 con más de 14 kilómetros de largo. A mediados de los años 70 se tomó la decisión de acortar su recorrido por lo peligroso que este resultaba. Anteriormente a esa modificación Spa contaba con la chicane más rápida de la historia. Los pilotos de Fórmula 1 de los 60 llegaban a atravesarla a 300 Km/h. Por esto y por mucho más, el circuito de Spa bien se merece una visita. Además en ciertas fechas del año está abierto para que cualquiera se dé una vuelta con su coche particular.