Comienza la producción de la serie limitada 2024 Volkswagen Jetta GLI para EEUU
Al otro lado del Atlántico podrán disfrutar de una edición conmemorativa de los 40 años del Volkswagen Jetta con alma de GTI, el Jetta GLI. Viene cargado de detalles y va a ser uno de los últimos coches de su especie.
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Publicado: 24/07/2023 21:00
De vez en cuando toca hablar de ese tipo de coches que, por distintos motivos, no se puede disfrutar en nuestro país, pero en otros sí. Hoy toca hablar del 2024 Volkswagen Jetta GLI, una edición limitada a 1.984 unidades para homenajear al primer miembro de la saga.
Volvamos 40 años hacia atrás. Después del lanzamiento comercial del Volkswagen Golf GTI -y su versión americana, Rabbit GTI-, la marca alemana decidió comercializar una versión de cuatro puertas, o lo que era lo mismo, un Volkswagen Golf GTI con maletero, o como se suele decir coloquialmente, «con culo».
Llegó al mercado estadounidense como era habitual, con el año del model year por delante del natural: 1984 Volkswagen Jetta GLI. Su objetivo era dar un toque de deportividad a las familias, para que no tuviesen que renunciar a nada. Estaba movido por un motor marchoso para la época, un 1.8 de inyección con 90 caballazos tras retocarle la culata, la relación de compresión y aligerar sus pistones.
Dichos cambios fueron acompañados de una caja de cambios manual de cinco relaciones, más cerradas de lo habitual, así como una suspensión deportiva. El paquete venía completado con unas bonitas llantas de aleación, faros antiniebla, un discreto alerón, etc. Solo se ofreció durante un año en la segunda generación.
Más adelante, la Volkswagen americana volvió a lanzar otros Jetta GLI, como el modelo de 1990, con motor 2.0 de 16 válvulas, o el 1999 Jetta GLI con motor 2.8 VR6, o el 2004 Jetta GLI con motor 1.8 turbo. En la actualidad, el Volkswagen Jetta sigue siendo uno de los modelos más importantes de la marca alemana en Norteamérica, mientras que en Europa... pues tururú.
De vuelta al presente, el 2024 Volkswagen Jetta GLI vende algo más que nostalgia. Se comenzó a fabricar hoy mismo y solo estará en tres colores, Pure Gray, Pure White y Rising Blue. La parrilla negra abraza el logotipo GLI con insignia roja, y llaman también la atención las llantas negras de 18" y 10 radios. Completan el paquete exterior los espejos, manetas de las puertas y un discreto alerón sobre la tapa del portón.
A nivel mecánico, bajo el capó encontraremos un motor 2.0 turboalimentado de la familia EA288, ajustado para entregar 228 CV y un generoso par máximo de 350 Nm para las ruedas delanteras. La situación queda mejor controlada con un diferencial autoblocante controlado electrónicamente (XDS®) y unos frenos más grandes de lo normal.
Además, cuenta con la suspensión adaptativa DCC, el escape deportivo y monitor de rendimiento en la pantalla central (Sport HMI). No solo aparenta ser deportivo, tiene una potencia interesante para su categoría. Eso sí, el cambio es automático y de doble embrague robotizado (DSG), al menos en la galería oficial.
¿Qué hay del interior? Para empezar, el tapizado de los asientos será diferente para cada unidad de la serie limitada, «como si fuese una huella dactilar». En los fondos de los posavasos se encuentran sendos logotipos, GLI y 1984. Encontramos otros motivos al abrir las puertas y en la parte inferior del volante. El interior cuenta con varios detalles en rojo para crear una atmósfera más deportiva.
Y mientras nos hemos acostumbrado a que un coche así cueste una salvajada, no se dice lo mismo de un Volkswagen fabricado en Puebla, a partir de 28.085 dólares, que al cambio no son ni 25.400 euros. Lo han dejado aún más barato que el 2023 Volkswagen Jetta GLI, que estaba a 31.585 dólares.
La comparación con el modelo europeo de cinco puertas es odiosa, el Golf GTI 2.0 de 245 CV cuesta bastante más, 48.490 euros según configurador. Ouch!Cierto es que las gamas Jetta y Golf ya no están tan unidas, pero sigue siendo una diferencia sangrante y de difícil justificación.
De este tipo de coches nos empezaremos a ir olvidando en un futuro próximo, en el que sea extremadamente difícil comprar un coche gasolina con potencia, con un precio razonable y sin que se pase de emisiones. Generaciones siguientes ya serán totalmente eléctricas, y el que quiera tener un coche así, tendrá que buscarlo de segunda mano -y si los hay en venta-.